ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 15 de septiembre de 2021.
¿Qué de sorpresivo o inusual puede tener que se reúna la gobernadora electa Evelyn Salgado Pineda, con el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero y el equipo de diputados perredistas que estarán como oposición en el Congreso?
Nada. Es el encuentro de dos entes políticos: una gobernadora que todavía no entra en funciones, y un grupo que contendió contra ella, pero perdió la elección y por tanto será oposición en los próximos seis años.
La política, justamente, es el encuentro de los actores diversos en busca de acuerdos. Como dice el propio Ángel Aguirre: la política es así.
Pero esa reunión que ocurrió este martes, puede verse, y ya se ha visto así, en dos perspectivas: desde el ángulo de la gobernadora electa, y desde el ángulo del perredismo.
Lo primero: Evelyn Salgado Pineda gobernará a partir del 15 de octubre y por los próximos seis años, no hay ninguna razón real para dudar de eso. Aunque fue postulada por Morena, gobernará para todos, y por tanto es completamente natural que tenga encuentros con personajes de diversos signos. Es importante destacar que se trata de un gesto político de parte de la próxima titular del Ejecutivo, un gesto de cortesía política hacia sus opositores, no un acto de convalidación de estos a su gobierno, ni de una toma de compromiso en favor de ningún partido. Evelyn Salgado no necesita que ningún grupo de poder la convalide, porque su triunfo en las urnas es claro y contundente y ha contado con el apoyo principal, que es del pueblo. No necesita hacer compromisos tampoco. Así que es previsible verla en nuevos encuentros, quizá con los diputados del PRI.
Lo segundo: Ángel Aguirre Rivero y su gente deberían considerarse priistas. Priistas que militan en el PRD, que a su vez ya es casi priista también. Ángel Aguirre proviene de las filas del PRI, partido por el que gobernó Guerrero en el período 1996-1999, al igual que Alberto Catalán Bastida, quien hoy dirige al PRD, y la mayor parte de los integrantes de la Izquierda Progresista Guerrerense (IPG). No solo provienen del PRI, sino que volvieron a este partido en la elección pasada con la alianza que promovió precisamente Aguirre y concretó Catalán con el tricolor.
Por eso, a los priistas les hace ruido el encuentro con Evelyn Salgado, pues consideran una traición a su candidato Mario Moreno Arcos cuando todavía no se resuelve la impugnación en el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, aunque nada esperen de este recurso legal. Es cuestión de formas, pero forma es fondo en política.
De la parte perre-priista, hay que decir que el ex gobernador Ángel Aguirre es un político con una vasta experiencia. No solo se apoderó primero del PRD, sino que luego se convirtió en un factor de poder dentro del PRI al hacer la alianza, su presencia en la reunión de los diputados y la gobernadora es para mandar el mensaje de que él controla esa bancada, pero también aprovechó para lanzar un dardo envenenado hacia Evelyn Salgado. Lo hizo con una frase muy sencilla: “Recordamos cuando declinó ocupar la Secretaría de la Juventud en mi gobierno y aceptó la delegación de la Mujer en Acapulco”, escribió en sus redes sociales a propósito de la reunión. Frase sencilla, inocente, de paso. Pero en política, y la política es así, dijera Aguirre, nada ocurre por casualidad. El ex mandatario pone el énfasis en sugerir que fue el primer jefe de la actual gobernadora, cuando durante su mandato le dio trabajo en la delegación de la Secretaría de la Mujer.
En un solo movimiento, Aguirre Rivero manda tres mensajes: al PRD, sobre el que se enseñorea porque es él y nadie más quien encabeza ese partido y su fracción parlamentaria; al priismo, al que le demuestra que su posición está por encima de lo que fue la alianza y él ya va un paso adelante; y, a quien quiera leerlo, o creerlo, le manda el mensaje de que dentro del próximo gobierno será un ente influyente.
¿Consolida Aguirre su hegemonía en el PRD? Eso solo los perredistas podrán decirlo. Y en el PRI, ¿hay traición en su contra? Solo los priistas pueden definirlo. Y solo la gobernadora electa podrá decir si su ex jefe será influyente o no en su gobierno, sin embargo, en este último punto, basta observar la historia para saber que los políticos que llegaron a la cúspide siempre tuvieron un primer empleo y no por eso siguieron la ruta de su primer jefe sino su propia ruta.
La política es así, y habrá que acostumbrarse a nuevos encuentros. En la medida en que pasen los días, serán más los que, desde diferentes posiciones políticas, buscarán acercarse a la próxima gobernadora, poco a poco, dando sus brazos a torcer.
RESERVA PROTEGIDA
DURANTE un taller impartido a autoridades municipales electas de Morena, el instructor Jaime Dahir Arista, les recomendó no olvidar cuál es su origen ideológico y no incurrir en prácticas priistas… Les dijo que suele suceder que llegan a través de la izquierda al cargo de representación, pero una vez que lo consiguen, se les olvida la lucha y su comportamiento no tiene nada que ver con la izquierda… No era referencia a nadie, sino solo un mensaje para quienes llegan… Los damnificados del sismo siguen surgiendo: aunque algunos aparecen aislados, la suma se incrementa, lo que sugiere que el problema se convertirá en un asunto mayor, al que no hay que perderle la vista.