* Las organizaciones, las autoridades, los ciudadanos, “todos estamos obligados a combatir el problema”; dice la dirigente del Frente Integral Contra la Violencia de Género
* En el gobierno que encabeza Adela Román “hay intención” pero faltan recursos y van empezando, explica
* Se necesitan campañas intensas, como las que se han hecho para combatir la basura o el desperdicio del agua
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 28 de noviembre de 2018. El problema de la violencia de género en Acapulco, a dos años de haberse lanzado la alerta, sigue igual de vigente, pero “lo más grave es que está aumentando”, alerta la presidenta del Frente Integral Contra la Violencia de Género, Yoloxóchitl Ávila Alcaraz.
“Nos damos cuenta –dice en una entrevista amplia con La Plaza– por las redes sociales, por los periódicos, que aumenta el número de feminicidios, contrario a lo que a veces reportan las instituciones, de que disminuyen, por ejemplo, las denuncias. Y nos preguntamos por qué disminuyen las denuncias. ¿Porque estamos haciendo bien nuestro trabajo, o porque la gente ya no quiere denunciar? Son cuestiones que como ciudadanos, tenemos que analizar, exigir, verificar, y no permitir que esto siga creciendo”.
Ávila Alcaraz es oftalmóloga de profesión, integrante de la asociación civil Acapulco nos necesita, que preside el también médico José Inocente Ariza Tapia, y forma parte del equipo de asesores de la Comisión de Equidad y Género del Cabildo acapulqueño.
Desde esa perspectiva, y en el contexto de los 16 días de activismo decretados por la ONU contra la violencia hacia las mujeres a partir del 25 de noviembre, analiza la situación en el puerto.
Sin embargo, también advierte un dato: aunque sí se requieren más recursos públicos, más políticas integrales y aplicar la transversalidad en las instancias de gobierno, la violencia contra las mujeres no es algo que solamente corresponda a las autoridades combatir.
“No solo depende de las autoridades –dice-. Depende en la mayor parte de nosotros mismos como ciudadanos que esto se detenga, que las nuevas generaciones cambien esta cultura que es mundial, no solamente es en Acapulco en Guerrero o en México, pero tenemos que cambiarla como seres humanos todos”.
Curiosamente, dijo, “aunque sí se están haciendo muchas actividades y aunque vemos que en los libros de primaria existen capítulos completos para que los niños vayan cambiando su manera de ver el género femenino, y de que vayan educándose en lo que es equidad de género, a pesar de esas actividades y de que en Salud se está enfocando la salud de la mujer como una salud que merece atención especial, a pesar de eso no cambian las cosas. A pesar de todo ese esfuerzo, los feminicidios siguen ocurriendo y la violencia de género sigue ocurriendo. Eso es alarmante. Como ciudadanos tenemos que estar al pendiente”.
-¿A la autoridad qué se le puede pedir, después de dos años de la alerta, que haga o deje de hacer, porque no ha habido mucho avance?
-Lo que tenemos que pedir es que la difusión y las actividades sean mucho más intensas. Desde que los niños son muy pequeños hasta los 25 años, pasando por toda la etapa de la adolescencia que es una etapa problemática, son capaces de entender y de cambiar su manera de ver al género. Entonces, para que estas actividades puedan dar resultados, ya existen estudios. Se ha comprobado con estudios internacionales que por lo menos las pláticas, los talleres, las clases, cualquier actividad que esté relacionada con esto, para que pueda realmente cambiar la manera de pensar de alguien, tienen que darse por lo menos dos veces a la semana durante al menos seis meses. ¿Lo estamos haciendo así? No. ¿Qué hace falta? Difusión: las actividades no están dando los resultados, se están haciendo porque están ya plasmados, se tienen que hacer, está en la ley, pero no se están haciendo con la frecuencia y la intensidad necesaria. Yo creo que todos recordamos cuando se hizo una campaña muy intensa contra la basura; se hicieron miles de videos, había miles de comerciales. Para cuidar el agua, igual. ¿Quién no se acuerda de “ciérrale, Amanda”? Eran bombardeos y bombardeos de toda esa información recomendándonos que cuidáramos el agua y no tiráramos basura. Y hoy, si un niño lo ve tirando basura en la calle, le dice: se le cayó. La basura hay que tirarla en su lugar. Los niños ahora lo saben, y ya no permiten que los adultos ensuciemos las calles. Así tenemos que trabajar para que dentro de 10 años a lo mejor, los niños también respeten la equidad de género, para que cuando sean adultos sepan que no deben violentar a la mujer y a ninguna otra persona. Entonces yo creo que lo que más hace falta es intensidad en las actividades, que sean mucho más frecuentes, mucho más dirigidas, hasta que nos saturen con ese tema.
