EDGAR DE JESÚS | API GUERRERO /
Tecpan, 18 de febrero de 2023. Debido a la poca producción de ladrillos y tejas, así como al elevado costo en los materiales que se utilizan, poco a poco han ido en decadencia las ladrilleras artesanales.
Las casas materialistas que se ubican en Tecpan de Galeana, en la región Costa Grande de Guerrero, expenden el block para la edificación de viviendas. Esto ha ido ganando terreno de manera abismal a las ladrilleras.
No obstante, algunas de las fábricas de ladrillos se rehusan a cerrar sus talleres donde de manera artesanal elaboran el tabique rojo, amarillo y las tejas, mismas que han sido desplazadas por la lámina galvanizada.
Don Onofre
En un recorrido en una de las tabiquerías ubicadas en la colonia Jesús María, cerca de la cabecera municipal, Onofre Gutiérrez Juárez, de 68 años de edad, elabora la mezcla para solidificar tabiques y tejas. Lo hace desde hace más de 53 años.
Con su carretilla y pala, se acercaba a la mezcla de barro mientras platica a este reportero cómo inició desde sus quince años, a trabajar en la ladrillera.
Asegura estar contento con su trabajo, a pesar de que su jornada laboral inicia desde las cuatro o cinco de la mañana: “el trabajo es algo muy especial, a mí siempre me ha gustado trabajar ya que para mí es algo muy sagrado”, detalla.
Gutiérrez Juárez explicó que tiene que levantarse desde muy temprano para acudir a su trabajo, donde elabora de 200 hasta 500 tabiques, dependiendo el grosor y tamaño que pidan los clientes.
Su jornada laboral termina a las once de la mañana porque las altas temperaturas imposibilitan la labor de los trabajadores, pues en la zona habilitada para la tabiquería no hay sombra alguna.
¿Cuál es mejor?
Según cuenta, las casas materialistas han disminuido las ventas de este producto por lo barato en que se vende el block, pese a la gran diferencia de la consistencia y manejabilidad.
“Ahorita ya el tabicón donde quiera se hace, donde quiera lo hacen. Primero no, nomás el tabique de barro que se trabajaba pues, y no había tabiquerías de cemento. Yo le pregunté a un maistro –albañil–, estaba viejito y tenía mucha experiencia, que cuál es mejor, el tabique de cemento o el de barro, y me contestó que el de barro porque el cemento llega un determinado tiempo y se pudre, y este no”, contó ante la grabadora de este reportero.
Don Onofre lamentó el desinterés de parte de los jóvenes en trabajar en las tabiquerías: “la mayoría de los jóvenes ya no quieren trabajar y yo cuando inicié, yo solito me acerqué a una tabiquería y le dije al patrón: ¿no me da chance de aprender? y yo quiero aprender a hacer esto”.
Con el rostro evidentemente asoleado y cansado, sus manos ásperas por el paso de los años y enrojecidas por la reciente jornada de trabajo, Gutiérrez Juárez manifestó que continuará trabajando hasta que el cuerpo tenga resistencia.
“No tengo idea pues cada vez se va envejeciendo uno y tiene uno menos resistencia en el cuerpo, hace menos, pero ahorita todavía me siento algo resistente”, dijo motivado. (www.apiguerrero.net)