GABY CARMONA ASTUDILLO /
Acapulco, 05 de mayo de 2022.
La alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, es una persona bien intencionada, confía mucho en lo que le dicen sus colaboradores, quienes son al final del día, los que la meten en situaciones difíciles de borrar.
Abelina es una líder nata, que sabe operar en la base militante, y es a ellos a los que dirige su mensaje, porque sabe que ahí está la fuerza de su movimiento a favor de Andrés Manuel López Obrador.
Es cierto que la alcaldesa de Acapulco ha sido atacada en las redes sociales todos los días y en todo momento por sus adversarios, un día le pegan y al otro también, por temas añejos, la recolección de la basura, el agua potable y la inseguridad pública que han vivido los acapulqueños en los últimos cinco presidentes municipales que han gobernado Acapulco.
A los problemas que tiene Acapulco, los gobiernos pasados solo le dieron mejoralitos para calmar el dolor, pero no para atacar a la enfermedad que ha presentado Acapulco desde hace 15 años, de ahí que el gobierno de Abelina López, y por ende de Morena al poder municipal por segunda vez, enfrenta un reto difícil, verdaderamente difícil.
La alcaldesa de Acapulco vive momentos críticos ante los ojos de sus adversarios políticos, sin dejar los que tiene dentro de su gobierno y en su propio partido, la mayoría opera desde las redes sociales. Sin embargo, en las últimas horas la alcaldesa ha informado que su gobierno pagó el parque vehicular que adquirió en sus primeros días de gobierno, una excelente noticia, lo que significa que Acapulco cuenta ya con un parque vehicular propio para la recolección de la basura.
Ojalá su coordinador de los servicios públicos municipales se active y redoble el trabajo para que se retire la alerta sanitaria que se generó paradójicamente cuando ocupaba un cargo similar en el gobierno pasado.
Otra de las noticias que dio la alcaldesa a través de su red social fue la firma de un convenio con el Issspeg para pagar adeudos de gobiernos pasados. Asegura que su gobierno ha cumplido a cabalidad.
En medio año de gobierno, Abelina López Rodríguez pagó al SAT 580 millones 982 mil 816 pesos, muchos dirán que esa es una responsabilidad, lo cierto es que con ello demuestra responsabilidad en el ejercicio de gobierno.
Aunque algunos le critican su forma de hablar y no le perdonan una, la alcaldesa tiene claro que este primer año de gobierno es para ordenar las finanzas públicas, sin descuidar el ejercicio político y estar más cerca de las personas que la han apoyado siempre, con cargo o sin él, sabedora que hoy más que nunca Andrés Manuel López Obrador requiere tener el respaldo del pueblo y en eso Abelina sabe tocar muy bien ese son. De ahí que la mayoría de sus discursos van dirigidos a los que menos tienen, los que siempre han estado marginados, hoy los apoyos llegan de forma directa a sus manos sin intermediarios.
No debe sorprender que su gobierno busque mandar al buró de crédito a los morosos, quizá el mensaje va dirigido a los que viven en zonas residenciales y pagan el servicio como si vivieran en colonias populares, misma situación pasa con el pago de catastro, ahí en esas zonas residenciales está la mina de oro que el ayuntamiento debe enfocar su mirada, no en las colonias populares como lo han difundido sus adversarios.
Acapulco tiene muchos males, dejados por cinco gobiernos pasados, en siete meses de gobierno nadie va a resolver esos males dejados, por muy chucha cuerera que sea o se sienta. Abelina lleva su ritmo y en ocasiones le mueven mucho el tapete, en el asunto de la inseguridad pública, lo cierto es que a su gobierno solo le toca la prevención del delito, algo que muchos parecen haber olvidado y pretenden endosarle la factura.
Por lo pronto, Abelina camina a paso seguro, a veces con tropiezos y declaraciones desafortunadas, sin embargo, está claro que es una persona confiada y bien intencionada, lleva su ritmo y va a su paso, toma las críticas de quien vienen, sabedora que México y Guerrero cambió, y Acapulco no es la excepción a la regla. Así de sencillo. Veremos qué pasa.
