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* El investigador acudió al homenaje a Pablo Sandoval Ramírez, su suegro

SANTIAGO HERRERA    /

 

Acapulco, 22 de octubre de 2017. El investigador y activista John Ackerman Rose, calificó al estado de Guerrero como un agresor destacado en materia de derechos humanos y a México como el país con mayor cantidad de pesos políticos de América Latina, y señaló que el gobernador del estado Héctor Astudillo Flores, no tendría que estar buscando pactos “sino haciendo su chamba”.

“México es el país de América Latina con la mayor cantidad de presos políticos en toda la región, sin duda la gente habla de otros países que tendrán algunos presos políticos, México es el que más viola los derechos humanos de los luchadores sociales, de los periodistas, de los defensores de los derechos humanos”, señaló.

En ese sentido, calificó al estado de Guerrero como “un agresor particularmente destacado en esa materia” y señaló los casos de los presos políticos Samuel Ramírez Gálvez, Gonzalo Molina y de Arturo Campos Herrera, “tienen que estar libres mañana, no es posible que sigamos con este abuso tan sistemático”.

Ackerman Rose también se refirió sobre el caso de la ex comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá,  Nestora Salgado, como un caso de alto cinismo, pues sostuvo que a pesar de que ya fue exculpada de todos los delitos y de que ninguno de los testigos que la acusaban se ha presentado, la mantienen acusada mediante una apelación al auto de libertad dictado.

“En los cuatro casos no hay prueba y mucho menos ha habido condenas en su contra, ellos están en prisión preventiva y para Nestora es una apelación de un auto de libertad que ella ya tiene, entonces son cargos fabricados con institucionalidad política para silenciar a los luchadores sociales, entonces aquí tenemos un fuerte problema, Guerrero sus autoridades trabajan con los delincuentes, encubren, facilitan la delincuencia, tanto la delincuencia común como la que es bien financiada, ese es el problema: los luchadores tendrían que estar libres y los verdaderos delincuentes tendrían que estar en la cárcel”,  sostuvo.

Sobre el pacto de seguridad al que convocó Astudillo Flores, Ackerman Rose declaró que “hemos tenido miles de pactos políticos y esto no es un asunto político, es una cuestión de efectividad institucional, eso es lo que no tenemos hoy en Guerrero, en el país” y agregó que “no tendría que estar buscando ni haciendo pactos el gobernador sino haciendo su chamba, y al parecer esto no ocurre y la esperanza es al final de cuentas el de un cambio político, pero no en sí, sino un cambio político para tener instituciones que funcionen”.

Calificó el caso del asesinato del luchador social Ranferi Hernández Acevedo como el doblemente de doloroso por su papel de actor político y social, y agregó que es un ejemplo más del “desgobierno que estamos viviendo en el estado de Guerrero y como son particularmente blanco a cualquier luchador social y político que genere algún polo opositor, ellos son particularmente víctimas , está colapsando el estado de derecho a nivel nacional y en el estado, y esto vuelve a ratificar la necesidad de un cambio en 2018”.

Declaró que en este sexenio a nivel local y federal existe una politización de la violencia y de la represión muy agravada, abundó en que “la desaparición misma de los 43 estudiantes no es una simple desaparición, es una desaparición política, es un acto de escarmiento político social contra un grupo de jóvenes que son activistas y que habían retado al estado, si es una situación muy grave que estamos viviendo que pasa por un cambio político en el país”.

Las declaraciones de Ackerman Rose se dieron luego de que acudió al 17 aniversario luctuoso del luchador social Pablo Sandoval Ramírez, quien fuera su suegro.

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