* Lo único que espero es que ya termine esta amarga pesadilla y se llegue a la verdad, sea cual sea la misma, señala el ex gobernador
* Denuncia que fue objeto de persecución, y apoya a la Comisión de la Verdad de AMLO para la desaparición de los 43 normalistas
* Al Presidente no le querían decir la verdad: que varias dependencias de su gobierno sabían que era de su exclusiva responsabilidad
REDACCIÓN /
Acapulco, 29 de septiembre de 2018. “¿Cómo se explica que habiendo un batallón del Ejército, un destacamento de la Policía Federal y una subdelegación de la PGR en Iguala no se tuviera información de lo que sucedió en aquella noche trágica?”
La interrogante la lanza el ex gobernador guerrerense Ángel Aguirre Rivero, en relación con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la noche entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, en Iguala.
En un artículo publicado este sábado en Milenio Diario, el ex mandatario pasa a recuento lo sucedido en aquella noche, y plantea varias cuestiones sobre la participación de su propio gobierno, y del gobierno federal en esos hechos. Relata haber sido objeto de persecución por el gobierno federal en busca de adjudicarle algún delito, pero también señala que el tema de la desaparición –la delincuencia organizada- es de competencia exclusivamente federal, y que algunas dependencias involucradas con él no querían que el Presidente se enterara de la magnitud del caso.
Ahora, dice, “no será suficiente alcanzar el principal objetivo de la investigación, esto es, dar con el paradero de los estudiantes, sin saber a detalle todo lo que rodeó a la agresión de que fueron víctimas, al igual que conocer la identidad de todos los responsables y sus motivaciones. Es tema prioritario esclarecer si fue un crimen de Estado”.
Respaldó la decisión del presidente electo Andrés Manuel López Obrador de crear una comisión investigadora para la verdad y la justicia.
“¿Por qué hasta ahora el ex secretario de Gobernación y el fiscal especial para el caso Iguala han dicho que no hubo elementos para proceder en mi contra? No lo sé. Lo único que espero es que ya termine esta amarga pesadilla y se llegue a la verdad, sea cual sea la misma; y decir que si existe algún tipo de responsabilidad a título personal o de mis ex colaboradores, aquí estaremos para enfrentar los hechos con firmeza”, señaló.
Aguirre Rivero insistió en que las instancias federales asentadas en Iguala deberían tener información de lo que ocurría ahí, y dijo que él pidió al Grupo de Coordinación Guerrero con mucho tiempo de anticipación a los hechos, que se detuviera al alcalde de Iguala, y solo le respondieron que ya había investigaciones en curso con ese fin, pero cuando tras la desaparición, quiso obtener las minutas de esas reuniones, le fueron negadas.
“El Cisen, que depende de la Secretaría de Gobernación, y presume contar con los mejores órganos e instrumentos de inteligencia —como el mal utilizado sistema Pegasus—, tampoco generó un registro a detalle de la magnitud del problema”, señaló.
En cambio, dijo que su gobierno inició una investigación que fue por la cual se pudo identificar cuatro integrantes del cártel Guerreros Unidos y detener a 25 policías y en total unos 60 imputados en el ataque a los normalistas, y con las labores de búsqueda se logró rescatar a 60 normalistas que andaban escondidos en distintos sitios de Iguala.
“Conozco del dolor de las madres y padres de familia de los jóvenes desaparecidos; comparto su enojo y desesperación. Yo también perdí un hijo hace poco más de un año y nada puede compararse con el dolor y la tristeza por la partida de un hijo. Hasta dónde influyó lo que como familia hemos vivido en ese desenlace, lo desconozco, solo Dios puede dar respuesta”, señaló.
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