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GUADALUPE RODRÍGUEZ  /

Acapulco, 4 de agosto de 2022.

A nivel nacional, el próximo proceso electoral de 2024 por la sucesión presidencial inició de manera anticipada y Guerrero no escapa a sus efectos.

En las últimas semanas, dos momentos han radicalizado a los grupos políticos al interior del partido en el poder: la visita de las principales corcholatas del Presidente y el proceso interno para elegir a los consejeros de Morena.

El primero sirvió de definición para quienes se identifican y defenderán la candidatura de Claudia Sheimbaum y Marcelo Ebrard en Guerrero. El primer grupo, encabezado por la gobernadora, Evelin Salgado Pineda, y el senador Félix Salgado Macedonio, y en cuanto al canciller los perfiles mas visibles son Luis Walton Aburto, Abelina López Rodríguez y Alfredo Sánchez Esquivel.

En cuanto al proceso interno, hoy se sabe que la alianza del grupo del extinto Cesar Núñez pactó con los identificados hoy como Felixistas por el control del partido en Guerrero, juntos lograron más de 50% de los consejeros y el otro porcentaje está distribuido en liderazgos municipales como Acapulco, Chilpancingo y Tierra Caliente, entre otros.

Ese porcentaje minoritario justamente coincide en su afinidad al proyecto encabezado por Marcelo Ebrard, y hoy ha cerrado filas y aseguran van por la dirigencia del partido y representación en el Comité Ejecutivo Estatal, aunque no dijeron quien se perfila al cargo. Mientras que la alianza Felixista-nuñista tiene como principal propuesta a la dirigencia del partido al diputado con licencia Jacinto González Varona.

Está claro que después de siete años sin renovar las dirigencias de este instituto político el regreso a la actividad político partidista de Morena ha causado gran furor. Principalmente porque se entiende que la lucha en Morena sólo es entre los que tienen cargos y es por más cargos.

En este nuevo mapa político de Movimiento Regeneración Nacional, la ruta que sigue es la reconciliación de la dirigencia con los liderazgos naturales y morenistas fundadores que se sienten excluidos y en desventaja por no tener acceso a cargos, ni voz dentro de los grupos. Deben reconocer unos y otros que nadie en Morena deja nunca de pelear por cargos, aunque ya los tenga.

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