En defensa de Sarahí y del periodismo profesional
ROGELIO HERNÁNDEZ LÓPEZ /
Ciudad de Mëxico, 11 de mayo de 2020.
Sarahí Uribe, la joven reportera de El Sol de México, no merece el escarnio que hicieron de ella los “comentaristas” irreflexivos que abundan en las redes sociales porque no supo complementar una pregunta directa al subsecretario López-Gatell.
Menos aceptable es que se hayan sumado a esa canallada periodistas veteranos, mujeres y hombres, que conocen bien y seguramente sufren algunas de las muchas vulnerabilidades como trabajadores de la información, que saben de la acumulación de obstáculos para realizar periodismo profesional y que son víctimas de la (todavía) enorme desconfianza social a esta labor.
No solo Sarahí la joven reportera necesita comprensión de sus pares. Requerimos lograr que la sociedad entienda que, la nuestra, es una actividad esencial en cualquier momento y no solo en emergencia social. Algún día la mayoría de periodistas profesionales seremos solidarios entre nosotros y lograremos el mínimo espíritu de cuerpo para defendernos mejor unos a otros y a nuestra profesión.
El hecho
No toda la gente supo de las burlas a Sarahí. El miércoles 6 de mayo, ella hizo la primera pregunta de la conferencia nocturna al subsecretario de Salud Hugo López-Gatell:
-Esta tarde el exsecretario de salud, José Narro, consideró que ha mentido respecto a las cifras. ¿Le ha mentido a México?
-A ver, cuéntame más, cuéntame más, qué más dice el exsecretario doctor Narro -fue la primera reacción.
La joven reportera, miraba en su celular y balbuceaba sin hallar datos concretos. El subsecretario aseguró respetar al “exsecretario de salud y exrector de la Universidad Nacional…exmilitante del PRI”. Y al final de la conferencia pidió a la periodista que al día siguiente preguntará ya con sus datos bien preparados.
Desde esa tarde y al otro día más profusamente menudearon en Twitter y Facebook los comentarios burlescos, los adjetivos soeces en textos y más escarnio en memes. Los menores señalamientos fueron que la joven reportera carece de preparación y los más apuntaron a que obedecía instrucciones de sus jefes del diario. Algunos aseguraron que la intención era parte de la confabulación para seguir denostando al gobierno de López Obrador.
Esta mofa fue un elemento más de la infodemia venenosa e incontrolable en las redes sociales y la víctima fue Sarahí Uribe que hasta tuvo que cerrar su cuenta de tuits y que sus jefes ya no le permitieran que acudiera al día siguiente para repreguntar a López-Gatell.
Sobran razones para defender el periodismo de los profesionales y de los que comienzan a serlo como la joven reportera. El argumento principal hoy es que el periodismo profesional es el mejor remedio para la toxicidad de las redes sociales. Quienes se dicen periodistas y abonan allí los climas de odio traicionan la esencia de su profesión.
El periodismo gana terrenos a las redes
Ya tiene años un debate sobre la aceptación del periodismo profesional frente a las informaciones dolosas en internet. Paulatinamente va recuperando confianza el periodismo frente a las noticias falsas y desinformaciones canallescas. Tres informaciones recientes lo muestran:
La empresa Edelman Trust Barometer en 2018 hizo una encuesta entre 14 mil 400 personas de 25 países para saber su grado de confianza al informarse. El resultado que obtuvo fue que casi seis de cada 10 (59%) confiaba más en el periodismo (medios tradicionales y los nativos digitales de periodismo profesional) que en las redes sociales (41%).
Al iniciar abril de 2020, en plena pandemia, el portal español 24 Horas informó de otra encuesta indicativa de que “la percepción ciudadana sobre la labor de los medios de comunicación es positiva.”
“Un 48.1% de la población considera que la labor de la radio es muy positiva o positiva… La prensa escrita también aprueba con un 41.5% … la televisión 41.7%”.
Y contrastó que “el peor dato lo marcan las redes sociales, que son las que salen peor paradas en la información de esta crisis. El fenómeno de las fake news y los bulos influye y la conclusión es clara: casi cuatro de cada 10 españoles (38.2%) creen que las redes tienen un papel negativo o muy negativo.”
En México, uno de los pocos indicadores sobre este tema fue también en abril de 2020 y lo ofreció la empresa Comscore. Las firmas que lograron más volumen de publicación e interacción con el tema Coronavirus fueron 10 y solo dos de ellas son de origen digital, pero con periodistas profesionales: Aristegui Noticias y Tráfico ZMG.
Las mayores cantidades fueron para medios de prensa convencionales. Según esta medición, un poco más de 655 mil de interacciones fueron para Noticieros Televisa / 557 mil El Universal / 337 mil 124 Forbes / 316 mil 759 Telediario MTY / 244 mil 352 Azteca Noticias / 237 mil 657 Aristegui Noticias / 170 mil 715 El Financiero / 168 mil 821 Tráfico ZMG / 166 mil 498 Proceso / 139 mil 650 El Debate.
Ya no son tan benditas
El jueves 7 de mayo, inusitadamente en la conferencia de la mañana el presidente López Obrador llamó a su pódium a Jenaro Villamil Rodríguez, director general del Sistema de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR). El periodista en receso ofreció información de la “sobreabundancia de información falsa, maliciosa o medias verdades sobre la pandemia y su rápida propagación a través de las personas y de los usuarios -de todos nosotros- de redes sociales a través de Twitter, a través de Facebook, de las empresas de Facebook como son especialmente WhatsApp, Instagram, de YouTube.”
En su amplia exposición Jenaro mostró el crecimiento y las ganancias exorbitantes que han tenido esas y otras empresas gigantes durante el primer trimestre de 2020 y llamó a “cortar esa cadena de mensajes, incluyendo también los mensajes exagerados o negativos en Twitter, porque la infodemia, es decir, la epidemia de noticias falsas o medias verdades lo que genera son percepciones negativas, pánico, desconfianza social, vulnerabilidad y prejuicios que criminalizan a las personas que viven o atienden el coronavirus.”
Hay que referir que el Presidente López Obrador desde antes de asumir la Presidencia reivindicaba a las redes sociales como el antídoto contra el periodismo que lo critica. Ahora, aparte del mensaje de Jenaro, hay otros datos de que el antídoto se convirtió en veneno.
El portal de tecnología y sociedad LoQueSigue.tv, citado por Raymundo Riva Palacio, “analizó 265 trending topics de Twitter durante la crisis sanitaria y el 54.7 por ciento de ellos fueron impulsados con bots, automatización y otros métodos no orgánicos. Y del total, el número de hashtags contra López Obrador fueron 52 hasta el miércoles 6 de mayo, y apenas 29 fueron a su favor”. Al parecer ya no son tan benditas las redes sociales en Palacio Nacional.
Por esas y otras razones en los equipos de comunicación social de la Presidencia debieran valorar más la importancia estratégica de las personas que realizan periodismo profesional para el rediseño que hacen de las relaciones prensa-gobierno, considerar mejor a quienes tienen la profesión de informar y que hoy buscan alternativas a sus crisis de empleo, seguridad y credibilidad y necesitan ser identificados como sujetos independientes a las grandes empresas.
Por esas y otras razones las y los periodistas profesionales que satirizaron a la joven reportera Sarahí Uribe debieran aceptar que es necesario defender al periodismo profesional, incluidos sus novatos que son todavía más vulnerables, antes de sumar dosis de odio a la polarización política y a la canallesca abundante en las redes sociales.