* La empresa Opción Paquimé SA de CV utilizó menos varillas de las que debía; no rellenó con cemento los tabiques huecos que dan soporte al acero; y los tabiques solo pueden aguantar un peso menor que la norma, revela un estudio de la Secretaría de Protección Civil del estado
* El minucioso dictamen refiere que incluso los edificios que no sufrieron daños deben ser abandonados por sus moradores, ya que “poseen una tipología similar a los que presentaron daños severos” y ante el riesgo de otro sismo igual “no garantizan la seguridad o integridad de sus ocupantes”
* Los edificios tienen escaleras ancladas que provocaron golpeteo durante el sismo, y patios de servicio prácticamente en el aire, sin soporte alguno
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 07 de septiembre de 2021. La Secretaría de Protección Civil diagnosticó después de un minucioso estudio, que los edificios de la unidad habitacional Pedregal de Cantaluna son inhabitables, y que deben ser evacuados de inmediato ante la posibilidad de que se vengan abajo por fallas estructurales cometidas por la empresa Opción Paquimé SA de CV al momento de construirlos.
El estudio oficial realizado por la dependencia es una descripción detallada de lo que hicieron los empresarios Roberto Malvido y Hugo Cuesta, constructores del conjunto habitacional, para incumplir las normas de construcción y dejar expuestos a sus clientes a una muerte segura en caso de desplome de los edificios. Las alrededor de 700 viviendas fueron vendidas principalmente a través del Infonavit y el Fovissste.
El dictamen está suscrito por el director General de Sistemas y Normatividad de la Secretaría de Protección Civil, el ingeniero Rafael Durand Maya y fue emitido el 29 de septiembre con el folio SPC/DGSN/UI/073/2021, consta de 28 hojas y muestra, en detalle, cómo la empresa incurrió en fallas graves durante la construcción de los edificios. La inspección se realizó a partir de los daños causados por el sismo de 7.1 grados que ocurrió el 7 de septiembre pasado.
El documento -cuya copia está en poder de La Plaza Diario– refiere que en la unidad habitacional hay 177 edificios de 3 y 4 niveles y entre sus particularidades está que los muros de mampostería son de tabique hueco con varilla corrugada. Entre las irregularidades más importantes se encuentra que los constructores utilizaron solo la mitad de las varillas que debían tener los muros, y los tabiques huecos sí llevan refuerzo metálico, pero la oquedad no fue rellenada con cemento o mortero, como marca la norma, y por tanto la varilla se encuentra suelta. Esta técnica constructiva no utiliza castillos, pues supone que toda la pared está reforzada por las varillas, que se colocan verticalmente a determinada distancia una de la otra.
Hay otras anomalías: las escaleras fueron indebidamente ancladas a los edificios, hay patios de servicio construidos sobre el aire, solo anclados apenas con metal a los tabiques huecos, y varillas con menor grosor del debido. La forma de anclar las escaleras a los edificios, fue una de las causas que generaron daños durante el terremoto, establece el documento.
“Es importante resaltar -define- que el diseño estructural de los 177 edificios estuvo comprometido ante la ocurrencia del sismo”.
“Considerando la alta probabilidad de que pueda presentarse una réplica sísmica de igual o mayor magnitud y cuya epicentral es cercana, las 177 edificaciones están en peligro estructural debido a la baja seguridad estructural actual”, indica.
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Prosigue: “aunque hay varios edificios que tuvieron solo daños leves, sin embargo estos poseen una tipología similar a los que presentaron daños severos, por ende, mientras NO SE REALICEN TRABAJOS DE REFORZAMIENTO EN LA TOTALILDAD DE EDIFICIOS QUE CONFORMAQN EL CONJUNTO HABITACIONAL CANTALUNA, ESTOS NO DEBEN SER HABITADOS DEBIDO A QUE EL DISÑEO ESTRUCTURAL POR EL MOMENTO NO GARANTIZA LA SEGURIDAD E INTEGRIDAD DE SUS OCUPANTES” (mayúsculas en el original).
En estos momentos son pocas las familias que siguen viviendo en los cerca de 700 departamentos y villas que conforman la unidad, pues la mayoría se fue a vivir a otra parte, pero poco a poco, los que se habían quedad a dormir en los estacionamientos, van regresando a ocupar sus departamentos a pesar de los daños, y a pesar del miedo.
