El Día de Muerto se mantienen gracias a ese viaje circular, donde los muertos viajan al inframundo y regresan al mundo terrenal para estar con los vivos. Esta migración al más allá deja recuerdos difíciles de borrar en el corazón de los vivientes
Por Kau Sirenio Pioquinto
En el mundo Ñuu Savi las persona no muere sino que emprende el viaja al inframundo para reencontrarse con sus familiares y desde ahí cuidar a los vivos terrenales; para esa travesía la familia prepara el cuerpo para iniciar la odisea: Un perro, tortillas, agua, hilo y aguja de coser, así como monedas y una rama de flor de caloxóchitl.
Para el largo camino, el difunto lleva lo necesario para no tener complicaciones, por ejemplo, un perro servirá para cruzar al río y guía del viajero; las tortillas y agua para la alimentación catas llegar al destino y si tiene problema con la ropa, lleva hilo y aguja para zurcir la vestimenta; y por último, lleva monedas para pagar la deudas por si dejó una cuenta pendiente.
Mientras que la rama de flor de caloxóchitl le servirá de bastón para seguir caminando en su travesía por reencontrarse con los familiares; todo lo que lleva consigo es para llegar al inframundo, es por eso que para el regreso al mundo terrenal cada 30 y 31 de octubre que es el día de muerto de los pueblos y comunidades indígenas.
Es por eso que los vivos se preparan con incienso, flor de cempaxuchitl, frutas, comidas y agua para recibir a los visitantes que vienen desde más allá de la tierra; además la comunidad se prepara para recibirlos con musica de viento y rezo colectivos, pero este encuentro es cada años.
Para el reencuentro, ahora, cada 2 de noviembre, día que llegan los muertos, un sacerdote indígena (orador o rezandero) habla con mucho fervor con los visitantes, e inicia así.
–Kumi tutun ve’e. Kumi tutun Ñuu. Ka’an yu xi’in ndo’o na taku ini, xikan yu ña va’a xi’in ñuu. (Cuatro esquinas de la casa, cuatro esquinas del Pueblo. Hablo con ustedes, señores de alma viviente, para pedirle que haya bien para el pueblo).
El sacerdote pide igual para todos: serviciales y autoridades comunitarias, niñas y niños, mujeres embarazadas, músicos, estudiantes, ante el aumento de la migración en comunidades indígenas, ahora el orador pide por los migrantes que se encuentran fuera de sus comunidades; pero además, pide a los difuntos que reciban a los que murieron en el año de la celebración.
Todas las madrugas que dura el novenario el orador platica con los muertos, mientras que en las bancas de la capilla del altar mayor, los músicos tocan melodías fúnebres. Despedida y Dios nunca muere, son algunos cánticos que la banda acompaña con esa trompeta quejumbrosa que hace que el dolor y sentimiento regrese de nuevo en los panteones.
El Día de Muerto se mantienen gracias a ese viaje circular, donde los muertos viajan al inframundo y regresan al mundo terrenal para estar con los vivos. Esta migración al más allá deja recuerdos difíciles de borrar en el corazón de los vivientes.
Esta fiesta entre los vivos y los muertos se mantiene viva a pesar de la migración de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas hacia todo el mundo; sin embargo la ausencia en la comunidades de origen no los desarraiga de la celebración del día de muerto, porque saben de sobra que por más lejos se encuentren algún día regresarán a sus pueblos para que desde ahí emprender el largo viaje al inframundo.
Así las cosas, ojalá que la migración de los muertos al inframundo y la de los vivos hacia todo el mundo, ayude para que los migrantes indígenas y no indigenas vivos encuentren solidaridad en sus caminos y puertas abiertas en cualquier rincón del mundo; mientras que la migración de los muertos no se incremente ante la ola de violencia que azota sobre todo al territorio indígena.
Que en este reencuentro, pidamos a los visitantes que nos ayuden a encontrar la fórmula para contener la destrucción del territorio indígena por fenómenos naturales, que la violencia de grupo civiles armados cesen; que las mujeres sabias que vienen de visita ayuden a pensar como crear espacio de un mundo libre de violencia para las mujeres vivas.