* Marco Antonio Suástegui le plantea un reordenamiento incluyente; también que se publique en el Diario Oficial la cancelación del proyecto hidroeléctrico La Parota
* Desalojados del Golfito, a punto de echar abajo una barda metálica; bloquean por un rato la Costera
REDACCIÓN /
Acapulco, 14 de agosto de 2020. En el parque Papagayo confluyeron todos: universitarios, prestadores de servicios turísticos, miembros del Suspeg, militantes de Antorcha Campesina, músicos, campesinos, transportistas, trabajadores del sector salud y de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Unos iban a tratar de plantear demandas y otros, como el Frente Progresista Guerrerense, a mostrar apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador; playeros desalojados del Golfito bloquearon por un rato la Costera.
El presidente hizo un recorrido por las instalaciones del parque Papagayo, que está siendo remodelado por la Sedatu, acompañado del gobernador Héctor Astudillo Flores y la alcaldesa Adela Román Ocampo, y aunque fue un evento privado, los diferentes grupos aprovecharon para manifestarse y tratar de acercarse a él. Antes, López Obrador estuvo en la conferencia de prensa mañanera, a la que no se permitió el acceso a los medios de comunicación locales, salvo un reportero de Acapulco y uno de Chilpancingo.
“En esta jornada de protesta estamos demandando una audiencia”, explicaba en el asta bandera uno de los varios oradores que esperaban al mandatario.
Los manifestantes se colocaron desde temprano en la entrada principal, que fue descubierta para que se pudiera ver la nueva fachada donde ya fueron retiradas las fuentes danzarinas colocadas en el gobierno de Ángel Aguirre Rivero. Los concesionarios de los restaurantes Rossmar y Pájaro Azul extendieron sus mantas, en protesta porque les anunciaron que no serán renovados los permisos para seguir operando en el parque Papagayo; y los músicos cantaron.
Cuando vino la oportunidad, al término de la jornada, los que alcanzaron se acercaron a la camioneta del presidente López Obrador. Los voceros del frente Turisteros en Defensa y Rescate de la Playa Icacos (Tuderpi), Marco Antonio Suástegui Muñoz y Namsi Safat Ozuna Martínez, lograron acercarse a la camioneta del presidente y le entregaron un documento. El jefe del Ejecutivo no se bajó, pero les recibió lo que llevaban.
“Abrió el vidrio de atrás, yo le hice entrega de un documento que suscribimos los de Icacos y todas las playas, le estamos pidiendo un reordenamiento incluyente que vaya de acuerdo a la ley”, relató después Suástegui. Dijo que también le expresó que los comuneros de los bienes comunales de Cacahauatepec, que han vivido bajo asedio durante casi 20 años por el proyecto hidroeléctrico La Parota, quieren ver publicado en el Diario Oficial de la Federación algún decreto de cancelación de ese proyecto, para estar tranquilos.
Aseguró en una entrevista con reporteros, que tuvo oportunidad de decirle de viva voz al presidente que el programa Sembrando vidas no está llegando a la zona rural de Acapulco, a pesar de que en los bienes comunales de Cacahuatepec la gente ha mantenido una lucha permanente por defensa de la naturaleza, y también le planteó la liberación del campesino Maximino Valdez Valeriano, de 70 años acusado de asesinato y detenido durante la represión contra la Policía Comunitaria en La Concepción.
En otro momento, Eduardo Román Guzmán -el dirigente de la CTC que encabezó a principios de la década del 2000 el despojo contra habitantes de Puerto Marqués y la construcción de la marina Majahua- acudió como representante de las personas que fueron desalojadas en el Golfito. Los desalojados, vinculados con el PRI y el gobierno del estado, demandaban la renuncia de la alcaldesa Adela Román Ocampo y exhibían una manta dando la bienvenida al presidente López Obrador.
Un contingente recorrió la Costera hacia la entrada lateral del parque, del lado de Soriana, donde lograron derribar una valla que personal de seguridad del gobierno del estado había colocado.
-Es una marcha pacífica, venimos a darle las gracias al presiente de la República por visitar a Acapulco, nosotros no venimos a agredir a nadie, menos a los guardias -dijo con un megáfono Román Guzmán, al frente de los marchistas.
-Que no se pongan al brinco tampoco -replicó uno de los movilizados.
Por un buen rato, los manifestantes se mantuvieron en protesta en la entrada del centro recreativo, con gritos como “¡Queremos ver a López Obrador!”, “¡La playa, unida, jamás será vencida!” Esperaban por ese lado encontrar al presidente, quien ya había ingresado al lugar. En un momento, los manifestantes estuvieron a punto de echar abajo una de las vallas metálicas que recién fueron colocadas como parte de la remodelación del parque Papagayo.
Durante la espera en las afueras del parque, hubo un momento en que se enfrentaron, casi a punto de llegar a los golpes, el dirigente de los turisteros de Icacos, Marco Antonio Suástegui, y el representante de los desalojados en el Golfito, Eduardo Román. Este último le reclamaba a Suástegui que hubiera dicho que él se vendió por unos pesos, y el también vocero del Cecop lo encaró: “¿Qué quieres?”, y le tiró un manotazo en la mano. Intercambiaron palabras, y entonces seguidores de uno empezaron a colocarse al lado de sus respectivos líderes, prestos para el choque físico, pero finalmente pesó la cordura y ambos desistieron de escalar la confrontación. Más tarde, Román y Suástegui se abrazaron, y ahí quedó el problema.
Cuando López Obrador se retiraba, un grupo de personas lo interceptó en el área del paso Bicentenario y la esquina con Gómez Morín. Rodearon la camioneta, pero elementos de seguridad los apartó y el presidente no se bajó.
Cuando todo acabó, los desalojados del Golfito bloquearon por un rato los dos carriles de la Costera entre Soriana y Aurrerá, y luego se retiraron, con la advertencia de que se reorganizarían para continuar con sus protestas. En el sitio que fue rescatado por el Ayuntamiento como una nueva ventana ecológica, colocaron mantas de protesta contra la alcaldesa Adela Román Ocampo. (Con información de Agencia Cotino Noticias)