ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 28 de mayo de 2022.
El 20 de mayo, cuando la estudiante del Cecyteg Yoseline Patricio desapareció en Acapulco, y se generó una movilización que terminó con su aparición con vida, sana y salvo, otra jovencita estaba desaparecida en Chilpancingo, pero su ausencia no fue tan notoria, y aún no vuelve a su casa.
Se trata de Zuzuki Judith Blanco Guzmán, también estudiante, del sistema de preparatoria abierta de la SEG, de 20 años de edad, incipiente reportera en los tiempos que le deja libre el estudio, y artífice de la operación de las redes sociales del semanario Tribuna de Guerrero.
Es hija de la periodista Yolanda Encarnación Guzmán, indígena mephaa originaria de Malinaltepec, que edita en Chilpancingo Tribuna de Guerrero. Zuzuki Judith apenas había empezado a desempeñarse como reportera en sus ratos libres, relata su madre.
Aunque coincidieron en el tiempo, los casos de Yoseline Patricio y Zuzuki Blanco son diametralmente opuestos en cuanto al trato que recibieron de la autoridad. El de la acapulqueña, precedido de una intensa movilización, fue atendido desde el primer día con una intensa labor de rastreo, y generó la intervención directa de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, quien habría encabezado personalmente la búsqueda, de no ser porque la menor apareció.
Zuzuki Judith desapareció el 29 de abril, casi un mes antes que Yoseline. Su desaparición ocurrió después de haber acompañado a su madre al Palacio de Gobierno y luego se separó de ella para tomar una plática en un grupo de autoayuda, pero al cual no llegó. Sus familiares presentaron la denuncia por la desaparición el 4 de mayo, pero fue hasta el 26, es decir, 18 días después, cuando la Fiscalía General del Estado emitió la alerta.
La fiscal Sandra Luz Valdovinos aparece en un video hincada ante la madre de Yoseline, en el momento más intenso de las movilizaciones por su desaparición. En cambio, fue hasta el viernes 27 cuando recibió a la madre de Zuzuki Judith, y eso porque la editora de Tribuna de Guerrero se reunió con la gobernadora y fue esta quien le pidió la atención a la fiscal. No obstante, la fiscal le dio cita hasta para el próximo martes para darle seguimiento a la investigación, es decir, cuatro días después de atenderla y 26 días después de que fue denunciada la desaparición. Mientras, el tiempo corre y se sabe que en estos casos cada día, cada hora, cada minuto, es importante.
El miércoles 25, un grupo de reporteros hizo una manifestación en la sede de la Fiscalía, en Chilpancingo, para protestar por la pasividad de las autoridades para realizar esta búsqueda, y fue entonces cuando la titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Cecilia Narciso Gaytán, tuvo su primer acercamiento con los familiares.
Fue a raíz de esa protesta, que se emitió la ficha de búsqueda. Hasta ahora, a Yolanda Encarnación, la madre, solo le han dicho que su hija fue vista cerca de las oficinas del PRI -que no están muy lejos del Palacio de Gobierno-, pero solo ha sido de palabra, pues ni los vídeos le han dejado ver.
Lo cierto es que hasta el momento Zuzuki Judith sigue sin aparecer y el tiempo está corriendo. Lo interesante sería saber qué está pensando hacer la autoridad, si piensan solo en una labor de escritorio o si van a buscar coordinarse con los otros niveles de gobierno, específicamente el gobierno federal, como hicieron en Acapulco, para realizar un trabajo conjunto que lleve a saber dónde está y regresarla a casa con sus familiares.
En en caso de Yoseline, hubo voces que dijeron que solo se intensificó su búsqueda porque estaba en puerta el Tianguis Turístico.
Es momento que las autoridades demuestren que no es así, que la vida humana y las personas son lo que importa.
Zuzuki Judith es una periodista de novísimo cuño. Un poco antes de su desaparición participó en dos reuniones de periodistas con el delegado federal Iván Hernández. Ahí están las fotos que la muestran a su vez, con su madre, tomando fotos del encuentro.
Desde el 29 de abril no se sabe nada de ella. Y la queremos de vuelta en su casa. No es, al final, pedirle a la autoridad nada que no puedan hacer. Ya lo demostraron en Acapulco. Su actuación en ese caso, el de Yoseline, debe ser la norma, no la excepción.