* Para el año que comienza esperan que haya más navíos visitando Zihuatanejo
HERCILIA CASTRO /
Zihuatanejo, 01 de enero de 2017. El barco Silver Whisper, originario de Guatemala, volvió a hacer su arribo el último día de diciembre a las costas de Azueta, esta vez con menos pasajeros. Sin embargo, la llegada causó júbilo pues su arribo no se canceló.
Entrevistado al respecto el encargado de oficina de la Capitanía de Puerto, Víctor Hugo Mendoza Otero señaló que hay otras navieras que solicitaron otros puertos, y que las empresas, tienen la libertad de elegir dónde.
”Creo que se incrementó el número de cruceros, no teníamos ningún crucero, esperemos que otras navieras, otros cruceros, otros agentes consignatarios volteen a ver a Zihuatanejo”, confió.
Aclaró que hay un comité de cruceros donde interviene el gobierno estatal y municipal, así como el comité de cruceristas, sector naval capitanía de puerto para tratar de darle empuje a Zihuatanejo “el tema es el turismo”.
”Ya aquí está certificado el encargado oficial de instalación portuaria, el ingeniero Mercado y él es el que está atendiendo el comité de cruceros y creo que ya se logró#, dijo.
Mendoza Otero confió que para 2017 se incremente la llegada de cruceros, lo que haría una buena proyección del puerto.
Señaló que hay el interés y las ganas de los tres niveles de gobierno para sacar avante al puerto de Zihuatanejo.
Agregó que hasta el momento hay saldo blanco, gracias a la capacitación que hubo con las cooperativas de prestadores de servicios, pero suspendieron algunas embarcaciones que no tenían actualizados sus papeles, por lo que no podían trabajar debido al riesgo.
Después de entrevistar a Mendoza Otero, unos turistas emocionados pedían tomarse foto con el encargado de capitanía, con su uniforme blanco y su investidura de capitán.
Los cruceristas bajaban apoyados por personal de la Capitanía de Puerto de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Al estar en piso firme, presurosos se tomaban fotos.
Otros turistas nacionales, se tomaban fotos en las letras de Zihua, como recuerdo de haber visitado el puerto.
Algunos entraban a los restaurantes y misceláneas cercanas al muelle, mientras los niños apurados querían irse a nadar.
Y otros, se tomaban fotos con el mar al fondo, gozosos de sentirla brisa del mar.
Incluso el árbol de navidad que no tuvo esferas ni demasiadas luces, fue testigo de una familia alegre que quiso llevarse esa foto, por haber pisado el llamado por los nativos, su pueblo de pescadores: Zihuatanejo.