Hace dos años se casaron; hoy fueron asesinados juntos

* Es un crimen por odio de homofobia, no puede entenderse de otro modo: Mogollón

REDACCIÓN    /

Acapulco, 05 de julio de 2017. Gerardo Ramos Navarrete y Sergio Romero contrajeron matrimonio simbólico hace dos años, durante el gobierno de Rogelio Ortega Martínez, y al mediodía de este miércoles fueron asesinados.

La muerte que se manifestó con poco menos de 10 balazos, los encontró juntos, abrazados; sus cuerpos chorreantes de sangre quedaron tirados en el piso en posición de que uno quiso proteger al otro.

“Nos llena de consternación porque si tú me dices ¿puedes meter las manos al fuego por ellos?, yo digo sí, porque tenían una vida recta y en su colonia eran muy queridos”, expresa Alberto Mogollón, presidente de la Asociación de Homosexuales y Lesbianas de Guerrero.

Este día, los esposos salieron a buscar trabajo. Iban, cuenta Mogollón, a la bodega de condones Durex donde serían contratados. Quien los haya asesinado los encontró antes, en una calle de la colonia del Valle, en las cercanías de la entrada al Maxitúnel por el lado de Cuauhtémoc.

Ellos eran conocidos en el rumbo. Al otro lado de la avenida, en el parque El Roble, eran maestros de zumba, y un poco más arriba, en la Bocamar, tenían su vivienda. En realidad, vivían con la madre de Sergio, que es hijo único, y que estaba preparándose para ingresar a la escuela de danza Pedro Cano, cuenta Mogollón.

Los dos eran muy activos en la defensa de los derechos. Apenas hace unos días habían participado en la marcha del orgullo gay en la Costera, y ambos formaban parte de la dirigencia de la asociación.

“La mamá los apoyó, y la consternación ahora es cómo va a quedar la viejita”, lamentó.

“En este momento ya nosotros estamos en shock todos porque el último crimen de odio que hubo fue en Ometepec, y antes San Marcos y ahora nuevamente en Acapulco, y este sí es un crimen de odio por homofobia. No podemos decir, por ejemplo, hace unos meses mataron a un trans y le pusieron que era por cobracuotas y ahí sí ni cómo meternos, pero en este sí porque conocemos a los muchachos, eran del comité de la Asociación de Homosexuales y lesbianas de Guerrero”, cuenta.

“Hoy alzamos la voz –añadió Mogollón- pidiendo justicia, esclarecimiento de todos los crímenes de odio por homofobia. No me digas que no fue homofobia, porque hasta en la muerte, uno protegió al otro. Son como seis, siete balazos que les dieron a los dos”.

Relató que es tanta la inseguridad y el temor que existe en estos momentos, que hace unos días él personalmente fue a la Fiscalía en busca de información sobre los casos de agresiones a personas con diferente orientación sexual, pero para hacerlo tuvo que solicitar por escrito a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero que le dieran acompañamiento.

“Solamente así pudimos entrar a la Fiscalía, porque yo lo intenté antes, y no me hicieron caso. Ni me pelaron en la Fiscalía, y tuve que acudir a DH en busca de apoyo”, señaló.

Agregó que los integrantes de la comunidad lésbico gay analizará las acciones a realizar y cómo manifestarse ante el asesinato de los dos jóvenes.