ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 12 de octubre de 2021.
El próximo viernes iniciará una nueva etapa en Guerrero. A querer o no, hay factores que señalan que lo que ocurrirá no será simplemente una transmisión de poderes, sino el inicio de una transformación que se espera sea profunda.
Evelyn Salgado Pineda se convertirá en la primera mujer en la historia que gobernará Guerrero, un estado que tiene doble alerta de violencia de género y que ocupa uno de los primeros lugares nacionales en feminicidios, que mantiene la venta de niñas en las zonas indígenas y sigue entre los últimos en despenalizar en el aborto de acuerdo con los lineamientos dados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ese solo dato ya es histórico, y vaticina un cambio en la cultura machista que impera en el estado, de modo que un gran avance será si al final de su gobierno, han bajado los índices de violencia hacia las mujeres.
Pero, además, será la primera gobernadora postulada por la izquierda, que hizo vida desde niña en las filas de la misma izquierda. No es el mismo caso de sus predecesores postulados por el PRD: Zeferino Torreblanca, quien era un empresario, ex presidente de la Coparmex y más identificado con el PAN que con la izquierda que lo postulaba; ni Ángel Aguirre Rivero, que hizo su vida política siempre en el PRI hasta que este partido se negó a postularlo como candidato y viró hacia el PRD.
Evelyn Salgado acompañó a su padre el senador Félix Salgado Macedonio en las protestas poselectorales de 1990, en sus campañas por la gubernatura, la de 1993 y la de 1999, en el éxodo, y en muchas otras movilizaciones sociales, siempre dentro de la izquierda, única opción política en la que ha militado. Recorrió el estado y conoció de cerca a los luchadores sociales más representativos de la historia contemporánea de Guerrero.
Y un tercer elemento es que será la primera gobernadora del movimiento de la Cuarta Transformación.
Por todo ello es que hay mucha expectativa en lo que será su gobierno a partir del viernes.
En lo personal, Evelyn Salgado fue también una revelación. En cierta forma acostumbrados a la invisibilidad de las mujeres, muchos no la vieron. Por eso, sobre todo priistas y panistas, se preguntan en qué movimientos sociales ella ha participado, ignorantes de su historia. Pero incluso la senadora de Morena, Nestora Salgado, dijo que no la había visto en ningún movimiento social, cuando se hizo pública su postulación a la candidatura. Ello es porque ni los priistas ni panistas, ni tampoco Nestora, anduvieron en esos movimientos.
Pero además Evelyn Salgado fue una revelación. Su carisma, su energía, y sobre todo su capacidad para entender las complejidades de un estado como Guerrero, sorprendieron a muchos. Uno de los sorprendidos fue justamente el líder nacional de Morena, Mario Delgado, quien no dudó en manifestarlo así durante una entrevista con Adela Micha.
Y es que aún sin asumir el cargo, la gobernadora electa se ha reunido con funcionarios federales e incluso con el presidente Andrés Manuel López Obrador y ha mantenido liderazgo entre los gobernadores electos de Morena en el país.
En lo local, ha tenido que ofrecer esperanzas para los trabajadores del gobierno del estado (de salud, de RTG, policías, Acabús y de otros OPD) que se quejan de que la administración de Héctor Astudillo Flores les mantiene adeudos salariales y de bonos que por contrato debe entregarles.
Temas urgentes, ya abandonados por el actual gobierno, como la seguridad, la están esperando. Pero también hay retos importantes, como impulsar el desarrollo del campo, transformar el concepto de turismo para que no solo haya crecimiento a través de la privatización de las playas y la depredación de la naturaleza, comunicar las regiones, promover el mercado interno, reconvertir las estructuras de gobierno, entre muchos otros.
El viernes comenzará una nueva etapa en Guerrero, con un empoderamiento inusitado de las mujeres. Evelyn Salgado será la primera gobernadora, pero sin duda no será la única, ya que en su gobierno dejará las bases para que otras mujeres puedan, después, seguir gobernando.
