* Negocian su compra la Dina, ADO, Metrobús y Optibús de León
REDACCIÓN /
Acapulco, 19 de abril de 2017. Cuatro empresas transportistas han iniciado diálogo con el gobierno del estado para intentar comprar el Acabús, el cual enfrenta un nuevo momento de crisis financiera.
Se trata de las empresas Dina, Grupo ADO, el Metrobús de la Ciudad de México, y el Sistema Integrado de Transportes Optibús, de León, Guanajuato.
De acuerdo con información proporcionada por personal de confianza del Acabús, las pláticas se llevan a cabo con el coordinador de la Oficina del Gobernador, Alejandro Bravo Abarca y con el propio mandatario Héctor Astudillo.
La causa de esta negociación, es que el Acabús no logra superar sus crisis, y el deterioro de las unidades es cada vez más visible.
El principal problema que enfrenta la empresa, según fuentes consultadas al interior, es que desde hace 10 meses el gobierno del estado no ha entregado 6 millones de pesos que se habría comprometido a entregar para solventar su operación, de los cuales 4.5 serían destinados al pago de la nómina y el resto a la operación, incluyendo mantenimiento.
Aparte, hay 60 mujeres concesionarias del Acabús, que en su momento fueron líderes fuertes dentro del transporte público, quienes pretenden exigir ocuparse de la conducción de la nueva empresa.
Cuando todavía no se cumple ni un año de que se puso en operación, el sistema Acabús muestra una nueva crisis, que se aprecia en el deterioro paulatino de las unidades y en las dificultades que habría para renovar su parque vehicular.
De acuerdo con fuentes al interior de la empresa, el mantenimiento ya no lo da la empresa Dina, pero ahora los administradores contratan a talacheros para hacer las reparaciones. Los vehículos se quedan por lo general en la avenida Cuauhtémoc, pero también se les ha visto en otros lugares, como este miércoles, que un autobús sufrió daños en un balero, a un costado de Galerías Acapulco (antes Gran Plaza).
En tanto, la empresa recaudadora sigue recibiendo el 16 por ciento neto de la recaudación, a pesar de que no invierte en casetas expendedoras de tarjetas más que en las estaciones que van desde el zócalo hasta la terminal del Retorno, pero ni en la Costera se pude subir una persona si su tarjeta ya no tiene saldo, pues incluso retiraron el sistema de crédito que posteriormente era cobrado en una caseta.
