RAUL SUAREZ MARTINEZ /
Todos tenemos la libertad de expresar, decidir, hacer, o mover, dentro de los márgenes que marca la Ley. Este régimen, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, está garantizando a todos y todas las posibilidades de expresar lo que les plazca.
Cierto, las grandes revueltas, armadas o pacíficas, han iniciado con unos cuantos, generalmente no en lujosos carros; creo que, aunque respetable la decisión de la derecha de manifestar su repudio a Obrador, equivocan la forma de tratar de ganarse a la población. El equivocado mensaje que mandan a los pobres de esta patria, pobres que ellos, la derecha ha producido, es que su descontento es por no perder sus privilegios, sus riquezas, su ganancia, su papel de patrones y, ese mensaje solo hace acrecentar el rencor del explotado por el explotador.
No hay todavía un descontento social, no se engañen, es más, las manifestaciones verbales de los dueños de la riqueza quienes unidos a los dueños de los medios de comunicación (muchas veces siendo los mismos) repiten una y otra vez lo presuntamente malo de este gobierno obradorista. Así, vemos cómo algunos seudo periodistas que durante años han vivido del erario público mediante el clásico chayo lloriquean lamiendo sus heridas, tratando de suplir a una oposición “moral y políticamente derrotada”.
La problemática de la hoy disminuida oposición es que no tienen un liderazgo viable, creíble, que haga contrapeso no solo a Obrador, también a Ebrard, Monreal, Tatiana, Sheinbaum y por si esos fueran pocos hoy surge también Hugo López-Gatell.
La sociedad mexicana está por desgracia acostumbrada a seguir un líder, es su formación, es la visión del mexicano, todos los aspectos de la sociedad están permeados así, si se dan a la tarea de buscar un personaje en el PRI, desde Peña Nieto que está en fuga, escondido como rata, esperando el momento en que le saquen sus trapos sucios con pruebas, o Salinas de Gortari que no ha enseñados sus orejas y se mantiene en el autoexilio, ¿dónde están los miembros de la generación del cambio que tanto presumió el PRI? En la cárcel o huyendo. El PRI ante los ojos de los mexicanos representan la suciedad de la política, la corrupción, quienes han sumido al país en la miseria.
Los panistas, divididos con dos expresidentes que juegan a las traiciones con el partido que los llevó a la presidencia, sin liderazgos con presencia, ya no digamos fuerza, autodestruidos, con un excandidato presidencial sin fuerza, autoexiliado, perdido.
¿Los perredistas, los perredistas, los perredistas, que pongo que no los haga enojar? Buscando a Quadri como su dirigente o ya de jodido a Narro, a punto de la extinción, sin ideología ni futuro.
Cierto, fuera de las figuras con solvencia moral y fuerza política propia Morena no ha mostrado una manera diferente de querer gobernar, Obrador debe deshacerse de varios lastres que no lo dejan despegar como quisiera, su fuerte, el combate a la corrupción debe de mostrar ejemplos claros de querer hacer realidad de gran parte del pueblo mexicano. Incluyendo algunos de las propias filas obradoristas como Bartlett entre otros.
No todo está bien en el país, sobre todo porque las cosas se quieren hacer de manera diferente, mientras sigan las resistencias dentro y fuera las cosas parecerían no avanzar, lo cierto es que Obrador va y todavía la mayoría de la población manifiesta su apoyo. El descontento social que hoy tiene libertad de manifestarse, no existe… todavía.