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*Ni gobierno federal, estatal, los municipios, ni el Poder Legislativo ni el Judicial, asumen sus responsabilidades, dice Carlos Juárez, de Instituto para la Economía y la Paz

*Falta voluntad política; mientras diputados y senadores no se pongan en lugar de las víctimas esto no va a cambiar, dicen familiares

*La impunidad facilita que se siga cometiendo el delito; alega Arturo Solís, de la Comisión de Búsqueda

*Raltan recursos y una policía especializada, reconoce la Fiscalía

ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /

Acapulco, 19 de agosto de 2024. El Estado está incumpliendo sus responsabilidades ante el fenómeno de la desaparición de personas, ya sea por falta de recursos o por falta de voluntad política.

Lo anterior podría ser la reflexión central del conversatorio Contexto de las desapariciones en Acapulco y medidas de prevención, organizado por la asociación civil Familiares de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos (FABD), en el contexto del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada.

En el evento, realizado en un restaurante de la Costera, al que asistieron familiares de personas desaparecidas, participaron el comisionado presidente de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP), Arturo Solís Felipe; el director en México del Instituto para la Economía y la Paz, Baldomero Millán Tejeda; el fiscal en Acapulco de la Fiscalía Especializada en Materia de Búsqueda de Personas Desaparecidas, Baldomero Millán Tejeda; el presidente de la Comisión de Búsqueda de la asociación Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos, Sergio Cevallos Ascencio, y la agente del ministerio público Eva de la Sancha.

El primero en abordar la omisión del Estado fue el director del Instituto para la Economía y la Paz, Carlos Juárez, quien dijo que en México hay «una crisis profunda, sin precedentes, de personas desaparecidas» y afirmó que esta crisis no solo es de seguridad sino de justicia, pero el Estado mexicano «no está respondiendo a esta crisis», pues faltan recursos económicos, técnicos y humanos, «y falta voluntad política también. no vemos una verdadera voluntad».

Juárez Cruz dijo que esta inacción y falta de voluntad se observa en los tres poderes y en los tres órdenes del gobierno, tanto en la Federación, en los gobiernos estatales o municipales, como en el Legislativo, y el Poder Judicial, y reclamó que no existe una coordinación institucional para poner en el centro de la discusión nacional el tema de las desapariciones.

Dijo que para atender el fenómeno de la desaparición de personas se requieren enfoques multidisciplinarios, coordinar con otros estados que enfrentan el mismo problema, cruzar información entre instituciones para determinar, por ejemplo, en un lugar donde hay muchas desapariciones, qué grupos de la delincuencia operan ahí, o qué jueces se han visto involucrados en protección a detenidos. «No son carpetas, son familias, son personas que están viviendo un infierno, que están muertas de miedo», señaló.

Sergio Cevallos, en representación de las familias de personas desaparecidas, dijo que «la delincuencia organizada muchas veces se organiza mejor que las autoridades»

«Desgraciadamente -agregó- muchas veces nosotros (las familias) somos los que impulsamos todo, siempre estamos atrás o un paso adelante de las autoridades, buscando leyes, buscando fosas clandestinas, subiendo a los cerros, y muchas veces no tenemos la confianza en las autoridades, porque muchas veces en lugar de orientarnos guiarnos, de llevarnos o decirnos cuáles son para nosotros qué paso dar, nos revictimizan». Relató que en su propio caso fue revictimizado, pues cuando empezó a buscar a su hija lo cuestionaron sobre a qué se dedicaba, qué hacía su hija, en qué pasos andaba, y cuando encontró la fosa con el cadáver de la joven, le dijeron que ya le parara, que lo podían matar o hacerle algo.

No obstante, dijo que en los nueve años que tiene de existencia esta asociación, han podido localizar, por esfuerzo propio, a 200 personas con vida, y se han entregado 180 cuerpos a familiares. En algunos casos, dijo, se ha tenido que actuar con fuerza, como una ocasión en que relató que en una casa no les dejaban pasar y la persona le preguntó: ¿traes una orden? Y él dijo: no, pero de todas maneras voy a entrar. Y al entrar, fueron halladas varias fosas clandestinas. En otras ocasiones, señaló, han tenido que platicar con integrantes de la delincuencia, porque es la única forma de encontrar indicios, y los más delicado, es que a veces han sido «las mismas instituciones» las que les han dicho dónde podrían estar las fosas, y realmente las han hallado.

Dijo que han buscado apoyos por todas partes, y han acudido al Congreso sin ningún resultado. «Desafortunadamente -agregó- para los diputados es un tema que no deja recursos y mientras no haya recursos para ellos, no lo van a organizar. hemos ido a Chilpancingo, hemos llevado autobuses, hemos hecho marchas, hemos hablado al Congreso, y nos reciben y ahí nos llevan, sesión tras sesión, mes con mes y cámbiale aquí, quítale allá. Creo que también es falta de voluntad política, de los senadores, de los diputados. Mientras ellos no se pongan en el papel de víctimas, creo que esto no va a cambiar, y seguiremos insistiendo, y seguiremos luchando, pero mientras ellos no se pongan en este lado, esto no va a cambiar».

Por parte de las autoridades la perspectiva es otra, aunque sus representantes no pudieron evitar reconocer las carencias y las fallas.

El titular de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, Arturo Solís, dijo que en materia de prevención, esta institución no tiene nada que hacer porque solo le corresponde actuar en cuanto el delito ya fue cometido, pero Carlos Juárez le respondió que hacer una buena búsqueda también es una forma de prevenir.

Solís Felipe dijo que la principal razón para que este delito se siga cometiendo es la impunidad, ya que según estadísticas públicas, 97 por ciento de los delitos en México no se castigan, y por esa razón la gente sigue delinquiendo. Explicó que en el caso de las desapariciones también hay datos que señalan que donde el índice de personas desaparecidas es mayor, también es mayor el índice de la violencia, sin que esto quiera decir, aclaró, que las personas desaparecidas tengan una actividad delictiva.

El fiscal regional Baldomero Millán, señaló que en la Fiscalía también hay carencias que dificultan una búsqueda eficaz, y puso como ejemplo que los agentes están en diferentes sectores y no existe una policía especializada, lo cual dificulta el trabajo. Además, señaló que a veces las propias familias no proporcionan toda la información que se requiere sobre la desaparición de sus familiares, información que podría ser crucial en las primeras horas.

Agosto es el mes en el que se conmemora la desaparición de personas, por lo que las actividades continuarán hasta el 30, donde habrá una misa, una marcha, y la develación de un antimonumento.

Vea la transmisión completa del evento aquí:

https://www.facebook.com/share/v/FcKRBfRH6gNE5ECk/?mibextid=WC7FNe
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