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Japón, 30 de octubre de 2019. Generalmente se supone que cuando un insecto es comido por los pájaros, no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir ni mucho menos de reproducirse.
Sin embargo, un grupo de investigadores japoneses ha descubierto que los huevos presentes en los insectos que sirven de alimento a los pájaros pueden pasar a través del intestino de sus depredadores sin ser digeridos.
En consecuencia, una vez fuera del cuerpo de las aves, esos huevos pueden eclosionar y poner nueva vida muy lejos de donde el insecto matriz fue convertido en alimento. Eso permite suponer que la naturaleza ha usado también este sistema para contribuir a la expansión de estos insectos, informa Tendencias 21.
Insectos palo
Los investigadores japoneses comprobaron todo este proceso en los así llamados insectos palo, también conocidos como fásmidos. Se trata de un orden de insectos neópteros de los que hay descritas más de tres mil especies.
Son insectos especializados en el camuflaje con colores, formas y comportamientos extraordinarios que los confunden con la vegetación sobre la que habitan y de la que se alimentan, a pesar de lo cual sirven también de alimento a pájaros. Los resultados de esta investigación se publican en la revista Ecology.
Las plantas no pueden moverse, por lo que han desarrollado varias formas de distribuir sus semillas. La más común es la dispersión de semillas por los animales, que comen las frutas y excretan las semillas enteras.
Aves
Para muchas aves, los insectos son también una de sus principales fuentes de alimentos. Si los huevos de insectos pueden atravesar ilesos la digestión de las aves, se puede decir entonces que los insectos, al igual que las plantas, están utilizando las aves como medio de transporte a larga distancia.
Para lograrlo, no obstante, se deben cumplir varias condiciones: los huevos deben ser lo suficientemente fuertes como para pasar por el tracto digestivo sin ser dañados, los insectos que nacen de estos huevos deben poder valerse por sí mismos, y los huevos deben ser viables sin fertilización. Los insectos palo cumplen estas condiciones, señalan los investigadores en un comunicado.
Los huevos de los insectos sólo se fecundan justo antes de poner los huevos, usando esperma almacenado dentro de la vesícula seminal. Sin embargo, las hembras de muchas especies de insectos palo son partenogénicas, lo que les permite producir huevos viables sin fertilización.
Además, al igual que las semillas de plantas, los huevos de insecto palo tienen una cáscara muy dura. Ponen estos huevos esparciéndolos en la superficie de la tierra, y después de salir del cascarón, los jóvenes localizan las plantas adecuadas para alimentarse por sí mismos.
El experimento
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación alimentó con huevos de tres especies de insectos palo a unos pájaros llamados bulbul de orejas castañas (Hypsipetes amaurotis), que son uno de los principales depredadores de aves para insectos palo, presente particularmente en Japón y Corea.
Una vez superado el tránsito intestinal, entre el 5% y el 20% de las tres especies de huevos de insectos palo fueron excretados ilesos, comprobaron los investigadores. También confirmaron que, para una de las tres especies de insecto palo, los huevos recuperados del excremento del ave se incubaron con éxito.
A pesar de ser comidos por pájaros, los insectos no nacidos sobrevivieron. Los pájaros suelen comer los insectos palo adultos, y los estómagos de las vainas adultas siempre se rellenan con huevos, por lo que esta ruta usada por la naturaleza sirve para ampliar la distribución de los insectos palo.
Plantas
Muchas plantas han desarrollado una fruta llamativa y nutritiva como una estrategia para atraer a los animales y conseguir que estos distribuyan sus semillas en otros lugares. Los insectos palo, sin embargo, son simples y difíciles de detectar. Pero a pesar de que no buscan activamente ser comidos, tienen baja movilidad, lo que posibilita su consumo por aves como una forma de expandir su hábitat.
Muchos parientes de insectos palo se han dispersado de esta forma a través de islas desconectadas del continente asiático. La capacidad de los animales con baja movilidad para viajar con éxito largas distancias es un tema que desconcertó a Darwin y que ahora puede encontrar una explicación.
El equipo que realizó esta investigación está liderado por el Profesor Asociado Kenji Suetsugu, de la Escuela de Postgrado de la Universidad de Kobe, y contó con la colaboración del Profesor Asociado Katsura Ito, de la Universidad de Kochi, y del Profesor Asociado Takeshi Yokoyama, perteneciente a la Universidad de Agricultura y Tecnología de Tokio.
Fuente: ambientum.com