Compartir

 

* “Vienen tiempos de cambio”, les responde el ex dirigente empresarial

REDACCIÓN    /

 

Acapulco, 16 de mayo del 2018.- Entre orden y orden de tacos, vasos de agua de jamaica y el exquisito olor de la barbacoa, Joaquín Jacko Badillo fue empapándose de historias.

Doña Luz le contó de lo difícil que ha sido para ella sacar adelante a sus hijos, de los pocos ingresos que deja la vendimia «porque todo está caro», pero también de la fe que tiene en que las cosas pueden cambiar.

Invitado por el líder natural Goyo Calderón, Jacko Badillo convivió con habitantes de las zonas más marginadas de Acapulco, allá donde no solo se vive entre el miedo por la violencia y la delincuencia, sino también se libran batallas todos los días contra el hambre y la miseria.

En la colonia Postal, la 18 de Enero y en Casitas de San Agustín, el empresario acapulqueño constató las graves carencias de agua  potable, de alumbrado  público, recolección  de basura, pavimentación  de calles y  andadores, drenaje y otros  servicios, que se viven en esos lugares.

En Los Órganos, transportistas de diferentes modalidades también le expusieron la problemática que enfrentan por el aumento a la gasolina producto de malos gobiernos, la delincuencia que los trae a raya y no los deja trabajar en paz, y para colmo, absurdos operativos policiacos que para  lo único que sirven es para sacarles dinero.

«No es justo que a la gente se le pegue en donde más le duele, que es su bolsillo», expresó ahí.

Jacko Badillo los escuchó, tomó nota y les dio un mensaje de aliento y esperanza.

Y con doña Luz, la señora de los tacos, lo mismo que con las demás señoras, los niños y jóvenes a los que ayudó a servirles sus tacos mientras transcurría la plática ahí en la entrada de Casitas, compartió el anhelo que permea en todo Acapulco: «Vienen tiempos de cambio, jefa».

Y mientras llegan, esta vez los tacos corrieron por su cuenta.

Compartir:

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here