CARLOS DÍAZ FIGUEROA /
Acapulco, 18 de enero de 2024. En complot y venganza, coalición se registra. Añorve Baños va a la reelección a senador
Bajo complot y venganza, Manuel Añorve se registró para la reelección a senador por el PRI, por lo que la coalición “Va por México” no deja de ser una alianza de chantaje y simulación previa al proceso electoral de 2024.
Con los actos de abuso e imposición de lo que ya estaba cocinado anteriormente, es evidente que la coalición está rebasada por la ambición, el oportunismo y la rivalidad en aquellos que lucran espacios electorales en protección de Alito.
En referencia, la coalición no es una garantía que obedezca a las expectativas de triunfo, toda vez que deben volver a ver a sus adversarios, quienes actualmente gobiernan y representan la mayoría de los estados del país.
Los jaloneos en disputa de candidaturas entre los aspirantes, principalmente con el registro de Añorve Baños, son claros riesgos en un pronóstico anunciado de que a la coalición no le alcanzarán sus votos en la elección de junio.
Lo anterior, bajo la vulnerable operación de los presentes liderazgos nacionales ante la falta de coincidencias con los acuerdos en común, lo que es claro que no hay adhesión ni unidad al interior y exterior de las cúpulas partidistas.
En la pasada elección intermedia, consideraron medir el resultado en el Estado de México, donde se concentra la mayor votación en mira a la sucesión presidencial, por lo que solamente quedó en un diagnóstico a medias.
Lo que es cierto es que Morena es un partido o movimiento que aún tiene un perfil con amplio margen, mientras que en la alianza opositora las condiciones son endebles y con riesgos de que el sol azteca pierda su registro como partido.
El discurso está lleno de letras muertas en la descalificación y señalamientos directos al interior de la coalición, en un contenido penetrado por el chantaje y la traición, lo cual existe una inconformidad en la base priista.
Los pleitos ambiciosos y oportunistas de los actores de la coalición obedecen a intereses particulares basados en cuotas familiares y dejando por un lado el llamado relevo generacional en obvias hipocresías.
Por lo que no se descarta lo que en común se viene presentando en las últimas elecciones, reflejado en la traición y simulación de sus actores y operadores, producto del egoísmo y del resentimiento personal de unos cuantos.
Claro han sido los abusos de su dirigente nacional por encima del chantaje en beneficios personales y acuerdos por debajo de lo oscurito a favor de aliados aferrados en ocupar un espacio que no merecen.
Las inconformidades han crecido, dudando de los supuestos cambios y congruencia en la conformada y llamada coalición “Va por México”, primeramente en la elección intermedia y en la presente de 2024.