* Marchan organizaciones en Acapulco para recordar la matanza de 17 campesinos en el gobierno de Rubén Figueroa Alcocer
REDACCIÓN /
Acapulco, 28 de junio de 2017. Han pasado 22 años de la matanza de Aguas Blancas y todavía persiste “una política de exterminio” donde luchadores sociales y periodistas por igual están siendo desaparecidos, asesinados y amenazados para evitar que sigan denunciando la situación que prevalece, denunciaron dirigentes de organizaciones sociales.
Al conmemorar el aniversario del asesinato de 17 campesinos por parte de la policía estatal durante el gobierno de Rubén Figueroa Alcocer, cerca de un centenar de activistas marchó de manera simbólica desde Puerto Marqués hasta la sede de la Promotora Turística, oficina donde despacha el gobernador Héctor Astudillo Flores.
Julio Mata Montiel, vicepresidente del Frente Mexicano Pro Derechos Humanos (Fremexdehu), recordó que los campesinos masacrados hace 22 años se dirigían desde Tepetixtla a la cabecera municipal de Atoyac para demandar la presentación con vida del dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Gilberto Romero Vázquez, desaparecido en ese municipio durante el gobierno de María de la Luz Núñez Ramos.
En el trayecto, cuando pasaban a la altura del vado de Aguas Blancas, las dos camionetas de pasajeros en las que iban junto con campesinos que viajaban para arreglar otros asuntos, fueron interceptados por policías estatales que abrieron fuego contra ellos.
Ahora, dijo, han pasado más de 20 años y el caso sigue en la impunidad total, de la misma manera en que otros han quedado en el olvido. Demandó que el fiscal Xavier Olea Peláez ofrezca resultados a la ciudadanía porque, dijo, la gente ya no aguanta más. También llamó la atención sobre la desaparición en noviembre pasado, de los luchadores sociales César Suárez Cisneros y Ramiro Galindo Salomé, quienes acompañaban al líder transportista Juan Mendoza Tapia y su esposa Carolina Santos Delgado, quienes fueron asesinados.
