* Janet Galeana Campos, secretaria de Acuerdos de Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos, AC, relata que la desaparición de un familiar “nos cambia la vida a todos”
* Aunque se le localice (por lo general sin vida), la reintegración familiar “ya no vuelve a ser igual: nos hace falta una persona”
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 9 de mayo de 2022. En Acapulco, 90 por ciento de las personas desaparecidas son hombres de 18 a 35 años en promedio, y contra lo que pudiera pensarse, solo 10 por ciento son mujeres, expresó la secretaria de Acuerdos de la asociación civil Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos, Janet Galeana Campos.
En entrevista, la hermana de uno de los desaparecidos -y luego encontrado muerto- dijo que la desaparición de un familiar es algo que “nos cambia la vida a todos” y aunque se le localice después -hasta ahora sin vida-, las cosas ya no son iguales. “Muchas veces hablamos de la reintegración del tejido familiar (pero) para nosotros ya no vuelve a ser igual: nos falta una persona. Y aunque lo recuperamos sin vida, él (se refiere a su hermano Jesús Nicolás) nos sigue haciendo falta en la casa, y más en este mes que yo creo que es muy importante para mi mamá el que él estuviera con ellos”.
El fin de semana, la asociación hizo una actividad consistente en una especie de kermés en el patio de la iglesia de Costa Azul, para concitar la solidaridad de la ciudadanía y en particular de las amistades de sus familiares de desaparecidos, para que estos compren sus productos y apoyen con ello las labores de búsqueda que realizan.
Dijo que la Asociación consta de 323 familias, de las cuales 52 ya han podido recuperar a sus familiares, si bien en todos los casos ha sido sin vida.
-¿Cómo está la búsqueda, las autoridades sí están comprometidas, están involucradas? -se le pregunta.
-Nosotros tenemos mesas de trabajo con Fiscalía. La Fiscal que está ahorita nos ha estado dando el apoyo para realizar nosotros nuestras búsquedas; están programadas y (son) con la Comisión Estatal de Búsqueda.
-¿Y sí hay el ánimo, la disposición?
-Sí, sí están dispuestos a apoyar hasta ahorita. Sí, no hemos tenido ningún problema, la verdad hemos trabajado de la mano con ellos.
-¿Hay un patrón que ustedes puedan ubicar como de qué tipo de gente desaparece?
-Hay un promedio de 18 a 35 años de edad en hombres, es los casos que nos llegan a la asociación, que ya es un promedio en edad productiva, que se pudiera decir que son los que desaparecen.
-¿Y mujeres?
-Del 100 por ciento que tenemos, 90 por ciento son hombres, y 10 por ciento son mujeres. Es más (probable) en el masculino que se dé una desaparición que en mujeres.
-Normalmente se piensa que serían más mujeres.
-No, por lo regular en casi todas las familias que están integradas, la mayoría son hombres.
-Dentro de los casos que han podido resolverse, ¿han ubicado cuál es la causa de la desaparición?
-No, le voy a hablar en particular y yo creo que mis compañeros están en lo mismo: a nosotros no nos interesa qué fue lo que pasó, no nos interesa quién fue el que provocó el mal. Nosotros lo único que hacemos es recuperarlos, recuperar a nuestros seres queridos y recuperar a las demás familias a sus seres queridos para podérselos entregar. Ya lo demás, si hay alguien que esté involucrado, pues hay un Dios que él les va a dar su castigo; y si llegaran a detener a alguna persona, las autoridades son las encargadas, nosotros no.
-¿Cómo siente el acompañamiento o la respuesta de la sociedad en general a su lucha?
-Es muy apática, la sociedad es muy apática. Ellos piensan que por el hecho de juntarse con nosotros, de acercarse con nosotros y apoyarnos, posiblemente les pueda pasar algo, y no. Ciertamente esto no es una enfermedad, no se pega, y yo creo que nadie está exento de pasar por la situación que nosotros estamos pasando. Hoy es por nosotros, y esperemos que nunca por nadie más.
-¿Siguen llegando casos nuevos?
-Sí, constantemente llegan, aquí con nosotros en la asociación, y se pueden dar cuenta en todas las redes que comparten en Facebook donde constantemente, en un día llegan a subir hasta tres personas que están no localizadas.
-¿Cómo les cambia la vida, cómo es ese proceso de que hay un familiar desaparecido’
-Híjole, le puedo hablar en lo personal. Mi hermano se llamaba Jesús Nicolás Galeana Campos, desapareció en septiembre de 2017, lo recuperamos en noviembre de 2017. Nos cambia la vida a todos. Muchas veces hablamos de la reintegración del tejido familiar (pero) para nosotros ya no vuelve a ser igual: nos falta una persona. Y aunque lo recuperamos sin vida, él nos sigue haciendo falta en la casa, y más en este mes que yo creo que es muy importante para mi mamá el que él estuviera con ellos.