RAÚL SÉNDIC GARCÍA ESTRADA /
Los Imprescindibles es el libro que recientemente presentó su autor, Víctor Cardona Galindo, en el cual el cronista de la ciudad de Atoyac elabora un perfil biográfico de 13 personajes del municipio, que por igual participaron como guerrilleros en los años 70, fueron luchadores sociales y simpatizantes de los movimientos armados.
Combinando la tradición oral y la investigación documental, en el libro Los Imprescindibles, se busca explicar el movimiento político que concluyó con la masacre del 18 de mayo de 1967 en la ciudad de Atoyac. Las líneas históricas que se plantean en este caso, son: la estructura en la construcción en el estado de Guerrero, del Partido Comunista Mexicano; la segunda, el Movimiento de la Asociación Cívica Guerrerense; la tercera es la formación que se daba a los estudiantes en las escuelas normales rurales del país; y la última es la tradición de lucha que ha tenido el pueblo de Atoyac.
A finales de los años 60, el municipio de Atoyac vivió una alta marginación con 32 mil habitantes dispersos en diferentes comunidades de la Sierra que no contaban con carreteras ni energía eléctrica ni centros de salud, en el contexto histórico del poder económico y político local se basaba en los cacicazgos y en los acaparadores La masacre de Atoyac la originó la cerrazón política y la represión a las disidencias por un hecho tan simple como el que una directora de una escuela primaria le exigiera cooperaciones y uniformes nuevos a los alumnos.
Dentro de los personajes que vivieron en Atoyac, se encuentra el doctor Antonio Palós Palma, coronel y médico del Ejército Republicano Español, que llegó a México expulsado por el gobierno de Venezuela, por haberse inmiscuido en el movimiento que encabezaba el jefe guerrillero Douglas Bravo,
El doctor Antonio Palós Palma, fue un hombre de cultura amplia, fiel a sus ideas, con formación en la Unión Soviética y un gran humanista y revolucionario, quien fuera asesor militar de Lucio Cabañas y quien regaló al movimiento dos pistolas Star, españolas, Calibre 22.
Carmelo Cortés Castro, fue militante del Partido de los Pobres y dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, nacido el 16 de Julio de 1942, su actividad política y revolucionaría ha sido registrada en varios libros, entre ellos, La Guerrilla en Guerrero, de José Arturo Gallegos Nájera; Carmelo Cortés Castro y la guerrilla urbana, de Agustín Evangelista; y Carmelo Cortés Castro y su lucha, escrita por Simón Hipólito.
En el texto también se escribe la historia del teniente zapatista Petronilo Castro Hernández, insurrecto contra la dictadura de Porfirio Díaz y quien desde los 11 años acompañó a sus padres en las justas revolucionarias, participando en las tropas zapatistas y en los movimientos agrarios en las costas de Guerrero al lado de Silvestre Castro García (El Ciruelo) y de Feliciano Radilla.
Se cuenta la historia de Martín Nario Orgánez, combatiente del Partido de los Pobres, quien murió el 8 de septiembre de 1974 y su cuerpo rescatado y reconocido por la Comisión de la Verdad el 12 de marzo del 2014, cuando integrantes de la Comisión de la Verdad, encabezados por Nicomedes Fuentes García, localizaron sus restos, los cuales fueron identificados plenamente por la Comisión de Derechos Humano del Distrito Federal e investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Carlos Ceballos Loya, fue un guerrillero originario de Mexicali, Baja California, quien aparece como personaje de la novela La Guerra de Galio, de Héctor Aguilar Camil con el pseudónimo de Santiago, quien militara en varios grupos armados, y junto con Carmelo Cortés ejecutara espectacular fuga en la cárcel de Chilpancingo el 20 de agosto de 1972.
Florentino Loza Patiño, el guerrillero poeta, del Partido de los Pobres y de las Fuerzas Armadas para la Liberación, fue desaparecido en el estado de Oaxaca por la Dirección Federal de Seguridad.
Cardona registra la historia de la maestra Hilda Flores Solís, profesora que está ligada a la historia reciente del pueblo de Atoyac y los movimientos democráticos y revolucionarios.
Como un homenaje a Octaviano Santiago Dionicio, se describe su vida desde su juventud, su participación en la lucha democrática en la universidad, en el movimiento estudiantil, el movimiento urbano popular, su vida como preso político, su incansable lucha por la presentación de los desaparecidos y la atención a las víctimas de la guerra sucia, el trabajo de Víctor Cardona Galindo, rescata la construcción histórica y la tradición oral de los pueblos costeños, con personajes locales pero de amplia trascendencia que hoy se encuentran reunidos en un texto imprescindible para entender la historia del municipio de Atoyac y del Estado de Guerrero en los años 60 y 70.