* En marcha, padres y organizaciones exigen resolver la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa
SANTIAGO HERRERA /
Acapulco, 26 de septiembre de 2017. Estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa y padres de los 43 normalistas desaparecidos, maestros de la Coordinara Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), maestros de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) y maestros del Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres (Sutcobach), marcharon este día por las calles del puerto, tras cumplirse tres años de la desaparición de los normalistas en Iguala.
El contingente de unas 120 personas, partió alrededor de las 10:30 horas de la FCA, con dirección al Asta Bandera. Al frente iba la comitiva de padres y alumnos de la Normal de Ayotzinapa, quienes portaban los rostros impresos en lonas de los normalistas desaparecidos.
Detrás de la comitiva, marchaban maestros de la Ceteg región Acapulco, seguidos de integrantes del Sutcobach, quienes portaban banderas rojinegras con el nombre de su sindicato, y por último maestros de la FCA.
El contingente partió de la avenida Ruiz Cortines, para tomar la calle José Francisco Ruiz Massieu, en donde metros más abajo, en la escuela de Medicina, un centenar de alumnos se arremolinaron en los balcones para ver pasar la marcha.
Posteriormente, la protesta se enfiló con dirección a la avenida Cuauhtémoc, entre las calles las consignas lanzadas por los integrantes del contingente rompían la quietud al grito de “Ayotzi vive, la lucha sigue”, “vestido de verde olivo, políticamente vivo, no has muerto, no has muerto camarada, tu muerte será vengada” y “mis padres me dijeron, te vas a ir a estudiar, pero si hay problemas tendrás que luchar”.
Acompañaba a la cabeza de la marcha Epifanio Álvarez, padre de Jorge Álvarez Nava, estudiante desaparecido el 26 de septiembre, traía un botón prendado a su playera desgastada por el sol, con el rostro de su hijo, un sombrero de palma ensombreciendo su seño. Entre gritos de consigna se quedaba en silencio unos minutos, trababa la mandíbula y buscaba con la mirada el cielo, para después volver a unirse a los gritos.
A unos metros al costado de Epifanio, un niño caminaba portando en sus manos, la lona con el rostro de Abel García Hernández, estudiante también desaparecido; no dejó de gritar las consignas de lucha durante todo el camino, con el pequeño rostro endurecido, nunca se vio intimidado ante los lentes que le apuntaban para fotografiarlo.
A cada metro que avanzaba la marcha el asombro crecía entre la gente que miraba a lo lejos, entre los carros que se detenían obligados por la policía vial, los gritos de exigencia del carro de sonido que iba en el frente de la marcha era lo único que se oía en las calles.
Al llegar a la avenida Cuauhtémoc, el contingente avanzó por un carril de la avenida en dirección hacia el centro de la ciudad, para posteriormente tomar la calle Gabriel Avilés, y enrolarse hasta el Asta Bandera.
El recorrido de la marcha se llevó a cabo sin contratiempos, bajo la vigilancia de un nutrido grupo de agentes de tránsito que fueron realizando los cortes a la circulación para el paso del contingente.
Luego de aproximadamente una hora de camino, la marcha llegó al Asta, ahí, bajo la sombra de la bandera que ondeaba arriba, los normalistas se mantuvieron en formación y no bajaron de sus manos las lonas con los rostros de sus compañeros, la mayoría de ellos no dejó de dirigir la mirada hacia el lábaro patrio, aún durante el mitin político.
Exigen el esclarecimiento
Las exigencias hechas al gobierno federal, fueron esclarecer los hechos sucedidos en la noche de Iguala, así como la de aceptar las líneas de investigación a las que llegó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Iindependientes (GIEI).
El padre de Jorge Álvarez Nava, uno de los 43 normalistas desaparecidos, Epifanio Álvarez, acusó que el gobierno mexicano no ha seguido las líneas de investigación del GIEI, sino “se han hecho sordos, se han hecho ciegos y nada más dicen estamos trabajando, estamos haciendo, pero no tienen nada, es una vergüenza señores, sociedad, escúchenme, es una vergüenza tener un gobierno que no hace nada, que solamente está en su silla, no es posible tanta injusticia”.
“Tres años de que las compañeras madres, bajo la lluvia, bajo el sol, bajo el frío, con hambre, sufriendo y este pinche gobierno no tiene nada, es un coraje, es una impotencia, que venga gente de otros países a querer hacer el trabajo que a este gobierno se le paga para que lo haga, es una vergüenza, tres años de que el mismo gobierno ha pisoteado los derechos de nuestros hijos, se ha burlado no nada más de los 43 padres, se ha burlado de la sociedad mexicana y se ha burlado de todos los países que han estado en apoyo de los 43 muchachos”, dijo.
Por su parte, un alumno que iba al frente, durante su turno al micrófono, exigió que sean investigadas las cuatro líneas que el gobierno federal se ha negado a aceptar, de las cuales es la investigación de la policía de Huitzuco, del 27 Batallón ubicado en Iguala, la actividad de los celulares de los desaparecidos, que se mantuvieron encendidos días después de los hechos, y la investigación del trasiego de droga de Iguala a Chicago.
“Da digna rabia de saber que (pasaron ya) tres años y el gobierno no hace nada, se la pasa buscando pretexto diciendo que no se puede hacer nada. Queremos decirles que es algo triste que desaparezcan a jóvenes, menores de 25 años, los cuales (están) desaparecidos, los cuales fueron atacados y algunos fueron desaparecidos esa noche del 26 y la madrugada del 27, estamos inconforme con el gobierno porque siempre nos da largas y largas y no dice nada concreto” señaló.