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KAU SIRENIO /

Guerrero, 22 de junio de 2023. La comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI+) viven en la eterna marginación, una violencia silenciosa que los carcome por tener una orientación sexual diverso: se les excluye de la vida socioeconómica, rara vez tienen acceso al poder político y con frecuencia deben superar obstáculos para expresar su identidad. Estos obstáculos se vuelve más complejo sin son indígena.

Las personas de las comunidades indígenas viven en carne propia el rechazo por su orientación sexual, la homofobia es uno de los factores que obliga a la comunidad LGBTI+ a dejar su cultura para emigrar a las ciudades, en busca de nuevas oportunidades.

Sin embargo, en las urbes no siempre consiguen lo que se proponen, como acceder a las universidades, contar que empleo que le ayude tener una independencia económica, porque en muchos de los casos terminan en una historia desgarradora porque llevan a cuesta la doble discriminación: Ser indígena y LGBTI+.

La doble discriminación afecta a la comunidad LGBTI+ por falta de información en su lengua materna, el acceso servicios médicos para detención temprana de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), y la distribución de preservativos.

Para los heterosexuales sic, no existe la homofobia en las comunidades indígenas porque no lo quieren ver y tampoco quieren saber que la violencia hacia los homosexuales son reales.

Cuando era estudiante de primer grado, en la escuela primaria Vicente Guerrero, me tocó presenciar de como los alumnos de sexto grado violentaban a uno de sus compañero por ser homosexual.

La violencia no termina ahí. En la secundaria la violencia es más marcada hacia los homosexuales y lesbianas, ahí los que diseminan son los estudiantes de primero y segundo grado.

Pero también, hay caso donde el rechazo viene de los profesores. “Cuando te discrimina un profesor por tu orientación sexual se siente muy feo, esas palabras son las que duele de por vida” confío en una platica una persona homosexual.

El Estado mexicano tiene que diseñar estrategias que permita erradicar las discriminación hacia la comunidad sexo diverso en las aulas. Así como promover información sobre el derecho de la diversidad sexual en lengua materna y se difundan en distintas plataformas de redes sociales.

Acabar con la violencia económica, simbólica, cultural y física en contra de la comunidad LGBTI+ es necesario reeducarnos y rediseñar la convivencia con la diversidad sexual para construir lenguaje incluyente desde la pertinencia cultural de los pueblos y comunidades indígenas.

La diversidad sexual siempre estuvo en la cultura indígena, hasta que llegaron los gachupines. El encuentro de dos mundo no ayudó a visibilizar a la comunidad LGBTI+, al contrario impulsó una guerra de exterminio desde el púlpito de la iglesia católica, por considerarlos personas raras, porque las religiones son machistas, homofóbicas, racista y clasista.

Este artículo se publicó en Pie de Página, un portal periodístico independiente, conformado por una red de periodistas nacionales e internacionales expertos en temas sociales y de Derechos Humanos. Se reproduce para los lectores de La Plaza con autorización del autor.

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