* Sabemos que nos envían provocadores, dice Félix Salgado en el mitin con la abanderada
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 24 de marzo de 2021. El candidato a gobernador por Morena, Félix Salgado Macedonio, leía en voz alta las cartulinas y mantas que se desplegaban frente a él en un mitin en el parque de La Laja, cuando, de repente, un grito empezó a hacerse notar.
-“¡Fuera, Fuera!”, gritaba alguien, pero no era claro para quién iba ese dardo.
-“¡Cuál transparencia!”, le secundó otra voz.
Salgado Macedonio continuó leyendo, sin prestar atención a esas voces que parecían esporádicas, cuando, en un segundo en que tomaba aire para seguir hablando, un grito se escuchó claramente:
-¡No queremos a Abelina!
El parque estaba a reventar, la sana distancia había quedado muy lejos del ideal de precaución por la pandemia. Prácticamente el espacio estaba dividido por los grupos de los aspirantes: en un extremo, los seguidores de Abelina López, vestidos en su mayoría de blanco; a un lado, los de Ernesto González Pérez; al centro un grupo indefinido que lanzaba las consignas, al lado, la CTM Progresista con Rodrigo Ramírez Justo y Mily Janet Ramírez Olmedo; junto a ellos, los de Gandhi Cabañas y, revueltos entre todos, morenistas en general.
El candidato siguió con lectura de las cartulinas, que eran un reflejo de diversidad de grupos de este partido que tiene expresamente prohibidos los grupos.
“¡Cuál transparencia en las encuestas!”, “¡Queremos transparencia en las encuestas!”, reventaban las voces, que hasta ese punto seguían siendo aisladas.
Pero en un momento, Salgado Macedonio leyó una cartulina que mencionaba a la recién nombrada candidata a la alcaldía de Acapulco, y se desató la tormenta. Unos empezaron a gritar: “¡Abelina, Abelina!”, sus seguidores; y otros, los que habían empezado poco a poco, se lanzaron a fondo: “¡Con usted todo -le gritaron a Salgado, cuyo discurso interrumpían-, pero con Abelina nada!, queremos transparencia en las encuestas!”. Otras voces secundaron: “¡No hubo encuestas para la presidencia municipal!”
Por fin, lograron atrapar la atención del candidato:
-¿No hubo encuestas? -preguntó Salgado Macedonio.
Y empezó la batahola: “Noooo”, gritaban unos. “¡Abelina es un títere de Pablo Amílcar!”, “¡Abelina es una corrupta, la puso Amílcar y no se vale!, ¡queremos transparencia, fuera Abelina!”.
Félix Salgado hizo en ese momento una reflexión de los problemas por los que tuvo que pasar para sacar la candidatura a gobernador, la cual, dijo, se la dio el pueblo, no fue impuesto ni llegó por dedazo. “¡Con usted estamos firmes, pero con Abelina no, porque Abelina es títere de Amílcar!”, le respondían desde el centro del parque. Le gritaban que la ahora candidata no lo apoyó en sus primeros actos políticos, cuando las acusaciones en su contra parecían hacer tambalear su candidatura.
Abelina López fue presentada sorpresivamente la noche del martes por el delegado especial de Morena, Salomón Jara, como ganadora de la encuesta para la candidatura a la alcaldía. No lo hizo en ningún acto especial, sino ante dos o tres periodistas que llegaron al restaurante donde se reunió con algunos de los aspirantes para darles a conocer el resultado.
En el mitin, Salgado explicaba que a él lo valido la Comisión Nacional de Elecciones, y dijo que él no anda nombrando candidatos a nada, sino lo que él anda haciendo es campaña para ganar la gubernatura del estado. A los aspirantes, les dedicó una frase: “suerte, si quedan, bien; y si no, también, pero nada de que me voy a otro partido”.
En el templete, junto a Salgado Macedonio, Abelina López se mantenía en absoluto silencio, solo observando a la multitud congregada en el parque. También estaban ahí otros candidatos que han sido cuestionados por no tener arraigo en los distritos donde fueron postulados, como el empresario Joaquín Badillo Escamilla, por el distrito 9, de la zona rural; y Beatriz Mojica Morga, en el distrito 5, que corresponde a la colonia Zapata, Renacimiento y el área suburbana a su alrededor. Además, estaban el dirigente del Frente Progresista Guerrerense, Eloy Cisneros Guillén, la diputada federal y ex aspirante a la alcaldía, Rosario Merlín, y el dirigente de Morena, Marcial Rodríguez Saldaña.
Salgado Macedonio ofreció a quienes no quedaron como candidatos (y en ese momento los gritos fueron: “¡Ilich, Ilich!”) que buscará incorporarlos a su gabinete en el gobierno del estado.