-Ahora, en Acapulco, está el Instituto Municipal de la Mujer (IMM), que se ocupa de estos temas, pero las recomendaciones generales hablan de la transversalidad en las políticas públicas. ¿Cómo se percibe que se estén enfocando en Acapulco, donde además gobierna una mujer?
-Yo estuve en una reunión recientemente con el personal del IMM, y efectivamente están haciendo muchas actividades, pero la verdad es que no tienen el personal necesario, no tienen los recursos necesarios según ellas mismas lo declaraban, como para aumentar el número de pláticas, como para abarcar todas las colonias que es necesario abarcar. Entonces las ganas las tienen, el interés, los planes, pero no hay recursos. Obviamente se tiene que contratar personal: psicólogos, maestros. Están trabajando con gente de servicio social que lo están haciendo de manera voluntaria, y eso significa que están trabajando, además son mujeres también las que están al frente, pero si no se inyecta el recurso ahí, no se puede avanzar. No es suficiente el personal.
-Ahí es donde tendría que haber una política más general, ¿no? Que diga: de otras dependencias se puede canalizar recursos.
-Por supuesto, el trabajo tiene que ser conjunto. Si estamos hablando de que vamos a proponer o que todos sabemos que un mejor alumbrado va a ayudar a que disminuya la violencia, los raptos, los feminicidios, obviamente tiene que colaborar el encargado del alumbrado público. Ellos tienen que estar involucrados. Si estamos hablando de transversalidad, es porque todos tienen que participar, y en este tema, todas las comisiones y todos los funcionarios tienen participación de una u otra manera. Si estamos hablando, por ejemplo, de la Comisión de Salud, igual: la Comisión de Salud tiene que participar porque es salud mental, porque las chicas necesitan pláticas después de que fueron violentadas, necesitan pláticas sobre salud mental, por ejemplo, en el matrimonio. Entonces todos los departamentos, todas las comisiones, todos los funcionarios, todos los ciudadanos, tenemos la obligación de participar.
-¿Se está aplicando en el Ayuntamiento esa perspectiva de trabajar?
-Se pretende. Yo veo mucho interés, pero van empezando, están organizándose todavía, aunque a dos meses ya se están tardando, pero parece que sí. Ya la Comisión de Equidad y Género ha tenido pláticas con todos los institutos, todos los encargados de este tema, con otras comisiones también. Entonces se está tratando de armar esta red para mejorar las políticas que ya están establecidas. Todo ya está escrito, no vamos decir nada nuevo. ¿A quién no se le ocurre que mejorando el alumbrado va a haber más seguridad? ¿A quién no se le ocurre que por ejemplo, haya un botón de pánico? A cualquier ciudadano se le ocurre, pero necesitan coordinarse, y es lo que están haciendo ahorita, para poder realizar esas actividades y que realmente tengan un impacto en la sociedad.
El Frente Integral Contra la Violencia de Género se creó hace un año, el 21 de noviembre, como parte de la asociación Acapulco nos necesita. Desde entonces, recuerda Ávila Herrera, ha trabajado como personal especializado, principalmente en escuelas, ofreciendo ayuda psicológica gratuita, asesoría legal e inclusive actividades productivas, como talleres de maquillaje, cortes de pelo y otros que pueden apoyar la independencia económica de las mujeres.
“Hay muchas organizaciones –dice- que están trabajando también en esto, y debemos conjuntar esfuerzos y trabajar todos enfocados en el mismo tema desde nuestra casa, desde nuestra escuela, desde nuestra oficina, a todos nos compete, a todos nos corresponde es nuestra obligación cambiar esta situación”.