MANUEL NAVA /
Asia ha puesto sus ojos en la Zona Económica Especial que se perfila con cabecera en Lázaro Cárdenas y que alcanza un polígono en el que entrarían los municipios de guerrerenses de La Unión, Coahuayutla y Zihuatanejo. Se trata de empresas de Corea, China y Singapur.
Y es este último país el que planteó su interés de invertir en dos zonas económicas especiales en México cuyas cabeceras serán Lázaro Cárdenas y Coatzacoalcos.
Los que los inversionistas de Singapur tienen una visión geoeconómica: podrían detonar el desarrollo de un puerto y reactivar la infraestructura ferroviaria del Bajío con cual se podría dar soporte logístico, es de ser de movilidad a productos como el aguacate, la carne de cerdo, papaya, mango y demás productos de la industria del estado de Michoacán, pero también la minería metalúrgica. La prioridad en la exportación sería Asía.
La otra zona que tiene en mente Singapur es Coatzacoalcos, donde la producción de mayor peso es la petrolera. Petróleo y metalurgia tienen un papel clave en la geoeconomía y ambas actividades se encuentra bajo amenaza de organizaciones del crimen organizado.
Singapur es la treceava economía en términos de PIB per cápita estimado en alrededor de 53 mil dólares al año, un lugar por arriba de Estados Unidos.
Su territorio es de mil kilómetros cuadrados (716.1 km cuadrados), que lo coloca en el lugar 190 a nivel mundial, y una población de alrededor de 5.6 millones de personas. La República de Singapur genera un PIB de 300 mil millones de dólares al año.
Se independizó de Malasia hace menos de 60 años, ha logrado producir un PIB per cápita casi siete veces más grande que el de México y constituye el centro financiero de operación de divisas más importante de Asia.
Está conectado a más de 700 puertos en 130 países, el 20 por ciento de la carga mundial pasa por Singapur y más de 140 mil barcos tocan su puerto anualmente.
En términos generales hay tres factores que explican, de manera parcial, el desarrollo económico de Singapur: Su muy alto grado de apertura comercial; la facilidad para hacer negocios; y el firme Estado de derecho. No es que sea un paraíso, sino que en los tres casos existe una consistencia muy superior de la que ocurre en México.
Singapur fue el socio comercial de México 26 a nivel mundial y el 10 entre los socios comerciales de Asia-Pacífico. Actualmente solo el 1.5 por ciento del total de las exportaciones de México se dirigen a Asia.
En México se han establecido más de 200 empresas singapurenses con inversiones de más de mil 700 millones de dólares, en sectores como el electrónico, el de transporte marítimo y el hotelero.
En junio de 2016 los gobiernos de ambas naciones decidieron profundizar su relación comercial bajo la expectativa de que se firmaría el Tratado de Asociación Transpacífico (TPP).
Singapur es el corazón logístico de Asia y un país clave en lo que sobrevive del TPP, en el cual hoy no participa Estados Unidos.
Claro está, desde ese tiempo Singapur vio la oportunidad de las zonas económicas especiales por las cuales ahora formalizó su interés.