* La presidenta de la asociación civil Expresión Guerrero advirtió que en la elección de 2021 la sociedad podrá cobrarle a quienes no hacen nada
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO /
Acapulco, 27 de septiembre de 2020. A Luisa Fernanda Fontova Torreblanca, presidenta de la asociación civil Expresión Guerrero, es común verla en alguna colonia con un casillero de huevos en la mano, para dárselo a la gente. Es una imagen que se generó al inicio del cierre de empresa por la pandemia por coronavirus, cuando mucha gente se quedó sin trabajo.
“Por medio de la asociación -explica en entrevista-, convoco a amigos empresarios, incluso amas de casa, que han estado colaborando con los casilleros de huevos, que fue la acción que decidimos hacer, y bajamos a las colonias a entregar un casillero de huevo por familia. Tratamos de llegar a las mayores colonias posibles, de abarcar las más que se pueda, no nos va a ser posible como quisiéramos, pero nosotros estamos poniendo un granito de arena, y no somos gobiernos ni funcionarios. Cualquier donación la recibo en especie, es bienvenida”.
La entrevista se realiza en un restaurante de la Costera, en un receso de sus actividades. Luisa Fontova fue directora del instituto Municipal de la Mujer en el gobierno de Evodio Velázquez Aguirre en Acapulco, luego renunció al cargo y quiso participar a través del PRD por un cargo de elección popular, pero formó parte del grupo de mujeres a las que ese partido excluyó de las candidaturas y en su momento lo denunció y renunció al partido. Desde entonces ha seguido su andar en la sociedad civil y a través de su asociación, que lleva funcionando unos 10 años, continúa su labor social.
Explica que la pandemia ha dejado en Acapulco y en Guerrero un panorama “sumamente complicado” no solo por los altos números de contagios, sino por la parte económica, que “ha tocado los bolsillos de todas las familias acapulqueñas” en todos los niveles, a todos los bolsillos, a todos los ciudadanos.
Lo que el gobierno de Guerrero hizo cuando retrasó una semana la aplicación del semáforo naranja, como una estrategia económica, dice Fontova Torreblanca, fue “a favor de las familias acapulqueñas “porque esperaban generar ingresos los ciudadanos regresar a sus empleos y que se moviera un poco la economía en el puerto, recordemos que estuvo meses cerrado y nosotros vivimos directamente del turismo, totalmente, no tenemos en Acapulco otro ingreso, maquiladoras, fábricas, maquiladoras, nada que no sea el turismo como tal”.
-¿Pero no debió al mismo tiempo tal vez incrementarse las medidas de prevención?
-Sí, aunado a las disposiciones del semáforo, ya sea naranja, rojo o amarillo, las autoridades tienen que hacer su labor de prevención y entiendo que aprobaron muchos millones de pesos en el municipio, en el Cabildo, para hacer medidas contra el Covid, que no las veo.
-Por ejemplo, en el transporte público es muy común que van hacinados y sin cubrebocas muchas veces. No sé si ahí debería haber una vigilancia especial o qué debería hacer. Tal vez el gobierno del estado pudiera regalar cubrebocas al acceso al Acabús, por decirlo, como lo estuvo haciendo al principio.
-Así es, deberían estar regalando cubrebocas, debería haber varios puntos donde deberían haber puesto contenedores de gel antibacterial, debería de haber información en el transporte, en las calles, sobre los riesgos y las medidas del covid. No es suficiente con que lo pasen en la televisión o que saquen dos espectaculares, y ni siquiera es un asunto costoso. No me parece que sea algo que cueste mucho ni que lleve mucho esfuerzo.
-¿Cómo ves que van saliendo las familias adelante?
-Van saliendo solos. Es que no hay acciones, políticas públicas, medidas, un plan para ayudar a las familias en esta situación. Lo único que reciben de los gobiernos, es palo. Palo para que cierren, palo para que no abran, para que paguen impuestos, palo para que colaboren con la renta. No hubo ningún incentivo, y no me refiero a incentivos como condonación de pagos. A lo mejor pudieron haber hecho medidas de detener pagos de muchos empresarios, digo, hablo de las micro, medianas y grandes empresas, que tenían que correr con impuestos, rentas, luz, con todo eso, y retrasar a que en noviembre, diciembre, empezaran a cubrir esos gastos que tenían atrasados, esa pudo haber sido una de las medidas, pero no hay un plan de gobierno, no hay interés, no hay prevención, no hay nada. Hay un gobierno ausente y la sociedad está saliendo adelante sola. Muchos nos hemos organizado para poder salir a poner un granito de arena con todos mis paisanos.
