- Dice el vocero Marco Antonio Suástegui que guardarán por un tiempo los machetes para dedicarse a la producción no únicamente agrícola
- Entablan acuerdos con Tosepan, la cooperativa indígena más grande de América Latina, para producir y exportar teja y tabiques de barro
- Se han unido 30 de las 42 comunidades que conforman los bienes comunales, dice Suástegui
- En 20 años de acoso por la presa, no nos han dado tiempo para ver que tenemos una riqueza en el río Papagayo, señala
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 11 de junio de 2024. Tras 21 años de haber iniciado la lucha contra la presa La Parota, el Cecop ha decidido “guardar los machetes por un rato”, dice su vocero Marco Antonio Suástegui Muñoz, y convertirse en una asociación civil dedicada a la producción, que llevará por nombre Consejo Indígena y Mestizo para el Desarrollo Rural y Ambiental en los Bienes Comunales de Cacahuatepec, Coindra, AC.
Entrevistado a orillas del río Papagayo, sede del movimiento que entre 2003 y 2012 concitó uno de los movimientos sociales más importantes de América Latina, Suástegui insistió en exigir al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero también al que encabezará Claudia Sheinbaum Pardo, la cancelación definitiva de lo que fue llamado “el proyecto de la muerte”, pues dijo que hasta el momento la presa solo está suspendida.
El proyecto de la presa La Parota empezó a concretarse durante el gobierno del panista Vicente Fox, pero la oposición de los pueblos, que originó apoyos de organizaciones nacionales e internacionales, que atrajo la presencia de relatores de la ONU, hizo que fuera declarada cancelada durante el mandato del otro panista, Felipe Calderón Hinojosa. Sin embargo, durante todo el gobierno del priista Enrique Peña Nieto, año con año se le asignaba un presupuesto como si fuera un proyecto pendiente, lo que dejó de ocurrir a la llegada del morenista Andrés Manuel López Obrador en 2018.
“La presa -dice Suástegui en la entrevista- quedó sepultada desde el primer momento en que las compañeras y compañeros de Cacahuatepec dijimos la tierra no se vende, la tierra se ama y se defiende. No a la presa La Parota. Desde el primer momento supimos que era un proyecto depredador, un proyecto que venía no solamente a dañar al medio ambiente sino a la gente directamente. En un sentido social, la presa no es deseable; ambientalmente no es sustentable; y económicamente no era rentable”.
Tras seis años de que el tema ha dejado de verse como una amenaza permanente, los bienes comunales de Cacahuatepec empezaron a enfrentar otros problemas, como la incursión de la Upoeg, los enfrentamientos con los ladrilleros que explotan el río Pagapayo. Ahora, dice su dirigente, es momento de ir a una nueva etapa, ya no solo para una producción agrícola, sino aprovechar otros recursos, como el barro para tabique y para teja.
“Nos han criticado mucho, que estas tierras no sirven, que son tierras ociosas, que para qué las queremos. El Cecop en estos 20 años de lucha, se ha ocupado de defender la tierra y no nos hemos dado tiempo para mirar que tenemos una riqueza. Vuelvo a insistir: donde hay agua hay vida, entonces aquí está el agua del río Papagayo. ¿Qué vamos a hacer ahora? Estamos organizándonos con 30 comunidades de los bienes comunales de Cacahuatepec, estamos pensando en dedicarnos totalmente a la producción y cuando digo a la producción, no me refiero solamente a la producción agrícola, la del maíz, que es para el autoconsumo, a la producción de Jamaica, a la producción de frijol, a la producción de limón, de coco, de mango, de carne y leche, pero también hay otra producción que no es la agrícola. Aquí tenemos mucho material: barro bueno, donde grandes estudiosos estos últimos meses después del Otis han venido a hacer pruebas y hemos constatado que las construcciones hechas de barro de Cacahuatepec duran más de 500 años. ¿Qué vamos a iniciar? Una especie de bio construcción, con tabique rojo recocido, con un adobe reforzado, con una teja hecha en los bienes comunales de Cacahuatepeac. Ya iniciamos ahorita la construcción con 100 mil tejas, ya empezamos la construcción de viviendas. Allá en Acapulco el huracán Otis les voló esas láminas, que solamente duran cinco o 10 años, acá no las voló, ¿por qué? Porque es un material resistente, y la teja te dura más de 100 años”.
Para concretar esta idea, explicó que los pueblos organizados han buscado el asesoramiento de la cooperativa Tosepan, que se define como un movimiento cooperativo indígena que habita en las comunidades de la Sierra Nororiental de Puebla y que, fundada en 1971, trabaja en la producción agrícola orgánica, en proyectos económicos como una caja de ahorro y turísticos. Con ellos, dice Suástegui, iniciarán acuerdos para impulsar en los bienes comunales la transformación del Cecop en Coindra AC.
“Ellos son grandes productores y exportadores de sus productos. Acá hay buenos artesanos también. Entonces estamos viendo la posibilidad de que el Cecop se constituya en una nueva empresa, en una nueva cooperativa que se va a llamar Consejo Indígena y Mestizo para el Desarrollo Rural y Ambiental en los Bienes Comunales de Cacahuatepec, eso va a ser Coindra, AC, eso va a ser el Cecop. Se va a transformar el Cecop”, dice.
Aclara, sin embargo, que “eso no quiere decir que abandonemos la lucha, no, Coindra también se va a dedicar a reforzar la lucha del Cecop, pero que no nos digan muertos de hambre, porque no somos muertos de hambre, somos campesinos dignos. No tenemos la oportunidad, no hemos tenido la oportunidad de producir, porque nos han tenido con el yugo en el cuello esos gobiernos priistas, panistas, caciques, y por eso ahora vamos a iniciar este proyecto partiendo de un punto principal: con el agua todo, y sin el agua nada. Tenemos que hacer llegar el agua del río Papagayo a las viviendas, primero que nada, para el agua doméstica, para el consumo humano, y en segundo lugar tenemos también que hacer llegar el agua del río Papagayo para hacer grandes regadíos, para hacer parir a la tierra. Aquí está el agua, aquí está la mano de obra, aquí están las tierras, solamente nos falta ese empujoncito y esa visión que a veces nos hace falta, para que no nos digan que estamos pobres porque queremos. No, vamos a meterle a la producción y en unos cinco o 10 años, se va a ver un cambio en los bienes comunales de cacahuatepec”.
-¿Es una nueva etapa del Cecop?
-Es una nueva etapa del Cecop, sin olvidar la lucha social, sin olvidar que los machetes los vamos a guardar por un rato, porque la presa si bien es cierto está suspendida, mas no cancelada. Entonces la exigencia es para el gobierno que se va, de Andrés Manuel López Obrador, y el que viene, de Claudia Sheinbaum, de que cancelen definitivamente la presa La Parota, porque la presa está sepultada.