*De acuerdo con la Federación Mexicana de Diabetes, solo alrededor del 25 por ciento de los pacientes sigue las indicaciones del médico
AGENCIA ID /
Ciudad de México, 25 de diciembre de 2017. En las últimas décadas se ha observado una falta de compromiso en las personas con diabetes tipo 2 para seguir de manera puntual su tratamiento, tanto en quienes acuden a instituciones públicas como a consulta privada, según un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública.
De acuerdo con información de la Federación Mexicana de Diabetes, alrededor del 25 por ciento de los pacientes con la enfermedad toma bien el tratamiento, por lo que un gran porcentaje, aunque tienen medicamentos excelentes, no sigue las indicaciones del médico. Algunas causas son el olvido, la inestabilidad social, la depresión o los trabajos muy demandantes.
“Otros factores que influyen en tal problemática incluyen falta de educación sobre la enfermedad y sus complicaciones, malos hábitos muy arraigados y una serie de mitos acerca de los medicamentos, en especial, hacia la insulina, que muchas veces se prescribe de forma adicional a los antidiabéticos orales”, refiere el doctor Eduardo Catalán Suárez, endocrinólogo especializado en el Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social.
El especialista refiere que muchas personas creen que al usar insulina subirán de peso, perderán la vista y que tendrán falla renal, lo cual es totalmente falso. “Por el contrario, se receta para que el paciente tenga un mejor control de la diabetes tipo 2 cuando ha avanzado y, de esta manera, prevenir las complicaciones. Además, si tienen una alimentación sana y hacen ejercicio no hay razón para que suban de peso o desarrollen algún otro problema que afecte su salud”.
Los pacientes sin adherencia a los tratamientos reducen su expectativa de vida en diez años. “Su condición empeora y abre el camino para el desarrollo de las complicaciones propias de la enfermedad, como insuficiencia renal, la retinopatía (identificada como ceguera), infartos al corazón o cerebrovasculares y pie diabético. Este último ocasiona falta de sensibilidad, por lo que pequeñas lesiones se agravan con facilidad, al grado de requerir amputación de la extremidad”, acota.
Por lo tanto, el apego a los tratamientos no solo conlleva una disminución de la mortalidad prematura de la población y un incremento n la calidad de vida, sino también una reducción de los costos económicos, ya que más de 10 por ciento de los ingresos hospitalarios se deben a esta causa. “Y quienes siguen al pie de la letra las indicaciones médicas alcanzan una longevidad alta y suelen fallecer por causas ajenas a la diabetes mellitus”, puntualiza el doctor Catalán Suárez.