El periodismo indígena no es una versión romántica del periodismo convencional ni folklorista, como lo venden los medios corporativos que pretenden ser indigenistas, aunque en su línea editorial reproduzcan el clasismo y el extractivismo cultural. El periodismo indígena plantea construir un cambio verdadero del paradigma en el quehacer de la comunicación
KAU SIRENIO /
El periodismo indígena es una herramienta para visibilizar a pueblos y comunidades desde su cosmovisión y estructura comunitaria, así como replantear el futuro de las lenguas maternas. El quehacer periodístico es el puente para fortalecer la cultura y la promoción de los derechos humanos.
En la agenda del periodismo indígena deben de estar los espacios virtuales que se involucran con territorio histórico, lugares legítimos de pueblos y comunidades, así como compartir experiencias, problemas y aspiraciones en el ámbito de la comunicación y la formulación de planes y estrategias de desinformación.
La prioridad debe ser el servicio de los intereses de las comunidades indígenas. Dignificar el escenario virtual en el que el periodismo indígena tiene como objetivo principal la construcción de una plataforma capaz de encaminar y articular esfuerzos a escala local, regional e internacional.
O sea, el periodismo indígena será el puente para contar las experiencias entre el mundo indígena y no indígena, pero en sus propios códigos lingüísticos y no en lenguas prestadas como ha sucedido hasta ahora, donde los periodistas de la ciudad hablan de los indígenas e interpretan o desinforman el contexto de las comunidades.
Luego entonces, el compromiso del periodismo indígena es una iniciativa de los periodistas indígenas de promover técnicas y métodos de comunicación desde las cosmovisiones y culturas de pueblos y comunidades. Así como informar los sucesos en que los sectores sociales están inmersos: el movimiento de los pueblos afrodescendientes y las comunidades campesinas.
Durante años las corporaciones periodísticas (racistas y clasistas) alimentaron el mito de la neutralidad periodística; sin embargo, esta creencia de los medios convencionales se desvanece. De ahí, el periodismo indígena debe estar de lado de las distintas luchas que pueblos y comunidades indígenas emprenden en contra de la opresión histórica. Así como lo definió De Sousa Santos: “Colonialismo, neocolonialismo, capitalismo, imperialismo, neoliberalismo que trataron de aniquilar sus culturas y diferencias”.
El matiz de periodismo indígena no es una versión romántica del periodismo convencional ni folklorista, como lo venden los medios corporativos que pretenden ser indigenistas, aunque en su línea editorial lo único que reproducen es el clasismo y extractivismo cultural. El planteamiento del periodismo indígena es construir un cambio verdadero del paradigma en el quehacer de la comunicación.
En la actualidad, el desarrollo del periodismo indígena se enfrenta a desafíos y obstáculos que van desde lo económico, la formación de los reporteros, locutores y presentadores de la información en prensa escrita, radio, televisión, cine e internet. La tarea no es sencilla, pero tampoco es imposible. Es cuestión de empezar a tejer redes entre los comunicadores indígenas.
Planear la cobertura a corto plazo tiene que superar las dificultades que se presentan en la producción, organización y coordinación de los medios de comunicación de los pueblos y comunidades indígena. Apropiarse de espacios virtuales estratégicos en distintas plataformas digitales para informar los acontecimientos importantes en que están involucrados los indígenas y afrodescendientes.
Además, el periodismo indígena tiene que incidir en las agendas controladas por los medios corporativos de comunicación, para romper con los mecanismos mediáticos que reproducen el racismo, los guiones informativos y contenidos, no sólo respecto de los temas relacionados con la vida comunitaria, sino también temas de interés público.
Para conseguir la meta se debe fortalecer el periodismo indígena desde la pluriculturalidad e interculturalidad. El nuevo periodismo indígena tiene que pisar las aulas de las universidades para formar nuevas herramientas en las ciencias de la comunicación para que la información no sea una improvisación.
Es necesario definir nuevos elementos teóricos que permitan renovar las ciencias de la comunicación para cambiar la narrativa impuesta hasta ahora. La defensa y promoción de nuevas prácticas en la construcción de medios indígenas de comunicación debe fincarse en un nuevo tipo de periodismo, más incluyente y menos clasista.
Si no somos capaces de cuestionar las dinámicas actuales de los medios corporativos de comunicación, que se dedican a concentrar el capital y monopolizar la información, corremos el peligro de mirar una sola cara de la moneda. La apuesta es desafiar la monoculturalidad para construir el periodismo de pueblos y comunidades indígenas, donde entremos todos.
Este artículo se publicó en Pie de Página, un portal periodístico independiente, conformado por una red de periodistas nacionales e internacionales expertos en temas sociales y de Derechos Humanos. Se reproduce para los lectores de La Plaza con autorización del autor.