* Vázquez Fragoso expresó que hoy solo hay revisiones, desmontes, mediciones y bases para el muro que delimitará a la zona
PAPILLON RUMBO /
Acapulco, 02 de febrero de 2020. Integrantes de la organización Guerreros Verdes comunicaron que son observadores de la legalidad ambiental en las obras de remodelación que los gobiernos estatal y federal iniciaron recientemente en el parque Papagayo y que las protestas de arrendatarios son para conservar privilegios comerciales que fueron acumulando durante varios sexenios.
El activista Rubén Vázquez Fragoso, dijo durante un recorrido en torno al área verde junto a algunos de sus compañeros y al personal responsable de la modernización, que los trabajos llegaron a un nivel de observación local y global en el que el grupo al que pertenece participa porque es parte del Consejo Técnico de este lugar.
“Hemos asistido desde las 7 de la mañana algunos días, firmamos actas informativas si estamos de acuerdo con lo que se hace, si se presentara alguna cuestión diferente al conservacionismo ecológico lo manifestaríamos ante cualquier instancia y ante los medios de comunicación”.
Precisó que en estos momentos lo que se lleva a cabo son revisiones, desmonte, mediciones y bases para colocar el muro que delimitará el parque.
“Están –agregó- preparando la superficie, haciendo un colado para la barda perimetral, el proyecto no registra la tala de árboles, sino recuperar la salud de los que ya viven ahí, actualizar y que se devuelva el cerro que el ayuntamiento ha usado como estacionamiento, nosotros somos vigilantes y la sociedad también”.
Irma Sánchez Viveros, describió que las formas de defensa del parque y del medio ambiente han cambiado durante los casi 30 años de lucha que han desarrollado en Guerreros Verdes y que algunos miembros han salido por atender a sus propios valores.
“Nosotros trabajamos para proteger la ecología, nunca dejamos de denunciar que hubo decadencia y descuido, fuimos escuchados y se está atendiendo el llamado de todos, de este equipo salieron miembros que ahora tienen locales y atienden sus propios intereses comerciales que son respetados”, dijo.
Enfatizó que los bienes naturales y los principios de la agrupación no pueden ser cuantificables en un precio económico.
Incluso, precisó: “Hemos sido cuestionados, pero nuestras acciones pasadas y presentes pueden ser referencia, nos opusimos a la compra de la jaula de un millón y medio de pesos para el jaguar en esa dimensión tan pequeña y nuestras conductas no cambiarán”.
El conjunto indicó que en las últimas reuniones que sostuvieron con los involucrados en los cambios, donde estuvo presente la presienta Adela Román Ocampo, ella misma les participó que los metros y la construcción ocupada por la alcaldía seguirán en préstamo hasta que se haga uso de la propiedad a medio construir ubicada en el centro de la ciudad para mudarse.
Agregaron que respaldan el respeto a todas las formas de vida que existen al interior del parque, seres sintientes que están siendo rescatados por defensores de los derechos de los animales nativos y extranjeros.
El sitio y la arquitectura ecológica de la Cabaña Verde que los promotores ocupan a unos metros de la piñata serán respetados dentro del proyecto.
