Por Vania Pigeonutt. Fotos: Margarito Pérez Retana y Sader / Cuartoscuro
El cultivo del maíz está abandonado; ello, pese a que México podría cultivar la suficiente cantidad de maíz para abastecer el consumo a nivel nacional e incluso rescatar sus propias variedades de maíz que cada vez más disminuye su siembra, alerta Elsa Guzmán Gómez, investigadora en Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
La semana pasada, el Senado decretó el 29 de septiembre como Día Nacional del Maíz. La intención de la Cámara alta es resaltar la importancia cultural, alimentaria, económica e internacional del maíz.
Guzmán Gómez, quien en su libro De maíces a maíces. Agriculturas locales, disputas globales, plantea la relación de campesinas y campesinos con el maíz en México, y cómo para beneficiarles, es necesario modificar la cadena de producción que el cultivo representa, en su opinión.
Actualmente, con las políticas tratados de comercio internacional, México es el tercer país en el mundo importador del grano. Este maíz que proviene en su mayoría de EEUU, denuncia la investigadora, representa el consumo de alrededor de 10 millones de toneladas al año.
En suma, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, México es su principal comprador de maíz, arriba de la Unión Europea o Japón.
Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de 2017 alerta sobre la presencia de maíz transgénico en alimentos hechos de este grano.
Los investigadores encontraron maíz transgénico, sobre todo amarillo, en tortillas, harinas y cereales de maíz arrojó que el 82% de los recolectados en supermercados tenían presencia de elementos de semillas modificadas genéticamente; y, tan sólo en las muestras hechas con tortillas, hallaron un 90,4 % de presencia de maíz transgénico.
La investigadora, por su parte, advierte que “es urgente que se reactive el acopio y la comercialización de los maíces nativos a nivel nacional, la reactivación sería la posibilidad de disminuir las compras a Estados Unidos, que es maíz transgénico, sobre todo, que es maíz que está desplazando el cultivo nativo, a los productores locales”. Ello como una forma de combatir la compra al exterior.
Ubica de 2007 a 2008, cuando se dio una crisis alimentaria en donde, de forma paradójica a nivel mundial había mucha producción; los maíces estaban llenísimos y el precio de la tortilla estaba alto.
“Eso en contra de las leyes de oferta y demanda, esto tiene uno de los elementos de la especulación. El almacenamiento del maíz y crear una escasez ficticia”.
De agrocombustibles y maíces nativos
La especialista corrobora que la especulación creó la producción de maíz para agrocombustibles, el aumento de la producción y el consumo del maíz en países como India y China, también fueron dos fueron factores que se fueron acumulando, y que dieron como consecuencia la crisis alimentaria al precio del maíz, y que la tortilla sufrió.
Hay 56 razas de maíces nativos, y para la investigadora no están en un riesgo inmediato de desaparecer, pero de acuerdo con su visión este es el problema central que enfrentan algunos productores:
“No tienen su propio espacio de venta y se va reduciendo el maíz nativo, el maíz campesino a los espacios de autoconsumo. Es un proceso que se ha dado a lo largo de los últimos 20 años, una disminución del maíz nativo, y por otro lado ha aumentado la comercialización, la presencia de transnacionales del maíz híbrido. Todo esto afecta al maíz nativo”.
Para la investigadora el cambio climático puede representar riesgos, realmente tenerlos para el cultivo de maíz, en unos 50 años. “Que el cambio de las condiciones climatológicas implicaría daños en la producción de maíz severos: en la zona Centro, Sur, Sureste de México, la zona de los pequeños productores, y la mayor parte de la producción de maíz nativo”.
El maíz en la cultura
El maíz en la cultura mexicana es preponderante desde la época prehispánica. Los Mayas, por ejemplo, cultura que floreció en los estados del sureste y Guatemala, decían que los hombres provenían del maíz.
Según las páginas ‘Popol Vuh’, el libro sagrado de esta civilización mesoamericana, “De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres…”.
En la actualidad aún se realizan rituales indígenas de petición de lluvias, cuyo símbolo es este cereal, que en algunos casos como los ‘nahuas’ siguen nombrando “Cintéotl o Centéotl”, la diosa del maíz. Estas peticiones de lluvias se realizan en los estados con mayor producción de maíz, como Guerrero, Morelos y Oaxaca.
Un estudio de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural precisa que el consumo de maíz por año, por cada mexicano es de 196 kilogramos de maíz blanco. Las tortillas, que son el alimento básico de los hogares mexicanos, se realizan en todo el país.
Hay que diferentes productos elaborados a base de maíz, desde los ‘tlacoyos’, ‘doradas’, ‘tlayudas’, ‘enchiladas’, ‘pinole’, ‘tamales’, ‘elotes’ (maíz sin procesar) que se venden con limón y chile; algunos de ellos son originales de estados como Guerrero y Oaxaca.
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