El informe precisa que el municipio de Acapulco se ubica en la zona sísmica D, la cual está “expuesta a un nivel de peligro sísmico severo, donde han ocurrido con frecuencia grandes temblores y las aceleraciones del terreno que se esperan pueden ser superiores al 70 por ciento de la aceleración de la gravedad, de acuerdo al Manual de Obras Civiles de la Comisión Federal de Electricidad”.
Efectos del terremoto
El terremoto del 7 de septiembre causó varios daños en los edificios de Pedregal de Cantaluna, tales como grietas mayores o menores, algunas en diagonal, otras en forma de U (normal o invertida) y unas más en forma de X.
Pero su mayor efecto, sin embargo, fue el haber exhibido los vicios ocultos en un sistema constructivo plagado de deficiencias.
Son pocos los edificios que presentan rotura de toda la pared, de modo que sea posible ver de un lado a otro a través de ellas, pero todos los demás, en mayor o menor medida, presentan grietas; hay escaleras interiores rotas, muros caídos, y en algunos casos, las escaleras comunes entre dos edificios, se separaron, lo que indica que uno de los dos inmuebles se movió.
En la inspección que hizo Protección Civil estatal de los edificios en los días previos al sismo, “se pudo constatar en las estructuras que por sus daños dejaron expuestos sus reforzamientos, que estos presentaron procesos constructivos deficientes y vicios ocultos, tales como acero sin mortero o muy pobre, falta de elementos de refuerzo donde según el plano estructural debería llevarlo” y estas fallas “se repiten en mayor o en menor grado en todos los edificios”.
Para corroborar el acero, explica el documento, se hicieron calas (rotura hecha para conocer el grueso de una pared o identificar acero e instalaciones) y un sondeo con Ferroscan Hilti (escaneo) que permite corroborar la correlación de daños con la falta de refuerzos.
Los edificios presentan daños que van desde los ligeros (caída de aplanado, fisuras, separaciones en juntas, desprendimiento de losas o descuadramiento de puertas); a medianos (grietas diagonales, grietas en lozas, y fallas de anclajes en plataformas y escaleras), hasta llegar a los severos, de riesgo alto, en donde, por ejemplo, el plano estructural señala que deben ir 23 refuerzos verticales y solo se encontraron 12; la existencia de fallos por cortante de gran magnitud; en otra parte del plano estructural se mencionan nueve refuerzos de metal (varillas) pero solo se encontraron siete y de menor medida de lo establecido. Donde debería haber refuerzo horizontal cada dos hiladas, solo se encontró un refuerzo cada cuatro hiladas.
El documento refiere que “es una constante la inconsistencia en la ubicación del refuerzo del acero vertical y horizontal” y los daños se repiten sobre todo en la planta baja de los edificios.
Los edificios tienen unas escaleras de metal que unen a dos edificios. De acuerdo con el dictamen de PC, estas escaleras están ancladas al muro de block hueco, los cuales presentan fallas por cortante porque las escaleras los golpearon con el movimiento del terremoto.
En el caso de Giraldillas -uno de los condominios de Cantaluna- el asunto está peor porque los edificios tienen en la parte superior un patio de servicio para los departamentos de arriba, pero que no tiene ningún pilar ni soporte abajo, por lo que se encuentran prácticamente en el aire y los muros en los niveles superiores no coinciden con el muro del nivel inferior.
El diseño de las escaleras, que consiste en anclarlas a los muros de los edificios, originó varios daños con el movimiento, algunas sufrieron daños en sus uniones con soldaduras y otras tuvieron desplazamientos en sus descansos. En algunos casos, las escaleras tienen 5 metros de longitud, y sin embargo fueron construidas con los mismos calibres y dimensiones de las que tienen dos metros, y las de 5, señala, carecen de apoyo intermedio. Están volando, pues.
El informe muestra unas fotografías donde se hizo una cala para ver el anclaje de las escaleras, y se observa que estas están solo unos metros adentro del tabique hueco, atadas a unas varillas endebles por medio de soldadura.
