GABY CARMONA ASTUDILLO /
Acapulco, 18 de mayo de 2020.
A Félix Salgado Macedonio lo conocen hasta las piedras, me dijo una señora de edad avanzada, es de los políticos que al verlo te causa una buena impresión porque habla tu mismo lenguaje, con él no hay que fingir
Y es que a Salgado Macedonio lo conocen en cada rincón del estado de Guerrero, quizá porque su historia de lucha democrática nació oficialmente en 1988, cuando derrotó al cacique mayor de la otrora poderosa CTM en Guerrero, Filiberto Vigueras Lázaro.
Félix no le tuvo miedo al poder sindical y con el apoyo de la gente lo derrotó en las urnas y pese al fraude que intentaron hacer, lo derrotó en la sesión de la Cámara de Diputados en donde arrojó no uno sino varios costales de boletas medio quemadas, pruebas fehacientes del fraude electoral.
Conforme fue pasando el tiempo, sus aspiraciones políticas se fortalecieron: diputados federal y senador de la república, presidente municipal de Acapulco. Y en dos ocasiones candidato de la izquierda a la gubernatura del estado, en las dos ocasiones le arrebataron la gubernatura del estado.
Pero, Félix Salgado es una figura política que sus adversarios le han endilgado todo tipo de adjetivos, antes, durante y en cada proceso electoral le reviven viejas fotografías y desempolvan viejos vídeos, una muestra clara del miedo que les causa y por ende pretenden detener sus aspiraciones de gobernar Guerrero.
Félix Salgado no es un santo, se sabe, pero es un políticos que la gran mayoría de los guerrerenses lo ve con simpatía, quizá porque no es el políticos acartonado que presume el mejor vehículo o anda con séquito de guaruras. A Salgado la gente lo ve como uno de los suyos, con defectos pero con un profundo cariño con los que menos tienen.
Hombre que conoce el campo, porque estudió el suelo y sus procesos de siembra y producción, sabe de tiempos, riego y de temporal, nadie le va a contar nada porque sabe que el campesino requiere con tiempo el fertilizante para sembrar, sabe de la calidad, raza y peso del ganado, porque está preparado para emitir una recomendación al respecto. No, Félix no salió del pueblo para no regresar, salió para avanzar, destacar y aprender.
No hay un político con sus características, Félix no le teme a la crítica, vive a su manera y disfruta de la vida, se muestra como es, alegre, ocurrente, de mente ágil, dicharachero, amigo de sus amigos, solidario, extrovertido y no teme al éxito. Serio en asuntos de gobierno. Y su popularidad no decae al contrario cada día está más fortalecido. Dicen que la tercera es la vencida, el lo sabe y está listo para salir triunfante. Veremos qué pasa.