* Pese a la declaratoria de Alerta de Violencia de Género, alcaldías desconocen su utilidad, dice la activista
VERÓNICA CASTREJÓN ROMÁN /
Acapulco, 10 de julio de 2018. Pese a que Guerrero ocupa el segundo lugar, a nivel nacional, en violencia en contra de las mujeres, y el noveno sitio en cuanto a muertes de mujeres, en alcaldías en las que se ha declarado la Alerta de violencia de Género, hay un desconocimiento de lo que la alerta implica, y lo que significa una política pública con perspectiva de género, señaló en entrevista para La Plaza, la activista Sara Lovera López quien realiza un diagnóstico sobre ese tema en municipios de esta entidad, a instancias del secretario General de Gobierno, Florencio Salazar Adame.
El diagnóstico que Sara Lovera realiza en Guerrero, lo hace a través de talleres y conversatorios denominados Diálogos entre Mujeres, que llevó a cabo ya en Coyuca de Benítez, Ayutla de los Libres, Chilpancingo, Acapulco, Chilapa y Tlapa y que hoy culminan con funcionarios del gobierno del estado.
Sostuvo que en Guerrero se percibe la intención de cumplir con las recomendaciones de Gobernación, “pero tenemos grandes obstáculos en las presidencias municipales, pues hay una enorme falta de profesionalismo, en los equipos, que impide que las mujeres sepan de los beneficios de leyes, normas e instituciones, e incluso de lo que representa la Alerta de la Violencia de Género”.
Cuestionada sobre las causas de esos obstáculos, denunció que hay una gran indiferencia en algunas alcaldías: “es muy diferente la población de mujeres de Acapulco, que la de Chilapa o la de Tlapa, pese a que ahí está la Ciudad de las Mujeres, hay una gran indiferencia por parte de las presidencias municipales; y así fuera maravillosa la política del gobierno del estado, no se avanzará en la medida en que no se reconozca el problema”, alertó.
La también periodista de amplia trayectoria, fue entrevistada al final del conversatorio que llevó a cabo en la sala de cabildos del Ayuntamiento de Acapulco, con una audiencia de unas 100 personas, compuesta básicamente por mujeres provenientes de diferentes colonias del puerto, lideresas sindicales, personal de la Secretaría de Salud municipal, hombres que dirigen programas de conciencia de género del programa nuevas masculinidades, que fueron motivados a hablar de los diferentes tipos de violencias sufridos en sus vidas.
Cuestionada sobre la situación en Guerrero, Sara Lovera informó que mientras la violencia feminicida cobra cada año en nuestro país 2 mil muertes de mujeres, “solo este año en Acapulco, van ya 44 muertes de mujeres”, y explicó que el feminicidio es, junto con el suicidio a veces, el final de un largo proceso de violencia que se ejerce contra la mujer solo por ser mujer y que debe ser atendido con base en las instituciones y las leyes y normas creadas para ello; porque hay quienes confunden, explicó, los asesinatos de las mujeres con los feminicidios.
Y sobre la denuncia que en el evento hiciera la regidora Gloria Sierra López, en el sentido de que el alcalde Evodio Velázquez Aguirre no liberó el presupuesto que 14 asociaciones de mujeres agrupadas en la Red de Incidencia de Género le solicitaron para el funcionamiento de los Módulos de Atención a Víctimas, Lovera López comentó que más bien lo que hace falta es trabajo de información a las mujeres de las colonias populares o de las zonas rurales.
“Lo que hace falta es información”, dijo, pues la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia obliga a la creación de un Sistema Nacional de Prevención que debe tener sus similares en los gobierno estatales y en el ámbito municipal, “pero estos sistemas no funcionan porque no los conocemos, y entonces nos vamos en contra del presidente municipal, pero las que tienen que informar de que debe existir el sistema, no informan”.
“Entonces -continuó-, existe un Sistema Nacional y un programa integral que debe existir también aquí, y no funciona porque no lo hacemos funcionar porque no hacemos alianza con las diputadas porque necesitamos que eso que está en la ley se organice”.
Sostuvo que, ante la urgencia que implica el hecho de que 36 por ciento de las mujeres asesinadas, actualmente en México, pierden la vida a manos de sus maridos después de meses de tortura, independientemente de las que mueren por culpa de la violencia estructural que sufre el país.
“Pero las alcaldías no han entendido de qué se trata; que una presidenta municipal te diga que no entiende y que no te pueda definir qué es la alerta de género, es que no bajó la información correctamente. Falta mucha información; no sé si presupuesto, pero información sí hace falta”, recalcó.
Lovera López sostuvo que en el sexenio de Enrique Peña Nieto hubo un gran avance en la instalación de instituciones y de programas que aunque no han resuelto el problema de la violencia contra las mujeres sí sentó las bases, en términos globales, para defenderlas, y agregó:
“Con las bases jurídicas que ahora tenemos y con los principios de las instituciones creadas estos seis años, podríamos elaborar un gran programa; la propuesta es llevar la información a las mujeres porque el desconocimiento de las leyes y de la Alerta de Violencia de Género como un mecanismo de emergencia para atender a las víctimas hace más vulnerables a las mujeres porque desconocen a dónde acudir y ante quién llevar su queja si la autoridad no responde; ellas pueden llevar su caso a la Comisión de Derechos Humanos”.
Sostuvo que no toda la política pública de atención a las mujeres debe enfocarse en la violencia, sino que el diseño de programas debe atender más bien a una cultura de género integral que atacaría las causas estructurales de la situación de falta de empoderamiento de las mujeres y que coadyuvaría a la construcción de nuevas masculinidades, con el fin de lograr una sociedad más justa e igualitaria, sin la politización de la problemática, subrayó.
Por último, comentó que en los próximos días hará un análisis de lo observado en los talleres que realizó en Guerrero, cuyos resultados hará llegar al gobierno del estado, y se mostró satisfecha por haber acudido a municipios de Guerrero a los que nadie quiere asistir por el gran riesgo que representan, en cuanto a la inseguridad.