* El segundo guerrillero de Lucio Cabañas abatido hace 43 años y sepultado clandestinamente, ahora descansa en un lugar donde sus familiares pueden visitarlo: Comverdad
RODOLFO VALADEZ LUVIANO /
Atoyac, 7 de abril de 2016. Martín Nario Orgánez, combatiente en el grupo guerrillero de Lucio Cabañas Barrientos falleció en combate con el Ejército hace casi 43 años. Sus restos permanecieron desaparecidos, inhumados clandestinamente, en la falda del cerro de las Clavellinas, en el poblado Posquelite, de este municipio, hasta que el 15 de julio de 2014 la Comisión de la Verdad los localizara.
Un mes antes, la Comverdad había hallado los restos de su compañero Eliseo Flores Vázquez. Los restos de ambos fueron clasificados como G1 y G2 por los integrantes de la Comisión y después de dos años se pudo conocer su identidad y casi un año más tarde, a 43 de haber muerto, volvieron a su tierra para ser sepultados, Flores Vázquez (G1) en Chilpancingo, y Nario Orgánez (G2) en este municipio.
Nario Orgánez fue sepultado en el panteón municipal de Atoyac. Los restos llegaron a este municipio el jueves en la tarde, y fueron depositados en una caja de madera arropada por la bandera del Partido de los Pobres con la frase, “ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo”.
Su llegada congregó a luchadores sociales como la vicepresidenta de la Afadem, Tita Radilla, hija del corridista de Lucio Cabañas desaparecido en un retén del Ejército en 1974; Hilario Mesino, fundador de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS); activistas como José Luis Arroyo y Guadalupe Galeana; el periodista y cronista de la ciudad, Víctor Cardona; el coordinador regional de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum), Oscar Cuevas Ramírez; y por supuesto los ex comisionados y ex integrantes de la Comisión de la Verdad, Pilar Noriega, Nicomedes Fuentes, Martín Hernández, Arturo Gallegos, entre otros.
Los familiares del Nario Orgánez: Carlos Nario Mateos y Guadalupe Nario Martínez. El ataúd y una caja de cartón fueron sepultados alrededor de las 10 y media de la mañana y posteriormente los asistentes se retiraron del lugar.
Nicomedes Fuentes, quien dio el adiós oficial al guerrillero en representación de la Comverdad, señaló que la lucha de Nario Orgánez debe ser un ejemplo para las nuevas generaciones para cambiar las cosas en el estado y en el país. Dijo que después de 43 años, por fin descansa en un lugar donde sus familiares pueden ir a verlo o llevarle flores, y se cierra un ciclo en cuanto a la aportación que hizo a la historia de México.
Ahora, dijo, “el país está hecho pedazos. Esa nación que no querían en esos años aún persiste, pero ahora le toca a las nuevas generaciones cambiarlo, porque honestamente no se puede vivir en las condiciones en que se vive actualmente”.
Hilario Mesino Mesino dijo que el gobierno deber decir a dónde se llevaron a los campesinos que desaparecieron en esos años. Criticó las supuestas búsquedas en el panteón municipal de Atoyac, “donde saben que son puras pendejadas y más bien se burla de los familiares, quienes encienden una esperanza cada vez que eso sucede”.
José Luis Arroyo, dirigente del Consejo Cívico Comunitario Lucio Cabañas Barrientos (CCCLCB), llamó a las nuevas generaciones a levantar la voz y manifestarse “a pesar de que hasta hoy en día el Estado continúa amenazando a quienes protestan y se rebelan”.
