RAÚL SÉNDIC GARCÍA ESTRADA /
Acapulco, 20 de noviembre de 2019
El martes 20 de noviembre, fue localizado sin vida el activista y luchador social, Arnulfo Cerón Soriano, su cuerpo fue localizado bajo toneladas de tierra en el Paraje El Ahuaje, del Tramo Carretero Tlapa-Igualita, específicamente en el punto conocido como Los Tres Postes, o la Colonia Nueva Esperanza, al fondo de una fosa clandestina.
El defensor de los derechos humanos murió a los 47 años de edad y dejó en la orfandad a cuatro hijos.
Arnulfo Cerón Soriano desapareció 40 días antes, precisamente el 11 de octubre, cuando salió de su domicilio particular en la Colonia Lázaro Cárdenas, teniendo como destino una reunión de Alcohólicos Anónimos, en la Colonia Caltitlán, como lo hiciera en los últimos 10 años.
Posterior a su desaparición se hizo una búsqueda y movilización tanto en la Montaña de Guerrero, como en Chilpancingo y en la Ciudad de México. Para dar a conocer este agravio, organismos internacionales se pronunciaron por la búsqueda y rescate de Cerón Soriano. Fueron semanas de movilización de ciudadanos de Tlapa que tomaron el Ayuntamiento dada la sospecha o presunción de estar implicadas autoridades municipales en estos hechos inefables, pronunciándose en contra de su desaparición y exigiendo su presentación con vida; se movilizaron familiares, activistas y defensores de los derechos humanos, que en una acción de urgencia hicieron bloqueos carreteros, del Ayuntamiento de Tlapa, jornadas culturales y marchas, para rescatar con vida a aquel abogado que desde muy joven emprendiera una lucha por la defensa de los derechos humanos en el corazón de La Montaña de Guerrero, al participar desde muy joven en el Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan.
En esta búsqueda también participaron las comisiones estatal y nacional de Búsqueda, el Frente Popular de la Montaña y el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
Presuntos implicados en estos hechos, después de ser detenidos, ubicaron ante la autoridad el lugar en que fue sepultado el activista, luchador social y defensor de los derechos humanos, quien el martes 20 de noviembre, fue ubicado por la Fiscalía General de Justicia del Estado; hoy los Defensores de los Derechos Humanos y los habitantes de Tlapa, exigen justicia.
La búsqueda para lograr rescatarlo con vida fue muy lenta y tortuosa, dado que no se establecieron los protocolos de actuación y no se le dio suficiente celeridad y apremio a la investigación. Hoy las organizaciones como el Frente Popular de la Montaña y el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, exigen justicia y mejorar las condiciones de seguridad para los defensores de derechos humanos.
En estos hechos, permeó la solidaridad de ciudadanos y activistas y en un hecho sin precedentes, la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos en México, declaró a Arnulfo Cerón Soriano, como un gran defensor de la vida, por lo que urgió a las autoridades para dar con su paradero. Hoy enfrentamos la triste realidad de su muerte, por lo tanto exigimos que esta pérdida no quede en el olvido, que se haga justicia y no permitir nunca más, las desapariciones.
Arnulfo deja un hueco difícil de llenar en la lucha por los derechos del pueblo; ya nunca más se escuchará su voz firme, en contra del abuso de poder.
Para localizarlo, se inició una pesquisa en seis sitios y en esa búsqueda las autoridades encontraron 40 restos óseos, pero falta por concretarse una verdadera investigación del móvil del crimen.
En su búsqueda participaron la Subsecretaría de Derechos Humanos adscrita a la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, la Comisión Nacional de Búsqueda, la Comisión Estatal de Búsqueda y la Fiscalía General del Estado, el Frente Popular de la Montaña y el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
El Antropólogo Abel Barrera Hernández, director de Tlachinollan, describió con oportunidad la trayectoria de Arnulfo Cerón Soriano, sus vivencias junto a la marginación, la pobreza, la violencia, aquella trilogía que afecta a gran cantidad de habitantes de la zona de La Montaña de Guerrero.
El director de Tlachinollan relata los sacrificios de Arnulfo para sacar adelante a su familia y estudiar la licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Guerrero, además de su participación en el Movimiento Popular y en la defensa de los derechos humanos, sus desencuentros con el alcalde de Tlapa, las amenazas que sufrió por su participación social, sus críticas a la mala distribución del fertilizante, su lucha a favor de los comerciantes establecidos en el Centro de Tlapa.
La pregunta que nos hicimos ¿Dónde está Arnulfo? Tuvo respuesta el 20 de noviembre. Al encontrar su cuerpo, había sido asesinado un dirigente activista por la presentación con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. La búsqueda tuvo fin, pero inicia otra búsqueda: la de la Justicia y contra la impunidad.