* Que esta puerta que se abre, no se vuelva a cerrar, pide Alejandro Encinas
* Las zonas militares 27 y 35, de Acapulco y Chilpancingo, y el Campo Aéreo de Pie de la Cuesta, entre los que serán revisados
REDACCIÓN /
Ciudad de México, 22 de junio de 2022. El gobierno de la República inició esta mañana la apertura de las instalaciones y archivos militares para investigar la guerra sucia y la represión contra luchadores sociales y movimientos guerrilleros durante los años 1965 a 1990.
En un evento encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, dijo que este es “un día inimaginable hace poco más de tres años”, en el que “se abre la puerta a una nueva etapa en el país, que busca allanar el camino para cerrar una herida que se mantiene abierta y saldar una deuda con la memoria, la verdad y la justicia”.
Sin embargo, dijo que “es preciso mirar de frente a nuestra historia para poder reconocernos en ella y abrir una ruta de cambio y de ruptura con un pasado doloroso. El no ser capaces de hacerlo se corre el riesgo de que nuestro actuar no dignifique a las generaciones que nos antecedieron en la lucha por la democracia y la justicia en nuestro país”.
En su carácter de presidente de la Comisión de Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y la Justicia de los Hechos Ocurridos entre 1965 y 1990, Encinas Rodríguez dijo que se reconocen las luchas y movimientos sociales ocurridos por esos años en el país, la sierra de Guerrero y en el magisterio, de los estudiantes universitarios y normalistas, la lucha por la libertad de prensa y quienes “ante la cerrazón de un régimen autoritario, empuñaron el idealismo de construir un mejor país”.
En la ceremonia, que se llevó a cabo en el Campo Militar Número 1, considerado la sede nacional de la represión contra los movimientos guerrilleros, estuvieron presentes la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaun, el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, así como sobrevivientes y familiares de víctimas de la guerra sucia. En representación de estos últimos, estuvieron Micaela Cabañas, hija de Lucio Cabañas; y Alicia de los Ríos Merino, cuya madre, llamada igual, fue detenida y desaparecida en 1978.
Encinas señaló que en el Campo Militar Número 1 “se instaló una de las agrupaciones represivas más temidas en el país: la Brigada Blanca”. Dijo que desde este lugar se instrumentó el plan Telaraña, para combatir a los movimientos sociales encabezados por Lucio Cabañas y Genaro Vázquez. Aquí, reseñó, estuvieron detenidos y desaparecidos Amanda Arciniega, Ezequiel Barrientos, Ismael Bracho, Micaela Cabañas, Álvaro Cartagena, Cirilo Cota, Alicia de los Ríos, Hilda Flores, Ramón Galaviz, Leticia Galarza, Malón Hernández, José Luis Moreno, Elda Narváez, Rafael Ramírez, entre otros opositores al gobierno.
Explicó que se revisarán los archivos de la Sedena, y las instalaciones militares donde presuntamente se cometieron violaciones graves a los derechos humanos. El plan considera, entre otros, los siguientes puntos: realizar acciones de reconocimiento, búsqueda e investigaciones en instalaciones militares como el Campo Militar Número 1; acceder a instalaciones y solicitar archivos y documentos para las investigaciones sobre estos hechos, en las zonas militares 5 y 42 de Chihuahua; 7 de Nuevo León; la 9 de Sinaloa; la 15 de Jalisco; 27 y 35 de Guerrero; y la 28 de Oaxaca, así como los archivos de unidades de las fuerzas Armadas como el Estado Mayor de la Sedena, de la Policía Militar, del Batallón de Fusileros Paracaidistas, del Segundo Batallón de la Policía Judicial Federal Militar, de la Base Aérea Militar de Pie de la Cuesta, y el Estado Mayor Presidencial.
Dijo que se harán entrevistas y testimonios de personal militar que cuente con información de los hechos, y se llamará a personal activo y en retiro de las Fuerzas Armadas para cfomprender lo que sucedió y conocer el paradero de los desaparecidos.
Se recogerán víctimas de derechos humanos en instalaciones militares.
Las instalaciones no solo serán para los de la Comisión, sino para las víctimas que hayan estado en esas instalaciones.
Encinas demandó que la Fiscalía General de la República acompañe a los esfuerzos de la Comisión, y reactive las 245 carpetas de investigación sobre la guerra sucia, que hoy están en la congeladora.
“La principal reparación a las víctimas, es que haya justicia en el país, que nunca más nadie sea perseguido por su forma de pensar, por sus convicciones filosóficas, su creencia religiosa, su preferencia sexual, su forma de vestir o por la música que escucha; que nunca más nadie busqeu la vía de las armas para ejercer sus libertades políticas y su derecho a transformar las formas del gobierno; aque nunca más la intolerancia enfrente al pueblo con las Fuerzas Armadas. Buscamos la verdad como un acto de memoria y de jsutica, que permita la reconciliación, y que nunca más se vuelva a repetir este capítulo oprobioso de nuestra historia, y que la puerta que hoy se abre, no se vuelva a cerrar”, señaló.