* No cuenta con recursos para dar mantenimiento al centro recreativo, lamenta el propietario
J. ALBERTO SOLIS LOEZA /
Tecpan de Galeana, 17 de julio del 2020. Aunque muchos negocios de playa han reabierto sus puertas tras casi 4 meses de haber cerrado, hubo algunos que no soportaron estas restricciones gubernamentales y cerraron en su totalidad debido a que no pudieron mantener sus instalaciones en óptimas condiciones.
Uno de estos es el restaurante y balneario «Villamar», ubicado en la comunidad de Carrizal de Cinta Larga, en este municipio de la Costa Grande.
Ese balneario fue de los primeros en recibir a finales del mes de marzo la visita de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Policía Estatal, así como de la Policía Preventiva Municipal de Tecpan y de Protección Civil para informarle que dicho espacio debía cerrarse por la pandemia hasta nuevo aviso.
En ese momento, las autoridades de los tres órdenes de gobierno le dijeron que solamente podría vender sus productos para llevar y no permitir el ingreso al área de las albercas.
El lugar muestra hoy unas instalaciones deterioradas, la alberca principal vacía y llena de basura y lodo, lo mismo un espacio donde se ubica un chapoteadero para niños, que ahora solo sirve para el resguardo de una pequeña tortuga en una esquina.
Este balneario funciona desde hace más de 25 años, cuenta con 2 áreas de restaurantes; en una de ellas las palapas que sirven de techo están a punto de caer.
Hoy, al igual que muchos dueños de estos giros comerciales, según el señor Bernardo Ayala, están a la espera de que las autoridades les apoyen para reabrir, ya que se requiere la rehabilitación total y empezar de nuevo; sin embargo, hasta el momento nadie se ha acercado para ayudarle.
Pese a que en otros puntos de playa ya están trabajando, don Bernardo no podrá abrir, y para mantener a su familia debe dedicarse a las labores del campo en tanto junta dinero para empezar de nuevo.