-Este empobrecimiento de las familias, seguro se va a ver reflejado en las elecciones, que es el relevo de los gobiernos que están en este momento, ¿cómo ves el panorama?
-Yo espero que las familias reaccionen y lo cobren en 2021, a esos gobiernos ausentes, a esos funcionarios ausentes por los que votaron y que no están saliendo a dar la cara, y que no están trabajando y que no están haciendo nada por sus ciudadanos, que votaron por ellos, para que se lo cobren en este 2021. Por supuesto, tenemos un proceso electoral a la vuelta de la esquina, y ahí se va a ver reflejado esto.
-¿Sería tiempo de la sociedad civil?
-Sí, es tiempo de una nueva generación. Sean jóvenes o sociedad civil, pero una nueva generación, es lo que pide la sociedad y es el reflejo del hartazgo por el que votaron en el proceso electoral pasado. Ya quieren rostros nuevos, y no implica solo jóvenes, implica mujeres, implica adultos, implica gente que trae trabajo de años, en la gestoría, desde su trinchera en la sociedad civil, empresarios, pero una nueva clase.
“Yo convoco hoy a la sociedad y a las mujeres, a que participen en la vida pública de su entorno, en este caso en Acapulco, en el estado, que participen, que señalen lo que no están haciendo los gobernantes, que demanden que hagan las cosas bien, y que se involucren en la política de su entorno, la sociedad hoy quiere una nueva clase política, hoy necesita nuevos rostros, pero necesitamos participar para tomar aquellos espacios de lo que vamos a ver en este proceso electoral a muchos que llevan 30 años queriendo ser, o ya han sido y quieren volver a ser”.
Las mujeres: falta capacitación y bajar la violencia
-Un poquito relacionado, pero cambiando el tema, tú has participado en otros momentos en un gobierno municipal, fuiste directora del Instituto de la Mujer, ¿cómo ves la participación de las mujeres en este proceso?
-Afortunadamente hemos allanado el camino con la paridad, que es indiscutible el garantizar ya el 50-50, es un hecho, que antes lo peleábamos. Yo veo que hay que formar más mujeres. Dentro de la agenda pendiente que tenemos, le falta a los partidos políticos apostar a la formación de los lilderazgos de mujeres dentro de los partidos, para que sean las mujeres adecuadas las que vayan a esas candidaturas. No las adecuadas, a lo mejor las mujeres que ya están formadas, pero hay que pulirlas, hay que fortalecerlas y llenar ese piso para poder competir en igualdad de circunstancias, llenarla y dotarlas de herramientas.
-Y en materia de violencia hacia las mujeres, Acapulco es un municipio con violencia de género y el estado dos alertas. ¿Cómo ves esta situación?
-Inoperante. Lo había comentado cuando era funcionaria, que el que se declarara la violencia de género, no implicaba que ya se iba a acabar la violencia, sino que se tenían que poner a trabajar las instituciones para disminuir los índices de violencia, y se tenían que poner a trabajar todos, municipio y gobierno, no nada más las titulares de las secretaría de la Mujer, sino todo el gabinete, porque teníamos que crear políticas transversales, que pasaran por todas las áreas de gobierno a fin de disminuir y de prevenir la violencia contra las mujeres.
“Es lamentable que haya una segunda alerta, derivado de que no hubo resultados positivos en una primera alerta, pero aun así, no veo resultados positivos hoy en la segunda alerta, ni veo acciones, ni veo nada que nos diga que han bajado los índices de violencia contra las mujeres. ¿Dónde los medimos? Donde bajen los indicadores y donde las estadísticas. Lo que digan los demás, misa, de que hice tal programa, hice tal evento, pues qué bueno, ¿no? Pero tenemos que ver cómo bajan esos índices de violencia. Guerrero y Acapulco siguen siendo uno de los considerados más violentos en el país, en la violencia contra las mujeres, desde la violencia familiar, como los feminicidios”.