“¡Fuera Abelina!”, insistió una mujer que llevaba rato gritando. Fue entonces cuando empezó un coro con otra palabra: “¡Corrupta, corrupta, corrupta!” Por momentos, el coro opacó el mensaje del candidato a gobernador. “¡Bájenla, no merece estar ahí, no estuvo en otros eventos, solo ahora!”, se oyó. Abelina López en el templete solo miraba. Durante todo el mitin no tomó en ningún momento la palabra.
Salgado Macedonio continuaba su discurso: “No hay que desaprovechar esta brillante oportunidad para ganar y lograr el cambio verdadero”, dijo. Pero una voz le respondió desde el público: “no va a haber cambio verdadero cuando la están imponiendo, vendida, corrupta!”.
En ese momento un grupo de seguidores de la candidata ya se había organizado y lanzaban porras en su favor, aunque visiblemente minoritarias. En ese instante empezó un jaloneo, en el límite donde estaban los simpatizantes de Abelina con sus detractores, que amenazaba con el enfrentamiento físico. Salgado Macedonio interrumpió su discurso, que ya nadie escuchaba, y llamó a la concordia: “tengan cuidado ahí, ustedes son de Morena, no son de otro partido. Tranquilos. Ya. ¿Se tranquilizaron?”, dijo. Pero los gritos seguían, y el candidato, con el micrófono en mano, apenas se hacía escuchar.
Entonces un hombre de casquete corto, con lentes negros, se desplazó desde la parte del público que estaba cerca el templete hacia donde se estaba dando el jaloneo. Se abrió paso, rápido, pero llegó un momento en que no pudo continuar. A su lado, otro hombre lo señalaba, con la mano en alto y el dedo apuntado hacia él. Entonces Félix Salgado lo llamó: “tú, el de los lentes negros”, le dijo, y le pidió acercarse. El hombre se le acercó, y ya ahí, Salgado le dijo unas palabras que apenas se oían por el griterío: “a las mujeres hay que respetarlas”, se le oyó decir, y le pidió sentarse adelante. El hombre lo ignoró y volvió al centro del público, donde seguían los gritos. Entonces el candidato le habló firme: “hey, tú, vente para acá”. Como el otro no hacía caso, lo encaró: “¿Vienes conmigo?” y entonces el de los lentes negros respondió que sí. “Ven y siéntate, eres mi invitado de honor”. El otro no tuvo más remedio que obedecer. “Aplaudan, compañeros”, pidió Félix Salgado. Todavía se dio tiempo para encarar a los que andaban en el jaloneo: “¿Algún otro? ¿Ninguno?”. Entonces siguió su discurso.
Los gritos contra Abelina López continuaron esporádicamente, pero el momento de mayor tensión había pasado. “¡Abelina, una porquería!”, volvieron a corear los anti-abelinistas. Hubo un momento, en que se intensificaron las protestas, que los seguidores de la candidata se colocaron discretamente con matracas (hasta cuatro matracas en un espacio de metro y medio) junto a los que gritaban, y cada vez que había protestas, las hacían sonar para acallar lo que decían.
Al término del evento se intentó entrevistar a las mujeres que habían encabezado las protestas, pero declinaron identificarse ni explicar las causas por las cuales expresaban tanto rechazo a la candidata de Morena.
Salgado Macedonio dijo no tener tiempo para andar peleando, a los del “cuarto de guerra”, señaló, ya los conoce y sabe quiénes lo forman y lo que van a decir. “Ya sé cómo van a montar los actos de provocación, cómo van a infiltrarnos gente para provocar”, aseguró. La frase provocó abucheos de quienes habían estado protestando por la postulación de Abelina López.
Salgado Macedonio presentó a su esposa, María de Jesús Pineda, y luego a sus hijas, que lo acompañaban. En ese momento presentó a Beatriz Mojica y volvieron los abucheos. “¡Fuera, fuera, fuera Betty!”, “¡Abelina, porquería!” Para entonces, parecía haber ya más organización, y las protestas fueron acalladas con vivas en favor de Ilich Lozano Herrera, de Ernesto González y Rodrigo Ramírez Justo. Mezcladas, también, algunas porras en favor de Abelina López.
Al terminar el evento, en entrevista con reporteros, Salgado Macedonio minimizó las protestas. Dijo que “es parte del momento electoral”, y señaló que “son momentos de mucha alegría, de mucha pasión; se apasionan, pero hay control”, y que “al compañero que estaba emocionado, lo pasamos al frente, lo convertimos en invitado de honor y ahí terminó todo”.