RAFAEL ARÉSTEGUI RUIZ /
Se dio la primera gira de Andrés Manuel López Obrador y se volcaron las multitudes a recibirlo, su discurso tocó los temas álgidos y dolorosos de la problemática social en Guerrero: la inseguridad, la pobreza, la corrupción de quienes han gobernado el estado y la urgente necesidad de reactivar al campo.
A raíz de su visita se han desatado comentarios de la dirigencia estatal del PRD en contra del destacado papel jugado en esta visita por el dirigente estatal del Movimiento Nacional por la Esperanza: Oscar Chávez Rendón, hay quienes desde la dirección del PRD piden su expulsión y otros que renuncie por “congruencia” al PRD.
Conozco desde hace mucho tiempo a Oscar Chávez, desde antes de que el PRD naciera y es un luchador social que no nació a raíz de la lucha electoral, inició en la lucha en los difíciles tiempos de la “guerra sucia” en la que el Estado perseguía con saña a los luchadores sociales y en que la estrategia del gobierno en Guerrero hacia los opositores era: Entierro, encierro o destierro, supo mantenerse en la lucha y salir airoso.
Pero la campaña desatada de algunos solapadores y aliados del sistema, en realidad es solo el telón de fondo de lo que se debate en el país y que será el gran debate de la campaña electoral en ciernes: ¿Cuál debe ser la alternativa de quienes se reclama de izquierda en este país?
Hace poco más de treinta años que se inició la política neoliberal aplicada primero por el PRI y luego por el PAN, México tenía poco más de 60 millones de habitantes y el 25% de ellos se encontraba en pobreza, hoy con casi 120 millones la mitad se encuentra en pobreza, cuándo no en pobreza extrema, y podríamos hacer un listado del precio de la gasolina, la luz, la canasta básica, etc. Y solo nos llevaría al enojo al ver duplicados los precios y ver que el salario mínimo se depreciado casi a la mitad.
No hay que ser un radical extremo para entender que este modelo que solo ha empobrecido a la nación, debe cambiar y que no es posible tener la actitud de entreguismo de soberanía y recursos hacia el extranjero que han tenido los gobiernos del PRI y el PAN al concesionar minas, puertos y petróleo a cambio de que la oligarquía mexicana sea socio de sus grandes negocios.
¿Alguien que se reclame de izquierda puede negar que hace 30 años estábamos a la par que Corea en cobertura educativa con solo el 25% de atención a jóvenes y hoy ellos logran cubrir el 60% y nosotros mantenemos el mismo status y la tendencia a privatizar la educación en nuestro país aumenta?
¿Alguien que se reclame de izquierda puede negar que la llamada guerra contra el crimen organizado es solo una farsa que ha costado más de 250 mil muertos y nuestro país se ha convertido en el principal proveedor del consumo de cocaína del narco en los USA y no vemos que se incaute el dinero de los narcotraficantes en ninguno de los dos lados de la frontera?
¿Alguien que se reclame de izquierda, puede plantearse la alianza con el PAN para continuar con el mismo modelo de acumulación por despojo que utilizan los poderes fácticos en nuestro país?
¿Alguien que se reclame de izquierda, puede renunciar a su pensamiento crítico y no ver que la ley de seguridad interior recién aprobada por PRI y PAN, es el regreso al tiempo de la represión y la preparación de un golpe de estado silencioso en contra del inminente triunfo de AMLO en el 2018?
Por todas estas razones aplaudo la decisión de Oscar Chávez y de miles de perredistas, ex perredistas y militantes de otros institutos partidarios, que saben que la tercera es la vencida y que lo que está en juego no es conservar prerrogativas o espacios políticos, sino que el rumbo de la nación es lo que se encuentra en disputa y que debemos mantener el pensamiento crítico, la congruencia con la ideología y los principios de la izquierda; y si no lo acompañé en esta ocasión fue por serios problemas de salud. Soy y seré parte del proyecto del cambio verdadero que encabeza Andrés Manuel López Obrador.