* Ciudadanía considera que los recursos deberían haberse destinado a la reconstrucción y a necesidades básicas como el agua potable y la seguridad
REDACCIÓN /
Acapulco, 23 de octubre de 2024. La reciente colocación de una escultura conmemorativa por parte del gobierno municipal de Acapulco, ha generado una ola de rechazo entre la ciudadanía. La escultura, que pretende recordar el paso devastador del huracán Otis, ha sido vista por muchos como una burla hacia las familias que perdieron seres queridos y hacia todos los acapulqueños que sufrieron las consecuencias del desastre.
La efigie pretende emular la forma del ojo del huracán y las bandas nubosas en forma de hélice y está colocándose en el llamado Paseo del Pescador.
Durante una transmisión en vivo realizada la noche del martes 22 de octubre por el periodista Ernesto Caballero para el periódico Última Hora de Guerrero, las y los ciudadanos expresaron su indignación y frustración, señalando que la escultura es un recordatorio innecesario de una tragedia que aún está fresca en la memoria colectiva.
Los comentarios
La usuaria Jannet Rodriguez expresó: «¡Qué estupidez! Como si no hubiera en qué invertir. A muchas personas les causó trauma, y hacer una escultura, ¡Por Dios!». Este sentimiento fue compartido por muchos otros usuarios que consideran que los recursos deberían destinarse a la reconstrucción y mejora de la infraestructura del puerto, que sufrió daños multimillonarios.
Lilia Pérez también criticó duramente la decisión, diciendo: «Al rato les van a hacer esculturas a los delincuentes y a la tía Abelina que tienen destruido todo Acapulco». Varios comentarios siguen esa tónica de percepción de que la administración municipal no está priorizando adecuadamente las necesidades de la comunidad.
La falta de agua potable y la necesidad de reparar las calles fueron temas recurrentes en los comentarios. SalGar Laurys comentó: «Hay otro tipo de prioridades, Abelina invierte en la infraestructura. Queremos el servicio de agua y la inseguridad está peor cada día».
El huracán Otis no solo afectó la zona turística de Acapulco, sino también las áreas urbanas, suburbanas y rurales del municipio, así como otros municipios cercanos como Coyuca de Benítez. La devastación fue generalizada, y en los comentarios muchos ciudadanos expresaron sus sentimientos de que la escultura es un recordatorio doloroso de las pérdidas sufridas.
La opinión mayoritaria va en el sentido de que se prioricen las necesidades básicas y la reconstrucción de la infraestructura antes de invertir en monumentos que, según ellos, no aportan ningún beneficio tangible a la comunidad.