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* La académica presentó su libro Feminicidios. Violencia de género en contra de las Mujeres de Guerrero: enero de 2005 a diciembre de 2015

 

VERÓNICA CASTREJÓN ROMÁN    /

 

Acapulco, 14 de marzo de 2018. Los feminicidios en Guerrero, de 2010 a 2015, no solo aumentaron en 400 por ciento sino que, cualitativamente se ejecutaron con mayor  violencia, señaló la investigadora, catedrática y directora fundadora del Instituto Internacional de Estudios Políticos  Avanzados Ignacio Manuel Altamirano (IIEPA-IMA), Rosa Icela Ojeda Rivera, quien recalcó que son  la impunidad, la desigualdad y la discriminación la causa de ese fenómeno que, debido a las cifras negras, es mucho más grave en la entidad.

Este martes 13 de marzo, la investigadora de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) presentó su libro Feminicidios. Violencia de género en contra de las Mujeres de Guerrero: enero de 2005 a diciembre de 2015, en la Universidad Americana de Acapulco, ante un auditorio compuesto por organizaciones de mujeres, estudiantes y catedráticos a quienes conminó a formar mano con mano un cadena humana que permita crear conciencia sobre esa emergencia social que coloca a Acapulco en primer lugar a nivel estatal.

Ahí, la también directora y creadora del Observatorio de  violencia contra la mujer (OVICOM) denunció que por cada feminicidio documentado al menos hay tres que no se conocen,  que no se denuncian y que no se hacen públicos, como consecuencia, dijo, de la impunidad cuya responsabilidad recae por una parte en las autoridades investigadoras del delito, en las que lo deben castigar y aplicar la ley; pero también en la corresponsabilidad social, “porque en este estado matar a  las mujeres no es un agravio para la sociedad,  lo vemos aún con indiferencia; eso genera también impunidad y la falta de exigencia”, reclamó.

Y agregó: “debemos tener una exigencia como ocurrió en otros países con democracias consolidadas, donde la población exigió  que la violencia debe tener un punto cero y no es porque en ese momento se vaya a acabar toda esa violencia, sino porque en ese momento las autoridades responsables y la población dicen, ‘a partir de ahora haremos todo lo posible porque no se repita este fenómeno y que no se reproduzca’”.

Sostuvo que el fenómeno de  los feminicidios, en Guerrero, es diferente al de chihuahua y otras entidades; “un poco la responsabilidad está en los medios, otra en la indiferencia  de autoridades y mucho en  la autoridad investigadora al poner sobre las victimas la responsabilidad y la culpa por una supuesta vinculación con el  narcotráfico; pero también está en la población  que no exige castigo, y esto tiene que ver con que estos fenómenos se sigan repitiendo, reproduciendo y no se vean como algo que tiene que terminar”.

Rosa Icela Ojeda confió en que su intención al publicar el libro concite a la concienciación del problema, pues lamentó que el estigma de las autoridades y de los medios de comunicación al tratar el tema de los feminicidios, así como  la indiferencia de la población, han hecho que las familias sientan  más vergüenza que dolor y que en una gran cantidad de casos “no reclamen el cuerpo de las mujeres brutalmente asesinadas, porque tienen más vergüenza que dolor; y si tienen dolor,  es un dolor que se guardan y eso no puede seguir ocurriendo porque no es sano en una entidad como Guerrero”.

En el evento, la catedrática de la Universidad Autónoma de Guerrero, Rosa María Gómez Saavedra al fungir como presentadora del presídium explicó que el libro presentad da continuidad a una investigación realizada en 2006, denominada Violencia Feminicida que fue dirigida por la doctora Rosa Icela Ojeda, a invitación de la Cámara de Diputados de la LIX Legislatura del Congreso de la Unión, y  coordinada por la entonces diputada federal, Marcela Lagarde.

El resultado de esa investigación sirvió de sustento, dijo, para la promulgación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia, y señaló que otra connotación del libro Feminicidios. Violencia de género en contra de las Mujeres de Guerrero: enero de 2005 a diciembre de 2015, es que fue uno de los fundamentos con los que se sustentó la solicitud de la Alerta de Género, que en Guerrero rindió frutos en 2017, al hacerse su declaratoria en sólo ocho municipios de los 81 que conforman la entidad: Acapulco, Ayutla, Chilpancingo, Coyuca de Catalán Iguala, Ometepec y Tlapa.

Los comentarios al libro corrieron a cuenta del rector de la Universidad Americana de Acapulco, Mario Mendoza Castañeda, quien comentó que la numeralia que el libro ofrece, aporta al reconocimiento de la violencia de género en la entidad; y de  la subdirectora del IIEPA-IMA, Abril Moreno Hernández, quien hizo un recuento de los diferentes tipos de feminicidios que se han cometido en Guerrero.

Al final, antes de clausurar el evento, el director del IIEPA-IMA, Raúl Fernández Gómez, hizo entrega de reconocimientos a los participantes.

 

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