RAÚL SÉNDIC GARCÍA ESTRADA /
Acapulco, 23 de enero de 2020.
Partió a la eternidad don Pablo Sandoval Cruz, dejando un legado de enseñanzas y ejemplo de vida, para reunirse con sus hijos Cuauhtémoc y Pablo Sandoval Ramírez, y con tantos y tantos compañeros y amigos suyos como los comunistas guerrerenses Othón Salazar Ramírez y Nicolás Román Benítez, además de dirigentes históricos de la izquierda que se le adelantaron en la partida.
Se fue para siempre don Pablo Sandoval Cruz, dejando para la posteridad infinidad de luchas y anécdotas, más de 100 años vivió y más de 100 fueron las coronas que llegaron a su velorio.
De su féretro se fue envuelto con la bandera roja con la hoz y el martillo del Partido Comunista Mexicano, junto a él, su inseparable diario La Jornada Guerrero y para el camino una botella de mezcal.
Fue sembrada la rebeldía encarnada en este luchador social de la izquierda histórica, militante comunista, internacionalista de la salud, abanderado de los derechos humanos, médico ginecólogo, humanista y revolucionario, solidario con los pueblos del mundo que en el Siglo XX lucharon por su libertad.
Hijo del combatiente zapatista Eligio Sandoval y de doña Jesusa Cruz, su partida deja un vacío en la lucha social y revolucionaria de un hombre rebelde e indómito, que vivió y murió en la humildad y la justa medianía que le dio el trabajo académico, que nunca ambicionó el poder para sí, que siempre pensó en construir el poder del pueblo. Es necesario leer dos libros de su autoría, Camino al socialismo y El movimiento del 60.
Tengo tres recuerdos precisos de don Pablo Sandoval. Cuando en 1987 fue candidato por la Unidad Progresista Guerrerense (UPG) a gobernador del estado y varios niños de ese tiempo repartíamos los volantes y los posters con su propaganda aquí en Acapulco, don Pablo Sandoval competía por la gubernatura contra José Francisco Ruiz Massieu; en 1980 cuando mi padre Juan García Costilla se encontraba privado de su libertad en el penal de Acapulco, después de ser desaparecido político y de haber sido torturado por más de 15 días, quienes lo atendían de sus lesiones e infecciones, fueron don Pablo Sandoval Cruz y su hermano el doctor Víctor Sandoval, quienes de forma solidaria acudieron al penal a curar a las víctimas de la represión y a varios sobrevivientes del Partido de los Pobres.
Hace algunos años, cuando el gobierno del estado pretendía llevar a una fosa común los restos del combatiente insurgente Omar Guerrero Solís (Comandante Ramiro), quien había caído en combate en Palos Altos, municipio de Ajuchitlán, activistas políticos y defensores de los derechos Humanos, encabezados por don Pablo Sandoval, reclamaron su cuerpo para darle sepultura en el Panteón Municipal de Chilpancingo, a finales de 2009. El Comandante Ramiro cayó en combate en la zona de Tierra Caliente, cuando dirigía una columna del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).
Amplia es la biografía militante y revolucionaria de don Pablo Sandoval, llena de sucesos siempre congruente y honesta, por lo cual es fundamental recordar su memoria en los momentos convulsos del estado del país, que se une a la historia política de Latinoamérica, un hombre consecuente con sus ideas y con sus hechos, excelente estudiante y profesionista, guerrerense que naciera en Acatempa, municipio de Teloloapan, el 29 de junio de 1918, que se formó en el esfuerzo y el sacrificio, que realizó sus estudios primarios, secundarios y de educación normal en Chilpancingo, formado como médico en el Instituto Politécnico Nacional a principios de los años 40 del siglo pasado, especializado como ginecólogo en la Universidad Nacional Autónoma de México, de espíritu solidario y altruista, eterno prestador de servicio social y comunitario, internacionalista de la salud en Cuba, posterior al triunfo de la revolución, profesor de la Universidad Autónoma de Guerrero, ícono de la izquierda en Guerrero, miembro de la Primera Junta de Gobierno, funcionario universitario y eterno rebelde y activista que dejó una huella indeleble en el movimiento social de 1960 que conquistara la autonomía de nuestra universidad.
En el Instituto Politécnico Nacional, fue miembro del Comité de Huelga, fue presidente de la Sociedad de Padres de Familia del Colegio de Estado, hoy Universidad Autónoma de Guerrero, solidario como presidente del Comité Mexicano con Vietnam.
En 1985, fue candidato del Partido Comunista a presidente municipal de Chilpancingo, además de en 1987, candidato a gobernador por la Unidad Popular Guerrerense (UPG), propuesto para ser recipiendario de la presea Sentimientos de la Nación, cuando la mayor parte de los diputados obedeciendo a presiones del Ejecutivo del estado, votaron para que le fuera concedida a la escritora Elena Poniatoswka, quien declinó a recibirla tras conocer la candidatura de Sandoval Cruz.
Fue fundador del Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y del Partido Mexicano Socialista (PMS), fundador también del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Anteayer fue sembrada la rebeldía en Chilpancingo, con una emotiva despedida en el Panteón Central de Chilpancingo, con homenajes en el zócalo, con una misa de cuerpo presente, con las letras de la Internacional Socialista.