* Tras advertencia de que no le permitirían hacer ninguna campaña, el ex gobernador dijo que pretenden convertirse en tribunal electoral
REDACCIÓN /
Ciudad de México, 27 de enero de 2020. El ex gobernador Ángel Aguirre llamó “Los Olvidados” a quienes han participado en los últimos días en los movimientos por Ayotzinapa en relación con el asesinato de dos normalistas en la autopista del sol en 2011 y la desaparición de 43 en Iguala, en 2014, ambos cuando él era gobernador de Guerrero.
En las movilizaciones de estos días en Chilpancingo, maestros de la Ceteg, normalistas y padres de los normalistas desaparecidos han advertido que no permitirán que Aguirre Rivero participe en busca de algún cargo de elección popular, ya que lo responsabilizan de los dos hechos.
En su cuenta de Twitter, Aguirre Rivero respondió que no está intentando participar en busca de algún cargo político aunque es su derecho hacerlo; llamó a sus detractores a la moderación y a que si tienen algún elemento en su contra, lo presenten a las autoridades.
Repartido en tres tuits, Aguirre Rivero difundió el siguiente mensaje:
“Aunque he declarado de manera reiterada que no voy a participar en el proceso electoral por ningún cargo de elección, veo con pesar que algunos integrantes del movimiento Los Olvidados se erigen en tribunal electoral para negarme un derecho que como guerrerense y mexicano tengo, lo cual me parece desafortunado y hasta riesgoso para la democracia.
“Yo invito a mis detractores a que, si tienen algún señalamiento concreto en mi contra por los dos episodios lamentables que ocurrieron durante mi gobierno, los presenten en las instancias legales.
“Entiendo su inconformidad porque no se ha hecho justicia en ambos casos, pero como lo he dicho en varias ocasiones, tengo la conciencia tranquila y soy el primer interesado en que se llegue a la verdad en tan lamentables episodios que mancharon la vida de Guerrero y nos confrontaron con los movimientos sociales.
“Yo no quiero pensar que alguna mano los mueve con interés político, por lo que le invito a la moderación, a ser reflexivos y autocríticos.
“No tengo nada que ocultar, por lo que me pongo a sus órdenes para establecer un diálogo público y respetuoso, que permita resolver todas las dudas que tengan sobre mi actuación”.