* Hasta ahora la producción no se ha detenido y los científicos trabajan en propuestas para conocer y tratar de controlar la enfermedad
AGENCIA ID /
Ciudad de México, 28 de junio de 2018. Entre 2012 y 2013 hubo un descenso de casi el 60 por ciento en la producción nacional de camarón blanco del pacífico (Penaeus vannamei) cultivado en granjas acuícolas del país, es decir, de 95 mil toneladas cayó a casi 50 mil toneladas. La causa fue la Enfermedad de Necrosis Aguda del Hepatopáncreas (AHPND por sus siglas en inglés).
Ante este panorama, científicos del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C. (CIAD) Unidad Mazatlán lograron obtener las secuencias del genoma completo de cepas bacterianas de Vibrio parahaemolyticus, causante de enfermedad emergente que afectó a la población del crustáceo. Los especialistas se han mantenido cerca de los productores y han implementado medidas para que la producción no se detenga, en tanto buscan medidas biotecnológicas para acabar con el microorganismo.
“El Vibrio parahaemolyticus libera toxinas muy potentes que afectan directamente al hepatopáncreas, que es la glándula digestiva y el órgano más importante del camarón. Pero la bacteria no perjudica a otras especies acuáticas y de ser consumida por el ser humano no le causa daño pues no tiene a los receptores de la toxina”, aclara la doctora Sonia Araceli Soto Rodríguez, líder de la línea de investigación del CIAD.
La mayoría de las granjas de camarón están situadas en la región del Golfo de California, donde los estados de Sonora, Sinaloa, y Nayarit producen más del 90 por ciento del camarón cultivado en México.
“El último reporte del estatus sanitario del Comité de Sanidad Acuícola de Sinaloa (CESASIN) señala que 50 por ciento de las granjas están afectadas. Sin embargo, México no ha dejado de producir y es uno de los países que se ha recuperado del problema”, señala la doctora en biotecnología marina.
La investigación en el CIAD inició en 2013 con el aislamiento de la especie y su caracterización de forma molecular, genética y genómica. Como parte de la misma se han hecho evaluaciones de su virulencia para encontrar la forma de controlar la enfermedad.
Para ello se ha hecho diversos estudios, uno de ellos dirigido al empleo de consorcios microbianos que controlen las bacterias patógenas. Por otra parte se han probado 30 o 40 productos en el mercado, desde aditivos hasta compuestos funcionales, pero ninguno ha dado resultado para inactivar la toxina. Una tercera propuesta por parte de los investigadores del CIAD refiere a líneas genéticas del camarón para hacerlo tolerante a la toxina, y que aún están trabajando.
“Hemos hecho pruebas directamente en granjas con resultados alentadores. Estamos cerca de los acuicultores para que no dejen de producir, pues no ha faltado quien les ´venda espejitos´ como soluciones al problema”, puntualiza la oceanóloga Soto Rodríguez.
Finalmente, la científica reconocida internacionalmente señala que México es el séptimo productor de camarón en el mundo y que se encuentra a la vanguardia en investigación en salud del crustáceo. Sin embargo, la Necrosis Aguda del Hepatopáncreas aún no ha sido reconocida como como enfermedad emergente de forma oficial.