* El alcalde recorrió los poblados de Carbonera y Santa Rosa de Lima, en la sierra baja del municipio
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Coyuca de Benítez, 30 de enero de 2022. El presidente municipal Ossiel Pacheco Salas recorrió el sábado los pueblos de La Carbonera y Santa Rosa de Lima, en esta parte serrana del municipio, que colinda con Chilpancingo y Acapulco.
Le acompañaban funcionarios municipales, principalmente del área de Obras Públicas, porque el objetivo era precisamente conocer el sentir de los pobladores respecto a la obra que habrán de realizarse este año en esas comunidades, una vez que se ha definido el presupuesto anual.
La Carbonera es el primer pueblo al que se llega, proveniente de La Providencia, y después está Santa Rosa de Lima.
El primero es un pueblo de campesinos, compuesto por unas 16 familias que habitan ahí, y otras más que tienen terreno pero que han tenido que salir a otras partes a buscar una forma de vida, ya que ahí, para vivir, la gente siembra maíz, frijol, pero no hay otro tipo de oportunidades.
Pacheco Salas fue recibido por la delegada municipal María de Jesús Reyes Bueno y representantes de las familias asentadas en el lugar, quienes le pidieron su ayuda para dos cosas esencialmente: para que este grupo de familias pueda separarse del ejido de Tixtlancingo, al que pertenecen, ya que las autoridades ejidales, afirman, no los toman en cuenta para nada, ni los ayudan, y ya son dos años que los excluyen del programa del fertilizante; la otra petición es que les ayude con la construcción de un tanque de agua para obtener el líquido de uno de los veneros que se encuentran cerca, y se pueda distribuir entre las familias.
El alcalde les ofreció su respaldo y prometió que en la próxima semana se presentaría ahí el director de Obras Públicas, para hacer el presupuesto y el proyecto ejecutivo para la obra, y que invitaría a funcionarios del Registro Agrario para que los asesoren con el tema del ejido. El objetivo, les dijo, es que los pueblos cuenten con el apoyo del gobierno municipal.
En entrevista, la delegada Reyes Bueno señaló que a los habitantes de La Carbonera los gobiernos municipales no les han ayudado. El único servicio que se ha introducido es el de la energía eléctrica, apenas durante la pasada administración que encabezó Alberto de los Santos, y ahora Ossiel Pacheco los ayudará con el agua, y también con la conservación forestal.
Posteriormente, el alcalde se trasladó a Santa Rosa de Lima, que es el segundo y último pueblo en esta ruta, que pertenece al municipio de Coyuca de Benítez. En este lugar, cuyos habitantes aparte de las actividades agrícolas, se dedican a la extracción del mármol -tanto el quiosco como la comisaría están tapizados con este material-, Pacheco Salas se comprometió a apoyar con recursos la protección de los bosques que han iniciado los pobladores, con el concurso de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
«Me vengo a sumar a los esfuerzos que ustedes están haciendo; el mérito es de ustedes, que se han organizado para seguir conservando sus bosques, y van a tener el respaldo siempre del presidente municipal, porque queremos conservar sus árboles porque a partir del trabajo que ustedes están realizando nosotros tenemos agua en la cabecera municipal. Aquí nace uno de los afluentes del río de Coyuca, y uno de los afluentes del río Papagayo, que le da abastecimiento al municipio más importante del estado, que es Acapulco”, expresó, durante una reunión realizada en la cancha pública.
Los vecinos le hicieron el planteamiento de la pavimentación de una calle, y que apoye la gestión ante la Secretaría de Educación Guerrero para la banda de guerra en una escuela del poblado.
En cuanto a la obra pública, Pacheco Salas se refirió a las limitaciones presupuestales. “Van a llegar -dijo- 126 millones de pesos para la obra pública del municipio, pero son más de 130 comunidades y colonias. El recurso es insuficiente para tantas demandas que tienen las poblaciones. La idea es estirar los recursos lo más que se pueda para que alcance para todos, que esta cobija rala alcance para cubrirnos a todos”.
Después de la reunión pública, el alcalde coyuquense sostuvo otra con el presidente del comisariado ejidal, con el comisario municipal y otros habitantes del pueblo. Estos le hacían una petición muy particular: querían pavimentar la calle principal con mármol, aprovechando la materia prima que se produce en el pueblo.
Los funcionarios que iban con él, de Obras Públicas, alertaron al presidente: eso es un despropósito, no es factible porque el mármol sería resbaloso para las llantas de los vehículos y podrían generarse accidentes, dijeron.
-Ah, bueno, nosotros queríamos proponer, y que ustedes como especialistas nos dijeran -comentó uno de los comisarios.
Después del recorrido, el alcalde se retiró con su comitiva de funcionarios: ya llevaban, bajo el brazo, las carpetas con peticiones, con propuestas de las obras a realizar. “Traigo muy bien la gestión de los proyectos; les vamos a ayudar, cuenten con ello. A eso vine”, les dijo el munícipe a los colonos antes de retirarse.
