* “No me avergüenzo”, dice, de haber apoyado al priista Héctor Astudillo Flores
REDACCIÓN /
Acapulco, 13 de diciembre de 2017. Ramón Almonte Borja eligió la fecha en que se cumplen seis años de haber dejado la Secretaría de Seguridad Pública estatal tras el asesinato de dos normalistas a manos de la policía en 2011, para informar su regreso al Partido de la Revolución Democrática y su decisión de buscar otra vez ser candidato a la presidencia municipal de Acapulco.
En una conferencia de prensa en la que estuvo acompañado de simpatizantes, pero sin ningún representante de corriente alguna al interior del PRD, Almonte Borja demandó que haya “piso parejo”, es decir, condiciones equitativas, para competir internamente.
Hace tres años, Almonte Borja también fue precandidato por el PRD, pero en una conferencia de prensa anunció que renunciaba a ese partido porque veía condiciones inequitativas para competir, y luego se sumó a la campaña del candidato priista a gobernador, Héctor Astudillo Flores.
Ahora, cuestionado sobre su renuncia al PRD, aseguró que si bien la hizo pública, esta nunca procedió en la realidad, y después de las elecciones de 2015, el entonces dirigente estatal Celestino Cesáreo Guzmán, lo invitó a regresar. Entonces checó cuál era su situación dentro del partido y vio que nunca se registró ninguna baja, y sus derechos estaban vigentes, por lo que decidió retomar su militancia.
Sobre su apoyo al candidato del PRI, dijo que en su momento fue algo del conocimiento público, no escondido, y afirmó que no se avergüenza de haberlo hecho, porque fue una decisión que tomó como ciudadano y los ciudadanos tienen derecho de votar por quien quieran, y no es su responsabilidad si el político en cuestión cumple o no cumple con sus promesas de campaña.
Ahora, dijo, participará con la Coalición Por México al Frente, que integran PRD, PAN y MC, y señaló que si el candidato de la misma a la presidencia de la República es un militante del PAN, votará por él.
Reiteró que se encuentra totalmente exonerado en el caso de los dos normalistas asesinados en la autopista del Sol por balas de la policía en 2011.