ÉRICKA ZAMORA PARDO /
Querido Omar:
Hoy se cumplen 8 años de tu cobarde asesinato a manos de grupos paramilitares, parece que fue ayer cuando nos encontrabamos en Guerrero en los preparativos del aniversario de la muerte en combate del comandante Lucio Cabañas, era un aniversario importante porque se logró poner el monumento en su honor en plena plaza cívica de Atoyac, además, sus restos descansarían al pie del monumento, era el año 2002, recuerdo aquel 30 de noviembre al revisar el periódico, la nota fue tu fuga del penal de Acapulco.
Nos dio mucho gusto la noticia, aunque sabíamos que se intensificaría la vigilancia y el hostigamiento contra muchxs de nosotrxs, contra quienes te visitamos, contra luchadorxs sociales, contra tu familia, pero sin duda, hay muchas cosas que valen más en esta vida y saberte libre era una de ellas.
Tu libertad significaba la continuación de la lucha por la vida, por la libertad, por la justicia, caminando a lado de los pueblos, con lxs campesinxs que lucharon junto a ti, que te cobijaron y te protegieron hasta donde pudieron de los servicios de inteligencia del estado, representabas un serio peligro para ellos, para los de arriba, para los caciques, para el poder, por eso estabas en la lista de los más buscados del país.
Nunca te quedaste callado ante ninguna injusticia, la humildad te caracterizó, si hoy estuvieras, estarías exigiendo desde tu trinchera el esclarecimiento de los asesinatos de luchadorxs sociales, la presentación con vida de lxs desaparecidxs, te estarías pronunciado por lxs desplazadxs.
¡¡Hasta siempre Omar!!
¡¡Quienes luchan por la vida no pueden llamarse muertos!!
México, 4 de noviembre de 2017.