Muros sostenidos solo por tabiques
“Se realizaron calas en algunos muros de mampostería que presentaban grietas por cortante y se corroboró que los huecos donde se realiza el refuerzo vertical (donde va la varilla, acotación de la Redacción) no se encuentran rellenados de mortero, lo que fue determinante para que el muro fallara ante los esfuerzos sísmicos. Estos huecos son una clara deficiencia en el proceso constructivo y que se repitió en varios muros de los edificios más afectados”, sostiene el dictamen de PC.
Lo anterior significa que, aunque se hayan colocado varillas verticales, estas no protegen al edificio pues al no tener cemento están sueltas, y en consecuencia los tabiques, de por sí huecos, son los que sostienen la estructura, sin soporte alguno.
“La norma vigente -continúa el informe- especifica que todo refuerzo vertical debe rellenarse de mortero a fin de asegurar la correcta transferencia de esfuerzos entre las piezas de mampostería y la barra de acero. De calas realizadas en muros fallados, un porcentaje importante de huecos no está rellenado adecuadamente o la adherencia del mortero es deficiente, la resistencia del mortero es baja, prácticamente se deshacía al primer martillazo. Se infiere que el mortero utilizado no cumple con la Norma Técnica Complementaria de Mampostería, que especifica que los morteros y concretos de relleno que se emplean en elementos estructurales de mampostería para rellenar celdas de piezas huecas, deberán cumplir los siguientes requisitos: a) Su resistencia a compresión será por lo menos de 12.5 MPa (125 kg/cm). b) El tamaño máximo del agregado no excederá de 10 mm”. (Cursivas y subrayado en el original).
Señala que el agrietamiento de los muros generó en algunos casos desprendimientos de piezas de mampostería y otros “desplazamiento del eje C”.
En algunos edificios, el diseño de los mismos hace que en las azoteas se concentren cuatro tinacos de 1,100 litros, lo que aporta 4.4 toneladas de peso a esas azoteas, las cuales sufrieron daños.
El informe de PC concluye señalando que, dado que toda la unidad habitacional se construyó mediante estructuras tipo, y la seguridad estructural estuvo comprometida por el sismo, el cual exhibió los vicios ocultos, sumado a la alta actividad sísmica en la zona y el riesgo de un nuevo terremoto de igual o mayores dimensiones, “las 177 edificaciones están en peligro estructural” aunque en algunos de ellos no se hayan presentado daños mayores pues poseen “una tipología similar” a los más dañados.
Por tanto, señala, “mientras no se realicen trabajos de reforzamiento en la totalidad de los edificios que conforman el conjunto habitacional Pedregal de Cantaluna, estos no deben ser habitados debido que el diseño estructural por el momento no garantiza la seguridad e integridad de sus ocupantes”.
Las recomendaciones
La Secretaría de Protección Civil emitió las siguientes recomendaciones (aparte de evacuar los departamentos que siguen ocupados):
1 Realizar un análisis estructural de los edificios para corroborar los datos presentados en la memoria de cálculo y a su vez poder determinar la forma o método de separar las estructuras ancladas a los edificios (escaleras y patios de servicio).
2 Se deben desligar las estructuras tanto de escaleras como patios de servicio teniendo cimentación y estructuración independientes, dejando la separación suficiente para evitar golpeteos ante presencia de sismos.
3 Realizar un estudio de laboratorio, de resistencia de los materiales utilizados en la construcción de los edificios para comprobar la calidad de estos y tener datos técnicos que ayuden a determinar el tipo de rehabilitación o reforzamiento necesario para corregir esta problemática.
4 Al llevar a cabo los trabajos de rehabilitación o reforzamiento (según sea el caso) estos deberán realizarse bajo la dirección y supervisión de un Director Responsable de Obras (DRO).
El documento fue girado con copia para el secretario General de Gobierno, Florencio Salazar Adame; el secretario de Protección Civil, Marco César Mayares; el delegado federal Iván Hernández Díaz; la coordinadora en materia de Vivienda del Fovissste en Guerrero, Cecilia Carolina Ríos; y el coordinador general de Gestión Integral de Riesgos de Desastres de Sedatu, Julio Millán Soberanes. Aunque fue el principal otorgante de créditos para la compra de casas en esta unidad, el Infonavit no fue señalado en las copias del Informe.