ROSALBA RAMÍREZ HERNÁNDEZ /
Acapulco, 15 de mayo de 2017. El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, afirmó que la situación en la región de Tierra Caliente «esta volviendo a la normalidad», luego de que fuerzas federales y estatales tomaran el control de la seguridad y retiraran los 14 bloqueos carreteros en esa zona.
El mandatario precisó en entrevista en este puerto, que la información que le dio el secretario de Seguridad Pública en Guerrero Pedro Almazán Cervantes, esta mañana, es que «todo está en la normalidad. El tránsito libre en la carretera principal, esta volviendo a la normalidad el transporte y el comercio, en conclusión, esta etapa de casi cuatro días está tomando un ritmo correcto para esa población».
Astudillo Flores condenó los hechos violentos de este sábado, en el que un grupo de siete periodistas que cubrían la entrada de agentes federales y estatales a la región de Tierra Caliente, fueron atacados por hombres armados.
No obstante, ante el señalamiento de la CNDH, respecto a que “Guerrero es una de las entidades más peligrosas para ejercer el periodismo en México», el mandatario defendió que el estado suriano no es el único en el país en presentar problemas de inseguridad, sino que es un tema a nivel nacional.
«Sucedió algo muy lamentable que reprobamos y que no es grato. Creo que Guerrero vive un momento difícil que no va a resolver tan fácilmente. Yo lamento mucho que le haya sucedido esto a los periodistas como le ha sucedido durante algún tiempo a la gente de Tierra Caliente», dijo.
«Pero tampoco creo que instituciones como la Comision Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pinten un panorama como si esto se estuviera terminando el mundo. Me parece que el tema de Guerrero es delicado pero el problema también de la inseguridad es nacional. Ojalá exista una visión más amplia de lo que está sucediendo en el país», añadió el mandatario priista.
Héctor Astudillo informó que en esa zona de conflicto, permanecen agentes de la Policía Estatal y la Defensa Nacional así como helicópteros de la Marina, lo que suman cerca de mil agentes.
«Lo que está sucediendo en Guerrero, también está pasando en otros lados, en otros reclusorios, no es un asunto que se vaya a resolver… Es un asunto de dinero y el país atraviesa por problemas que no son de bonanza financiera», defendió el gobernador.
